"Es la tormenta perfecta, va a complicar más todavía la gestión de la sanidad pública de Baleares". Así se expresa Miguel Lázaro, presidente del sindicato médico Simebal, después de que trascendiera la anulación definitiva del decreto que rebajaba las exigencias sobre el conocimiento de catalán que debían acreditar los sanitarios del Servicio de Salud de las Islas Baleares (Ib-Salut). Dicha norma establecía que el nivel mínimo era un B1, pero una ley anterior de 2016, aún vigente, indica que debe ser de un B2.
Este miércoles, el Tribunal Supremo notificó al Gobierno balear que rechazaba el recurso de casación contra la anulación del decreto, dado por buena la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Baleares que anulaba dicho decreto por un defecto de forma y no de fondo. Y es que el decreto (una norma administrativa para el tribunal) bajaba el listón del nivel exigido de catalán a los sanitarios respecto a la la ley de 2016.
Con la norma de 2018, no sólo bastaba a médicos y enfermeros un B1 de catalán, sino que además podían participar en los procesos selectivos con una moratoria de dos años para acreditar dicho nivel si conseguían la plaza. No obstante, el Gobierno castigaba la falta de certificado pasado este tiempo vetando a los profesionales de los procesos de movilidad y la carrera profesional.
"No existen incentivos laborales ni complementos retributivos que marquen la diferencia con el resto del Estado español"
Una vez anulado el decreto de 2018, la ley de 2016 sigue ahí. El presidente de Simebal, sindicato que rechazó desde el principio la exigencia del catalán como un requisito y tampoco, recuerda que "Baleares tiene un déficit crónico de médicos tanto en atención primaria como en otras especialidades y cada vez es más complicado teniendo en cuenta que no existen incentivos laborales ni complementos retributivos que marquen la diferencia con el resto del Estado español". Sólo en atención primaria harían falta 350 médicos más para rebajar el nivel de las tarjetas sanitarias, según estimaciones del sindicato, y hay en Baleares 150 médicos trabajando sin la especialidad homologada, asegura Lázaro.
"El problema es que estamos compitiendo con otras comunidades donde también faltan médicos y al final esto tiene un carácter disuasorio. Y con la carrera profesional paralizada desde 2017, sin un nuevo convenio MIR, sin guardias mejor pagadas... si el médico cobrara el doble, pues al profesional le compensaría tener que acreditar el catalán".
Un tema politizado
"No es un problema de la sentencia, que ya anticipamos", señala Lázaro, "sino un problema de cómo se legisla. ¿Lo hacemos adaptándonos a la realidad y solucionando problemas de los ciudadanos, o se legisla por otros motivos?"
La postura del sindicato es que el catalán simplemente sea un mérito y que se incentive esta formación. "El Gobierno de Baleares tiene que legislar teniendo en cuenta el escenario sanitario en el que vivimos y los intereses de los ciudadanos, que es prioritario sobre el tema lingüístico, que está muy politizado", lamenta Lázaro.
"Ahora incluso los médicos no saben si lo que hay que tener es un B1 o un B2... un conflicto político contamina al ámbito sanitario y eso nunca debería ocurrir". Según fuentes de la Administración, el cambio sólo tendrá efectos para los procesos selectivos que se inicien a partir de ahora, no para los ya resueltos o en curso.
Si bien la ley de 2016 contiene un párrafo genérico sobre la no aplicación de este requisito en caso de problemas para mantener la asistencia, Lázaro señala que "crearon el decreto porque necesitaban rebajar las exigencias de la ley, que fue una exigencia política de MES al partido socialista, que es quien gestiona la sanidad en las islas".
De momento los sindicatos no han sido convocados a una reunión, pero el presidente de Simebal pide que se haga un ajuste cuanto antes, aunque sólo sea trasladar lo que ponía el decreto a la propia ley. "Esperamos que el Gobierno balear resuelva esto cuanto antes para poder continuar con los procesos que den estabilidad al personal y reduzcan la temporalidad".
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