El caso del intercambio por error de dos niñas de Logroño cuando eran recién nacidas ha conmovido a parte de la sociedad. Para tranquilizar sobre los procesos de identificación de los niños al nacer, el Consejo General de Enfermería ha enviado un comunicado con declaraciones de Guadalupe Fontán, enfermera del Instituto de Investigación del Consejo General de Enfermería, un día después de que la consejera de Salud de La Rioja, Sara Alba, se manifestara al respecto.
En primer lugar, Fontán aclara que este caso es "totalmente excepcional y más con las medidas que se han puesto en marcha y que tenemos a día de hoy. Sobre la identificación inequívoca del recién nacido, la experta ha señalado que "es una de las prioridades de los sistemas de calidad que tiene todo el Sistema Sanitario".
"La primera medida para evitar que estos casos ocurran es el fomento de la no separación de la madre y el bebé"
Ha recordado que "está recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), figura en la Estrategia de Calidad y, además, cada comunidad autónoma tiene su propias normativa para hacer que los centros cumplan y den garantías de seguridad en este sentido".
"La primera medida para evitar que estos casos ocurran es el fomento de la no separación de la madre y el bebé desde el mismo momento del nacimiento. Por lo tanto, en el momento en el que se produzca el nacimiento, ya sea en el paritorio o en un quirófano, es en ese momento donde los profesionales, antes de que se haya producido ninguna separación, realizan esa identificación. Se hace con brazaletes, tanto para la madre como para el hijo y además con unos códigos identificativos con un número que es exclusivo para cada recién nacido, para cada niño. Esos códigos van tanto en la pinza del cordón umbilical como en el brazalete de la madre y del niño. Además, hay algunas instituciones que suman muestras sanguíneas para la identificación de ADN", ha explicado Fontán.
Con esos códigos de seguridad, tanto código número como código de barras, "los profesionales sanitarios hacen comprobaciones frecuentes. Cada vez que van a hacer una intervención o una actividad sanitaria tienen la responsabilidad de confirmar la identidad tanto de la madre como del bebé, con lo cual, si hubiera algún error, eso saltaría y se darían cuenta de ese error", ha añadido.
Desde el Consejo General de Enfermería han recordado que "las sociedades científicas recomiendan la combinación de estos métodos de identificación inequívoca y de garantía, puesto que se ha demostrado que sólo el uso de la huella plantar no es lo suficientemente seguro, pues en muchos casos tiene limitaciones, porque es muy difícil realizar correctamente la muestra del bebé y además la huella no está bien formada, en los niños puede cambiar, por lo tanto, no es un método que se pueda usar aisladamente y que dé garantías de seguridad”.
Consejera de Salud de La Rioja
Sobre este asunto también se manifestó la consejera de Salud de La Rioja, Sara Alba, ayer martes: "La investigación por el intercambio de dos bebés en el año 2002 en el antiguo Hospital San Millán de Logroño atribuye a un error humano esta situación", afirmó.
"Han cambiado los sistemas de identificación en estos años y los procedimientos son seguros y fiables"
La consejera explicó que no se ha podido concluir quién fue el autor de ese error humano dado que "los sistemas de identificación con los que se contaba antes no estaban con tanto detalle como ahora".
Cronología del caso
Este caso se remonta a 2002, cuando dos niñas nacieron el mismo día en el Hospital San Millán de la capital riojana, que ya no existe. Ambas precisaron estar en incubadora, tras lo que cada una de ellas fue entregada a los padres de la otra, según ha avanzado este martes el diario La Rioja.
En 2017, la abuela de una de las niñas interpuso una demanda de alimentos contra el padre de su nieta, a lo que este se negó al decir que no era su hija. El Juzgado de Primera Instancia número 1 de Logroño ordenó entonces una prueba de ADN, que confirmó que el hombre no era el padre biológico.
También se constató que esta niña, que entonces tenía 15 años, tampoco tenía una relación genética con la que consideraba su madre, y en 2018 reclamó la averiguación de su identificación con arreglo al principio de veracidad biológica. Hace tres años falleció la supuesta madre biológica de esta niña y aún se está pendiente de conocer el resultado de la prueba de ADN realizada, en enero pasado, a su supuesto padre biológico.
Reclamación patrimonial
Este caso se judicializó durante la legislatura pasada, explicó Alba, quien ha confirmado que su consejería está "profundamente volcada en resolver la reclamación patrimonial solicitada y con absoluto respeto a los procedimientos judiciales y con la máxima colaboración con la Justicia".
Ha recordado que "hay un procedimiento administrativo de reclamación patrimonial, que está suspendido porque el judicial tiene prioridad", por lo que, "hasta que no acabe el judicial, no se podrá resolver el administrativo". "Estamos a disposición de la familia para dar el apoyo necesario que pueda necesitar, manteniendo la confidencialidad y el respeto que requieren este tipo de situaciones", insistió.
La Consejería de Salud, en estos momentos, "garantiza que esta situación no puede volver a suceder", resaltó, dado que "han cambiado los sistemas de identificación en estos años y los procedimientos son seguros y fiables". Transmitió un mensaje de tranquilidad a la población pues en 2002 se realizaba una ficha personal con huella digital que luego se modificó con huella plantar.
En la actualidad se utiliza una muestra de sangre del cordón umbilical. "Es importante destacar que estos procedimientos actuales permiten afirmar que sería imposible que algo así, a día de hoy, volviera a ocurrir"
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