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miércoles, 10 de junio de 2020

La cirugía de la mano gana en eficiencia con anestesia local y sin manguito de sedación

Cirugía Ortopédica y Traumatología
soniamoreno
11/ 06 / 2020
Técnica WALANT
Juan Pablo Sánchez, traumatólogo, en un momento de la intervención WALANT.
El traumatólogo del Hospital de Móstoles en un momento de la intervención WALANT.

La técnica quirúrgica WALANT (acrónimo inglés de Wide awake Lidocaine Adrenaline Non Tourniquet) permite realizar intervenciones en la mano con el paciente totalmente despierto, sin más requisitos que una anestesia local (lidocaína al 1%; epinefrina 1:100000, y bicarbonato) y sin utilizar manguito de isquemia.

El miembro superior es una región ricamente vascularizada de manera que cualquier lesión o cirugía asocia un sangrado que dificulta la visualización de las estructuras intervenidas. El uso del manguito de isquemia resulta imprescindible en muchos procedimientos, pero produce un dolor por compresión que requiere sedantes y analgésicos que disminuyan el nivel de consciencia de los pacientes.

La técnica WALANT se basa en el uso de adrenalina en el campo quirúrgico para conseguir un área de isquemia reversible y evitar el torniquete y la sedación asociada. La combinación de un anestésico local con adrenalina permite realizar cirugías sin dolor ni sangrado con un paciente totalmente despierto y colaborador.

Juan Pablo Sánchez Shupis, traumatólogo de la Unidad de la Mano y Muñeca del Hospital Universitario de Móstoles, ha impartido un seminario online sobre este procedimiento, junto a María Dolores Gimeno, responsable de la Unidad de Cirugía de Mano del Hospital Clínico San Carlos, en Madrid.

Es un procedimiento con distinto nivel de implantación en diferentes hospitales. En España, fue pionero el mallorquín Hospital Son Llátzer, donde  han realizado más de 800 intervenciones.

En el Hospital de Móstoles se ha intervenido a una serie de 60 pacientes con esta técnica, que se emplea ya de manera rutinaria. Sanchez se formó en Canadá con el cirujano plástico Donald Lalonde, uno de los primeros especialistas en poner en práctica esta intervención.

Lalonde es autor de algunos de los trabajos más relevantes en este campo, como el que mostró en más de 3.000 voluntarios en Canadá la seguridad de la adrenalina en los dedos de la mano. También hay publicaciones que respaldan la satisfacción de la técnica entre los pacientes. En España, el grupo mallorquín además de evaluar esos beneficios, ha demostrado el positivo impacto económico de esta cirugía.

Son algunas publicaciones que conforman la bibliografía científica en torno a la técnica, desde los primeros estudios que demostraron la seguridad de la adrenalina en los dedos. “Yo me formé con el mito de que no se podía utilizar, por el riesgo de isquemia y necrosis digital. Esta técnica lo ha desmentido”, recuerda Sánchez.

Indicaciones más frecuentes y ventajas

Las indicaciones de la cirugía son muy diversas: desde los más habituales síndrome del túnel carpiano; dedo en resorte y compresión de nervio cubital en el codo a otras como la sutura de tendones flexores o extensores en dedo, mano y antebrazo; artroscopia de muñeca; artrolisis, determinadas fracturas de mano; tumores; lesiones ligamentosas, y rizartrosis, por mencionar algunas de una amplia lista.

Al no existir bloqueo motor, el paciente colabora de forma intraoperatoria para evaluar los resultados de la cirugía antes de salir de quirófano. “Por ejemplo, en la cirugía de los tendones flexores, la colaboración del enfermo permite ver durante la intervención cómo se comporta lo que hemos reparado. Y, entre otros aspectos, favorece su implicación en el proceso de rehabilitación”.

Intervención WALANT en el Hospital de Móstoles
Intervención con la técnica WALANT.

El traumatólogo reconoce que algunos pacientes pueden ser reticentes a esa colaboración intraoperatoria. “No me quiero enterar de nada”, suelen alegar en esos casos, pero una de las ventajas de la intervención es que el procedimiento anestésico es muy poco doloroso y se reducen los riesgos derivados de la anestesia (náuseas, vómitos, retraso de alta, bloqueo motor prolongado, sedación), que pueden resultar tanto o más desagradables que la colaboración durante la cirugía.

En general, se gana tiempo, al no requerir preoperatorio y acortarse los tiempos de abordaje clínico y de baja del paciente. Además, un dato importante en el contexto de la actual pandemia y de cara a la optimización de recursos humanos es que no requiere al anestesista, que queda liberado para otros procedimientos.

La técnica es tan segura que hay pocas contraindicaciones. Se evita, lógicamente, en los pacientes alérgicos a los medicamentos empleados. Tampoco es recomendable en enfermos con antecedentes de infarto de miocardio (la adrenalina es un vasoconstrictor) o con problemas circulatorios (fumadores, con patologías vasculares específicas).

Por el contrario, el potencial de la cirugía está aún por explotar. Hay cirujanos en algunos países como Malasia que la utilizan en diferentes fracturas a diferentes niveles: tobillo, muñeca, codo, rodilla e incluso clavícula.

La reparación del síndrome del túnel carpiano y el dedo en resorte puede efectuarse con la técnica WALANT, que aúna excelentes resultados con una optimización de recursos. Off Sonia Moreno Off

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