En la Comunidad de Madrid, un 80% de los medicamentos que precisan visado contarán con lo que Elena Mantilla, directora general de Inspección Sanitaria de la región, ha denominado "visado por autocontrol": dichos fármacos serán visados sólo una vez por la Inspección Médica y, a partir de ahí, se visarán automáticamente en la tarjeta sanitaria del paciente. Está previsto que esta iniciativa se implante en las próximas semanas.
Ha sido la propia Mantilla la que ha anunciado la medida este martes durante el encuentro digital El futuro del visado, organizado por Europa Press con la colaboración de Novo Nordisk y moderado por periodista María Pín, en el que ha participado junto a otros tres expertos del ámbito de la política y de la economía de la salud: José Ignacio Echániz, diputado en la Comisión de Sanidad del Congreso de los Diputados; Guillermo Díaz, portavoz de Ciudadanos en la Comisión de Sanidad del Congreso de los Diputados, y Jorge Mestre, economista de la Salud y profesor asociado de la Universidad Carlos III. Los cuatro han coincido en que es necesario revisar el actual sistema de visados (suspendido durante la pandemia, pero que varias autonomías ya han reestablecido) para conseguir que siga siendo una herramienta de control y seguridad para el paciente, y no un "obstáculo" burocrático en el acceso a los tratamientos.
Sobre este asunto, Mantilla ha explicado que en su región, a raíz de la pandemia, se suprimieron los visados y que, junto a médicos y farmacéuticos, se estudió qué medicamentos podían ser susceptibles de prescindir de ellos. Según ha afirmado, la experiencia de estos meses ha demostrado que el sistema anterior precisaba un replanteamiento: "La pandemia nos ha enseñado que un año y medio después esta suspensión del visado ha funcionado". Entre los motivos que llevan a esta conclusión ha expuesto que se ha evitado el desplazamiento de enfermos graves a centros de salud, se ha mejorado la adherencia a los tratamiento y no se ha traducido en un mayor gasto vinculado a la Inspección.
Junto a este 80% de medicamentos con visado que pasarán a tener ese "visado por autocontrol", la directora general de Inspección Sanitaria de la Comunidad de Madrid ha anunciado que determinados medicamentos, "que precisan un control exhaustivo", van ha seguir con el visado tradicional (entre ellos, productos nutricionales y medicamentos para tratamientos de reproducción asistida), mientras que "habrá una minoría de medicamentos en los que se va a eliminar el visado".
Trabas y burocracia
Tras Mantilla, Échaniz ha intervenido para destacar que, si bien los visados son una herramienta que busca garantizar el control de determinados medicamentos por su coste y para velar por la seguridad del paciente, esta medida, con el paso del tiempo, se ha convertido "en una barrera, en un obstáculo, en una traba y en un retraso en el acceso a determinados tratamientos"; y ha supuesto un aumento de la burocratización.
Además, ha señalado que esto perjudica a los pacientes más vulnerables y ha defendido que es necesario buscar "alternativas inteligentes" para mejorar esta herramienta y así mejorar el acceso a los tratamientos. Ha aplaudido la iniciativa adoptada por la Comunidad de Madrid y ha señalado que es ahora el Ministerio de Sanidad quien tiene el reto de "homogeneizar" esto para evitar que se den situaciones dispares entre regiones.
Adaptación a lo digital
Durante su intervención, Díaz ha destacado que el visado es "una herramienta muy obsoleta para un mundo digital", a pesar de su papel en el control de determinados medicamentos. "A lo mejor el mundo digital nos abre la puerta a herramientas nuevas", ha planteado. Además, ha propuesto que se estudio realmente su efectividad y ha señalado que cualquier revisión que se haga en este ámbito debe venir desde el Gobierno central para evitar así desigualdades entre comunidades autónomas.
Por ello, ha defendido que es necesario que el análisis sobre el impacto de la supresión del visado de medicamentos se haga a nivel nacional y ha planteado que sería necesario medir la repercusión de esa supresión en otras partidas sanitarias (como las esperas en Atención Primaria o el gasto farmacéutico), ya que pueden ser indicadores que reflejen otros beneficios que puede aportar esta iniciativa
Por su parte, Mestre, durante su intervención, a raíz del debate planteado, ha ilustrado el impacto de las enfermedades crónicas en el sistema sanitario poniendo como ejemplo la diabetes. Según ha expuesto, más de cinco millones de personas padecen esta enfermedad y hay un elevado grupo de pacientes aún sin diagnosticar.
Con esta cifra en la mano, ha señalado que la diabetes tipo 2 tiene un coste de 5.809 millones de euros (lo que supone un 8,2% del gasto sanitario total) y que el 37% de los costes de la diabetes se deben a complicaciones: enfermedades cardiovasculares, hipoglucemias (leves y graves) y problemas de peso.
Ir "más allá" en política sanitaria
Tras esta exposición de datos sobre el impacto económico de la enfermedad, el experto se ha sumado al planteamiento de revisar el sistema de visados: "A lo mejor en su formato original sí tenía gran sentido, pero ahora estoy de acuerdo en que este país requiere una estrategia de política farmacéutica, más allá del visado, que haga una evaluación".
Y ha concluido: "Durante estas dos últimas décadas en España ha habido varios planes de política farmacéutica que se han publicado y que se han quedado en documentos. Ahí pido a los políticos decisores que se intente ir más allá".
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