La colaboración de un equipo multidisciplinar en el marco de una unidad de terapias biológicas supone una herramienta de gestión y coordinación asistencial que facilita la transferencia de información bidireccional entre clínicos y gestores y la aplicación de nuevos modelos de gestión. Todo ello, redunda, asimismo, en la promoción de la I+D+i y en la introducción de la innovación, “que es lo que va a cambiar el futuro de nuestros pacientes”, según ha expuesto Alberto Morell Balandrón, jefe del Servicio de Farmacia del Hospital Universitario La Princesa (Madrid), en el marco 22 Congreso Nacional de Hospitales y Gestión Sanitaria, que se celebra desde hoy hasta el viernes en Málaga.
Los fármacos biológicos existen en un escenario complejo y tremendamente cambiante y, por ello, el Hospital de la Princesa configuró hace nueve años una unidad funcional y multidisciplinar, formada por Farmacia Hospitalaria, Dermatología, Reumatología, EII , Neurología y Sistemas de información, entre otros servicios, para contribuir al mejor uso de las terapias biológicas en enfermedades inflamatorias mediadas por inmunidad (EIMI), atendiendo a criterios de rigor científico, seguridad, coste-efectividad y equidad...
Además, Morell ha añadido, que los objetivos específicos eran, entre otros, “actualizar los protocolos, analizar el patrón de uso de biológicos, conocer el coste real, optimizar coste-efectividad, definir indicadores de uso de terapias biológicas y objetivos de calidad y el intercambio de experiencias y proyectos comunes”.
En la práctica, ha apuntado, los análisis de datos de utilización de fármacos, sumados a los nuevos conocimientos que se han ido incorporado y los resultados clínicos obtenidos, ha permitido una mayor “optimización terapéutica”. A ello se ha sumado también los análisis de costes de los tratamientos, que posibilitan definir la coste-efectividad de los mismos y ahondar en esa “optimización”.
Ello ha permitido, entre otras cuestiones, calibrar la eficacia y eficiencia de las primeras líneas de tratamiento, “que duran entre un 20 y un 80% más de tiempo que las segundas”. En definitiva, como ha incidido Morell, son pasos para facilitar la introducción de la innovación, pero preservando también la sostenibilidad del sistema.
Nuevos retos
Morell ha hecho hincapié también en que la importancia del análisis del entorno de los biológicos queda corroborada porque “cada día hay pacientes con tratamientos más complejos (definidos por presentar tres o más líneas de tratamiento)”, sin olvidar situaciones específicas, como la de las embarazadas.
Además, la pandemia de la covid-19 ha agudizado un tema que ya daba signos de importancia antes de la misma: la comunicación a distancia con los pacientes. Según Morell, “se habla de telemedicina y telefarmacia, pero creo que es en realidad teleasistencia”. En este contexto, tras una experiencia piloto prepandemia, desde diciembre de 2020 están desarrollando un programa de envío de fármacos a los pacientes, incluyendo “consulta telefónica o presencial en el primer envío y sucesivos”. Para el especialista, también es muy importante conocer cómo los pacientes visualizan y valoran el papel de los profesionales, señalando la importancia de que exista una buena comunicación e información a los usuarios.
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