No ha lugar. Medicina Interna, la especialidad generalista por antonomasia, la tercera que más plazas MIR repartirá en la convocatoria 2021-2022, no quiere ni oír hablar de la descentralización autonómica del sistema de formación sanitaria especializada. El 90% de los residentes y especialistas que ha respondido a una encuesta específica de la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI) considera que la gestión del modelo formativo debe seguir siendo nacional.
La intención manifestada en las últimas semanas por Cataluña de abordar con el Ejecutivo de Pedro Sánchez la posibilidad de que la Generalitat asuma determinadas competencias en la gestión del MIR ha llevado a la SEMI a preguntar a sus socios sobre la actual configuración del modelo y la hipotética asunción de una gestión más descentralizada, autonómica o incluso hospital por hospital.
El acuerdo de coalición que firmaron en su día PSOE y Unidas Podemos para configurar el Gobierno nacional contemplaba de forma explícita (punto 9.4) la posibilidad de traspasar a la Generalitat "aquellas competencias pendientes ya reconocidas en el Estatut de Cataluña en materias como la gestión de becas universitarias, la formación sanitaria especializada, el salvamento marítimo o la ejecución de la legislación laboral en el ámbito del trabajo, el empleo y la formación profesional".
El eco de ese acuerdo, que parecía relativamente en sordina, se ha revitalizado en las últimas semanas cuando representantes del Gobierno nacional y del Ejecutivo de Pere Aragonès anunciaron a principios de agosto su intención de crear un grupo de trabajo específico para estudiar la viabilidad de que el Ejecutivo autonómico asumiera esas competencias, incluidas las del sistema MIR, aunque, de momento, no han hecho concreción alguna sobre el alcance y naturaleza de esa asunción.
Lo único claro es que la comisión bilateral Generalitat-Estado, creada por el Estatuto de Autonomía en 2006, enumera hasta 56 competencias pendientes de revisión entre ambos ejecutivos.
A modo de venda antes de la herida y para dejar clara la posición del colectivo de especialistas a los que representan, la SEMI ha preguntado a sus socios sobre una posibilidad que, por otra parte, despierta muchos recelos (cuando no una abierta oposición) entre los profesionales sanitarios. De los 594 internistas que han respondido al sondeo de la sociedad (500 especialistas y 94 de residentes), 9 de cada 10 coinciden en que la gestión del sistema MIR debe seguir siendo nacional.
Esa convicción es prácticamente unánime tanto entre los especialistas en ejercicio como entre quienes se están formando para ejercer como tales: el 90,43% de los MIR participantes en el sondeo aboga por mantener las cosas como están, frente a un 7,37% que no vería con malos ojos una descentralización autonómica, y apenas y un 2,20% que se decanta por una gestión independiente de cada hospital. En el caso de los internistas en ejercicio, el convencimiento sobre las bondades del modelo actual es aún mayor: el 94,4% del medio millar de especialistas que ha respondido al requerimiento de su sociedad cree que la gestión del MIR debe seguir siendo nacional. Sólo el 3,8% habla de cedérsela a las autonomías, y un simbólico 1,8% la prefiere hospital por hospital.
En términos globales, sin discernir entre internistas titulados y MIR, el 93,4% de los encuestados cree que la gestión debe ser nacional; el 4,7%, autonómico y sólo el 1,9% de cada uno de los hospitales.
El sondeo la SEMI se engloba dentro de la encuesta-barómetro mensual que, bajo el título de "Pregunta SEMI del mes", la sociedad científica envía regularmente a sus socios para pulsar su opinión sobre temas de actualidad o que tengan un interés específico para el colectivo.
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