La especialidad de medicina del trabajo es una especialidad relativamente joven y muy desconocida, incluso entre sus colegas médicos. Por supuesto trabaja en colaboración con otras especialidades, pero además de manera muy estrecha e imprescindible con los técnicos en prevención de riesgos laborales en seguridad, higiene y ergonomía y psicosociología.
Su propósito principal es prevenir el daño antes de que se produzca, y si actúa cuando se ha producido de alguna forma ha fracasado.
El aspecto más conocido por millones de trabajadores es el reconocimiento médico que a pesar de que ha ido convirtiéndose en más específico que hace años sigue manteniendo un formato poco útil para su propósito, en mi opinión, y creo que debería desaparecer tal y como lo conocemos para desarrollar otros aspectos que proporcionan mucha mayor información y con mayor utilidad.
No queremos ser internistas, ni médicos de familia, ni vigilantes del absentismo, ni médicos de botiquín, aunque de todo ello o hemos pecado o hemos tenido tentaciones.
Pero los que entienden de riesgo en el puesto de trabajo son sus especialistas. No es el colegio de enfermeros o de médicos, ni las asociaciones profesionales, ni las sociedades científicas, sean de anestesia, de cirugía, de farmacia o cualquiera otra, ni los sindicatos, incluidos los de médicos.
No debería existir un solo puesto de trabajo en el que no hayamos colaborado en su diseño para evitar dañar la salud del que lo ocupe. Ningún material de protección, especialmente de carácter personal, debería comprarse sin el visto bueno de los servicios de prevención de riesgos laborales. Y todo trabajador cuya salud se lesione de forma aguda o continuada en el tiempo debe ser evaluado bien para corregir el puesto o para cambiar al trabajador.
En un momento en el que se buscan responsabilidades por los daños de trabajadores, especialmente sanitarios, y en el que se mira a los médicos del trabajo y servicios de prevención de hospitales y sistemas sanitarios por falta de protección frente a un riesgo como el coronavirus, es imprescindible saber si los han dejado colaborar en la definición de protocolos de prevención desde el comienzo de la crisis, si se les han solicitado los requisitos técnicos para la autorización para la compra de equipos dentro y fuera de nuestras fronteras y si se les consultan los pasos para avanzar en los puestos de trabajo en la vuelta a la normalidad. Aunque sospecho que la respuesta a los últimos puntos, a todos, es negativa.
Es el momento de cumplir con claridad no sólo en empresas privadas, sino en la administración en cuanto que son empresa de trabajadores sanitarios, de profesores y de tantos otros la obligación legal existente de que la protección de los trabajadores, cada uno conforme a sus riesgos, sea claramente definida por los Servicios de Prevención de Riesgos Laborales, que nada se diseñe sin su colaboración, que los equipos de protección que se compren sean previamente autorizados por características definidas por ellos, y que pasen de tener el papel asesor que tienen en la actualidad, a un papel ejecutivo en la protección global de los trabajadores, desde el momento de su incorporación.
Por el bien de la salud de los trabajadores.
coronavirus Off Rafael Timermans del Olmo. Médico del Trabajo Offvia Noticias de diariomedico.... https://ift.tt/2MJfqHW
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