El Ministro de Sanidad, Salvador Illa, ha anunciado tras el Consejo de Ministros el nuevo mapa de desescalada, que dejará desde el próximo lunes 8 al 48% de la población española en fase 2 y al 52% en fase 3.
En concreto,Madrid, Barcelona, la región sanitaria de Lérida, las regiones metropolitanas norte y sur de Cataluña y toda la comunidad autónoma de Castilla y León pasarán el lunes 8 a la fase 2 de la desescalada. La Comunidad Valenciana, Toledo, Ciudad Real y Albacete, permanecerán por decisión propia en fase 2 y el resto de autonomías que habían solicitado paso a fase 3 podrán avanzar hasta ella.
Illa ha anunciado también que serán las propias autonomías que estén en fase 3 las que marcarán el ritmo de cambio hacia la nueva normalidad y lo que se permite en la citada nueva normalidad.
Para sentar unas bases comunes se publicará un decreto el próximo martes, llamado a establecer la nueva normalidad tras el fin del estado de alarma, un texto que prevé debatirse en el Consejo Interterritorial de Salud este mismo viernes ya que el fin del estado de alarma implicará también el fin del mando único de la sanidad por parte del Ministerio de Sanidad y habrá que encontrar soluciones a cuestiones abiertas cómo qué amparo legal encontrará la movilización de recursos humanos como jubilados o estudiantes en caso de necesidad, qué exigencias de comunicación de datos se mantienen en pie, cómo se retoma progresivamente la actividad habitual de la sanidad o quién y cómo dotará la reserva estratégica de material ante un posible rebrote.
Aunque las decisiones sobre movilidad quedarán en manos del Gobierno central, Illa ha detallado que en fase 3 sólo habrá que solicitar formalmente permitir la movilidad entre provincias para que ésta se conceda y que, como la autonomía será quien decida el paso a nueva normalidad, serán las propias autonomías quienes, en esa nueva normalidad, puedan autorizar la movilidad incluso entre autonomías limítrofes que estén en la nueva normalidad y así lo decidan.
Dudas sobre los datos de fallecidos
La rueda de prensa tras el Consejo de Ministros ha estado protagonizada por numerosas preguntas sobre la falta de transparencia en los datos de fallecidos y de residencias, tras conocerse discrepancias entre los 27.133 fallecidos oficiales por coronavirus que reconoce el Ministerio Sanidad, a fecha de ayer jueves, los 29.858 muertos que cifraba la OMS para España hace tan sólo un día (posteriormente esta cifra se ha modificado), los 27.940 que sumaba el ECDC, los 43.662 de exceso de mortalidad recogidos en el informe MoMo, y los 48.000 muertos extra respecto al año anterior que certifica el Instituto Nacional de Estadística.
A las dudas sobre estas discrepancias se han unido las preguntas permanentes que desde hace ya casi dos meses están sin respuesta sobre el número de fallecidos y contagios en las residencias de ancianos y la dificultad de valorar si la desescalada está siendo la adecuada sin saber estas cifras.
Como un mantra, Illa ha insistido una vez más en que los datos utilizan los criterios de definición de caso marcados por los organismos internacionales y que se comunican todos los fallecidos con diagnóstico confirmado por PCR de coronavirus y que, en cualquier caso, no todo el exceso de mortalidad cabe ser atribuido directamente a la epidemia.
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