Iago, un niño gallego de 4 años, ha sido intervenido en el Hospital HM Nens de Barcelona, mediante una innovadora técnica microquirúrgica conocida como Vilkki que permite tratar la displasia radial o mano zamba radial, en la que se realiza un trasplante vascularizado procedente de la articulación con cartílago del pie –la segunda articulación metatarsofalángica- a la muñeca afectada. Esta avanzada técnica de microcirugía, descrita por Simo Vilkki a principios de siglo, sólo se lleva a cabo en el Hospital Universitario de Tampere, en Finlandia, y en la Clínica Mayo, en Estados Unidos.
El niño presentaba síndrome de Vacterl, una deformidad del antebrazo de origen congénito originada por la ausencia del radio que provoca que la muñeca se desvíe marcadamente hacia el interior del brazo impidiendo la funcionalidad adecuada, y que afecta a uno de cada 100.000 recién nacidos.
El centro infantil de HM Hospitales, el HM Nens de Barcelona, es el primer hospital de España en el que se utiliza este procedimiento, a través de la Fundación HM Obra Social Nens, según Javier Massagué, director médico de HM Nens y director de la citada fundación.
Cirugía muy compleja, pero de grandes beneficios
El equipo, coordinado por Francisco Soldado, nuevo jefe del servicio de Cirugía en Traumatología y Ortopedia Pediátrica del hospital catalán, ha señalado que la cirugía ha sido exitosa, ya que Iago podrá mantener la funcionalidad de su articulación intervenida, ya que el trasplante vascularizado de articulación con cartílago del pie “le permitirá enderezar la mano, fijar la muñeca y recuperar su movilidad y capacidad de crecimiento”. El equipo de Soldado ya ha realizado cinco intervenciones de estas características, los primeros casos en España, y todos en HM Nens.
La técnica Vilkki, de elevada dificultad técnica, se realiza en dos tiempos quirúrgicos: Primero, “se procede a una corrección progresiva –un milímetro diariamente- mediante la elongación de las partes blandas del antebrazo (tendones, piel, entre otros) con fijador externo”.
En un segundo tiempo, y pasados dos meses, se realiza el trasplante vascularizado de la articulación del pie, “ conectando venas y arterias, para lo que es necesario utilizar un potente microscopio, pues nos movemos en diámetros de medio milímetro, aproximadamente. Este implante ofrece soporte móvil que crece al mismo ritmo que la del hueso que ha recibido el trasplante”, indica Soldado.
El procedimiento se lleva a cabo en dos tiempos quirúrgicos y ofrece resultados más satisfactorios que la vía clásica de Centralización
La vía clásica de reparación de esta deformidad, la Centralización con aguja interna, ofrece resultados mediocres, porque aunque permite enderezar la muñeca llevando la mano sobre el hueso cúbito, altera el crecimiento, restringe mucho la movilidad y desvía la muñeca. “La centralización no ofrece buenos resultados ni funcionales ni estéticos, mientras que el trasplante articular por microcirugía que se practica mediante la técnica Vilkki, consigue que la muñeca del niño quede recta y una elevada movilidad, manteniendo el ritmo de crecimiento cubital. Sacrificar el radio del pie para trasplantarlo en la muñeca no conlleva ningún tipo de consecuencias, pues su función se sigue manteniendo al 100%”.
Soldado ha explicado a DM que la intervención podría realizarse al año de vida del niño afectado, pero “esperamos hasta los 3 ó 4 años por aspectos relacionados, sobre todo, con el tamaño. En cualquier caso, los resultados son los mismos e igual de satisfactorios”.
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La técnica Vilkki corrige y devuelve la funcionalidad en deficiencia radial de muñeca. Se basa en un trasplante vascularizado de la articulación del pie que se implanta en la muñeca. Off Raquel Serrano. Madrid Offvia Noticias de diariomedico.... https://ift.tt/3cCSAfx
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