El personal de enfermería del Servicio Gallego de Salud (Sergas) puede desde el día 1 de este mes de octubre indicar productos sanitarios y algunos medicamentos a través de la receta electrónica integrada en la historia clínica de cada paciente.
El Sergas dio así un nuevo paso hacia la prescripción enfermera en esta Comunidad Autónoma después de que el pasado mes de julio aprobase la orden para acreditar a estos profesionales, tanto de ámbito público como privado, en la indicación, uso y autorización de la dispensación de medicamentos y productos sanitarios de uso humano. En estos momentos, un total de 16.000 cuentan con dicha acreditación.
El Sergas considera que se trata de un “importante avance” para la asistencia sanitaria en general y la capacidad resolutiva de la enfermería. La dispensación enfermera comienza por el personal que trabaja en los centros de salud para que progresivamente se vaya sumando atención hospitalaria, lo que tiene que ver con el hecho de que por ahora esa posibilidad de indicación está vinculada al tratamiento de las heridas o a los fármacos que no precisan receta médica.
Es por ello que los representantes del sector son cautos a la hora de realizar una valoración. A juicio del Colegio de Enfermería de Pontevedra, el proceso hacia la prescripción está siendo lento y quedan aún pasos que dar, la prescripción enfermera no se ha trasladado todavía de la teoría a la realidad de la práctica clínica en toda su amplitud.
“El Colegio apuesta por la autonomía en el ejercicio de la profesión y todo avance se celebra, pero vamos con mucho retraso, ya que el Real Decreto que habilita a la enfermería para la prescripción es del 2015”, recuerda Javier Pérez Estévez, abogado de la entidad colegial.
Dos requisitos
El problema es que existen dos requisitos, de los cuales solo uno está zanjado, el de la acreditación, que facilitó el Sergas con la orden del mes de julio. Pero el segundo es que la Dirección General de Salud Pública valide guías de práctica clínica y asistencial sobre la actuación enfermera en materia de indicación, uso y autorización de la dispensación de medicamentos sujetos a prescripción médica. Y hasta el momento solo se ha validado la que tiene que ver con el tratamiento de las heridas.
“Tendríamos que disponer ya de guías para otros ámbitos, por ejemplo para la atención a pacientes crónicos, muy importante en el día a día de la enfermería”, señala Pérez Estévez.
El abogado del Colegio de Pontevedra aduce, además, que esta situación aboca al personal de enfermería a seguir desarrollando su actividad sin seguridad jurídica: “Las enfermeras están dando el Sintrom y poniendo vacunas, son funciones que asumen por su capacitación y por lógica, pero que hacen sin que exista una normativa que las esté respaldando”.
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