Celebramos hoy el centenario natal de uno de los mejores médicos escritores españoles de la historia: el malogrado psiquiatra Luis Martín-Santos, quien con su Tiempo de silencio revolucionó en 1962 la literatura española del siglo XX. Dado que en este Laboratorio del lenguaje hemos hablado ya tanto del autor como de su novela, aprovecho ahora la efeméride para reproducir sesenta años después la nota de prensa que, en doble versión —censurada para la prensa española, completa para la prensa extranjera— emitió la Editorial Seix Barral en enero de 1964, nada más conocerse el accidente de tráfico en el que perdió la vida el joven psiquiatra escritor.
El día 21 de enero falleció en Vitoria a consecuencia de un accidente de automóvil el novelista y neuro-psiquiatra Luis Martín-Santos. Aparte de numerosas comunicaciones y estudios profesionales, Luis Martín-Santos había publicado en 1955 un extenso ensayo con el título Dilthey, Jaspers y la comprensión del enfermo mental, en 1962 la novela Tiempo de silencio (Seix Barral, Barcelona) y está actualmente en prensa un ensayo con el título Libertad, temporalidad y transferencia en el psicoanálisis existencial. Tiempo de silencio ha aparecido ya en versión holandesa (Tjid van zwijgen. Meulenhoff, Amsterdam, 1963) y francesa (Les Demeures du silence. Éditions du Seuil, París, 1963) y están próximas a aparecer las versiones alemana (Rowohlt Verlag, Hamburgo), inglesa (John Calder, Londres), norteamericana (Harcourt, Brace & Co., Nueva York), sueca (Albert Bonniers Förlag, Estocolmo), portuguesa (Editora Arcadia, Lisboa), italiana (Feltrinelli, Milán), danesa, checa, serbocroata, etcétera. La aparición de la novela en Francia ha sido saludada por la crítica de la prensa, las revistas, la radio y la televisión con entusiasmo que pocas veces otorga a la joven literatura española. En un largo artículo publicado en Le Figaro Littéraire el 15 de enero de 1964, Luc Estang no vacilaba en calificar al joven novelista de «sin duda alguna el mejor escritor de su generación» y en otro largo artículo aparecido a fines de diciembre en Les Lettres Françaises, Tristan Renaud afirmaba: «la literatura española contemporánea no acostumbra a ofrecernos este tipo de búsqueda, esa explosión de la frase. Antes que a Cervantes, que a Goya…, es al Ulises de James Joyce a lo que el libro nos remite».
Luis Martín-Santos deja abundante obra inédita, novelas, relatos, estudios científicos, entre la que destaca una novela enormemente ambiciosa en la que trabajaba desde hace años y que está probablemente inacabada.
Luis Martín-Santos nació en Larache (Marruecos) en 1924. Residió en San Sebastián desde 1929. Terminó los estudios secundarios y comenzó la carrera de medicina en la Universidad de Salamanca, en 1940. Se licenció en medicina con premio extraordinario en 1946. En 1947 se doctoró por la Universidad de Madrid. Realizó investigaciones quirúrgicas en el Consejo Superior de Investigaciones Científicas y obtuvo una plaza de cirujano de guardia por oposición en el Hospital General de Madrid. En 1948 abandonó la cirugía para dedicarse a la psiquiatría. En 1949 obtuvo por oposición la plaza de director del Manicomio de Ciudad Real. En 1950 realizó estudios e investigaciones en Alemania. En 1951 ganó por oposición la dirección del Sanatorio Psiquiátrico de San Sebastián, que ha ejercido hasta su muerte. En esa misma fecha publicó una serie de trabajos sobre psicosis alcohólicas. En 1952 contrajo matrimonio con Rocío Laffon, de la que tuvo tres hijos. Su esposa murió de accidente en la primavera de 1963. Durante los últimos años se ha dedicado simultáneamente a la investigación y a la literatura.
(Solo prensa extranjera)
En 1957 fue detenido por primera vez por motivos políticos, junto con el diplomático Vicente Girbau, pero fue puesto en libertad sin proceso. En noviembre de 1958 es detenido por segunda vez en la redada llamada de los intelectuales socialistas, junto con Antonio Amat, Juan Reventós, Vicente Urcola, Joaquín Pradera y otros; fue procesado y permaneció cuatro meses en la prisión de Carabanchel. En mayo de 1959 fue de nuevo detenido, esta vez en compañía de Santiago Antón, en la actualidad catedrático de Filosofía de la Ciencia en la Universidad de Caracas. Estuvo preso cuatro meses y medio en la prisión de Carabanchel. Durante ese periodo de prisión fue sacado cotidianamente de ella por espacio de veinte días para realizar los ejercicios de oposición a cátedra de psiquiatría de la Universidad de Salamanca, bajo vigilancia de la policía. A fines de septiembre de ese año fue puesto en libertad en estado de prisión atenuada, con confinamiento en San Sebastián, situación en la que permaneció hasta su muerte. En agosto de 1962 fue de nuevo llevado a la prisión de Carabanchel por espacio de algunos días. En el accidente que le ha costado la vida sufrió heridas gravísimas su padre, médico cirujano. ♦
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