Si en 2018 un 7,5% de los hogares dejaron de comprar medicamentos o abandonaron tratamientos por problemas económicos, hoy en día la cifra alcanza al 13,1%, "un incremento de cerca de seis puntos porcentuales que significa un crecimiento del 73%". Así lo refleja el estudio Sociedad expulsada y derecho a ingresos, publicado este miércoles por Cáritas, en su quinta edición (tras las de 2007, 2009, 2013 y 2018) a través de esta encuesta sobre integración y necesidades sociales de la Fundación Foesssa (Fomento de Estudios Sociales y de Sociología Aplicada), realizada en el primer trimestre de 2021 en más de 7.000 hogares.
El documento aclara que "a pesar de que el origen de la crisis de la Covid-19 se sitúa en el ámbito sanitario, el impacto en la dimensión de la salud está más relacionado con la crisis social generada por la pandemia que por el propio coronavirus como tal". En este sentido, el ámbito de la salud se ha visto afectado de tal manera que se ha pasado "de un nivel de afectación del 14,1% en 2018 al 17% de la actualidad".
El informe concreta que la imposibilidad de seguir un tratamiento médico es una realidad que afecta en mayor medida a los hogares en situación de exclusión (48,4%), cuando en 2018 era de un 38,7%, y más aún a aquellos en exclusión severa (66,8%), que en 2018 afectaba a un 58,1%. "Esta situación, sin ninguna duda, compromete la salud de las personas que la sufren y esto implica un serio impedimento en el proceso de integración en el corto o medio plazo ya que puede dificultar la realización de actividades de la vida cotidiana (trabajar, formarse, etc.)", sostiene Cáritas.
Otra de las alertas del informe es que, por primera vez desde 2007, las personas en exclusión severa superan los 6 millones de personas, convirtiéndose en uno de los grandes damnificados por la covid-19, con un incremento de casi 2 millones personas respecto del año 2018. Y la suma asciende a 11 millones si nos referimos a personas que se encuentran en general en situación de exclusión social, 2,5 millones más que en 2018.
Son algunos de los datos presentados esta mañana por Natalia Peiro, secretaria general de Cáritas Española, y Thomas Ubrich, técnico del Equipo de Estudios, que alertan de que el panorama que la vasta crisis provocada por la pandemia está dejando un impacto muy preocupante, con una profunda huella de importantes consecuencias en las condiciones de vida y niveles de integración social de las personas y familias.
Elogios al sistema sanitario público
En relación con la situación vivida a raíz del covid-19, el documento hace hincapié en la saturación que han vivido la atención primaria y hospitalaria, que "ha provocado el aplazamiento de numerosas citas y el consiguiente retraso en el seguimiento de enfermedades y dolencias. De igual modo, ha habido pacientes que, voluntariamente y con la intención de esquivar al virus, prefirieron no acudir a sus citas médicas". Si bien el informe señala que aún es pronto para evaluar cómo afectará esta situación a la salud de la población, indica que "parece razonable pensar que en los próximos meses se empezarán a notar los primeros impactos".
"Sin contar con un sistema universal de cobertura sanitaria, los impactos en la exclusión de la salud habrían sido demoledores"
Eso sí, Cáritas no hace leña del árbol caído y ensalza el sistema público sanitario, "puesto que, si bien los niveles de exclusión en salud se han incrementado, lo han hecho de forma muy moderada, teniendo en cuenta la naturaleza y virulencia de la crisis. Y es justo señalar esto porque si la pandemia nos hubiera azotado con la misma intensidad, pero sin contar con un sistema universal de cobertura sanitaria, los impactos en la exclusión de la salud habrían sido demoledores".
La precariedad laboral es uno de os factores que repercute negativamente en la salud de la población, como señala el informe. "Así, en uno de cada cinco hogares en situación de pobreza severa (20,5%), la persona sustentadora principal está activa, pero en inestabilidad laboral grave; es decir, en el último año ha tenido más de 3 contratos, ha trabajado en más de 3 empresas o ha estado más de tres meses desempleada. Una inestabilidad laboral grave que interfiere en la vida cotidiana de las personas que la viven, como demuestra el hecho de que en el 19% de estos hogares han tenido que dejar de seguir un tratamiento médico o comprar medicamentos por no poder permitírselo".
via Noticias de diariomedico.... https://ift.tt/3AiEc83
No hay comentarios:
Publicar un comentario