¿Voy a dar la talla? ¿Estaré lo suficientemente formado para afrontar una especialidad? ¿Qué pensarán mis compañeros de mí? ¿Causaré buena impresión? Son algunas de las preguntas que muchos residentes se han hecho a la hora de comenzar la especialidad.
En un mes (entre el 21 y el 25 de septiembre) millares de profesionales comenzarán su etapa de formación sanitaria especializada en los distintos centros del país. Para ayudar a vencer las incertidumbres y miedos que pueden surgir al enfrentarse a los primeros días de residencia, este periódico recoge las voces de tres profesionales que recuerdan cómo fueron sus primeros días como residente y qué recuerdos guardan de ese periodo.
¿Cómo fue el primer día?
"Es normal que el primer día te sientas completamente perdido, ya que no sabes nada sobre cómo funciona un hospital. Sin embargo, pronto te das cuenta que tienes el apoyo de tus residentes mayores [R mayores] y de compañeros que suelen aconsejarte y arroparte siempre y que no te dejan solo", explica Luis Lobato, médico que terminó la residencia de Neumología en el Hospital Universitario La Paz (Madrid) el pasado mayo.
Por su parte Rubén Iglesias, residente de tercer año (R3) de Farmacia Hospitalaria en el Hospital Universitario y Politécnico La Fe (Valencia), explica que experimentó diversas sensaciones en sus primeros días como residente: "Nos empezaron dando una charla formativa en el Salón de Actos, nos enseñaron el hospital y nos dieron una guía para saber ubicar dónde estaba cada servicio; eso me hizo sentir bastante acogido. Además, en el primer día ya fui a Farmacia y allí me presentaron en el pase de la guardia; algo que me dio algo de vergüenza, ya que iban a ser mis futuros compañeros".
Elena Suárez, enfermera que acaba de finalizar la especialidad de Familiar y Comunitaria en el Hospital del Consorcio Sanitario de Tarrasa (Barcelona), también recuerda con detalle algunas vivencias de su primer día: "Estaba muy nerviosa, ya que iba a conocer a los que serían mis futuros compañeros; pero creo que es algo normal, ya que llegas a un sitio en el que todo es nuevo. Nos hicieron un acto de presentación a todos juntos donde nos explicaron el funcionamiento del hospital y luego, a los médicos y enfermeras de Familiar y Comunitaria nos explicaron más detenidamente nuestra área y nos presentaros a los que iban a ser nuestros tutores".
¿Algún miedo o temor?
Sobre el miedo al primer día, Lobato defiende que es algo normal, ya que se te pasan por la cabeza muchas dudas: "¿Estaré a la altura? ¿Tendré el conocimiento suficiente? Son preguntas iniciales que uno se hace, ya que nunca te ha enfrentado a situaciones que sabes que se van a dar en tu día a día. Sin embargo, con la experiencia y conforme pasa el tiempo, ese miedo se va superando".
De un modo similar piensa Suárez, quien recuerda algunas de las incógnitas que pasaron por su cabeza en los primeros días de residente: "Me encontraba ante algo nuevo y, más que sentir miedo, me planteaba a mí misma si me adaptaría bien o si encajaría".
Iglesias también comparte que tener dudas son algo lógico en los primeros días. "Tienes miedo a no integrarte bien, a caer mal o a no tener buena relación con tus compañeros. Sin embargo, debes ser consciente de que lo importante es formarte y de que el tiempo hace que consolides la relación con tus compañeros y que te integres, no sólo con los de tu servicio, sino con los de otros servicios. La clave está en ser abierto y receptivo, pero sin dejar de ser tú", asegura.
¿Cómo fue la acogida?
Todos ellos coinciden en que la acogida que recibieron fue de gran ayuda para vencer cualquier temor con el que pudiesen llegar a la residencia. "La mía fue muy buena. La gente sabe que eres nuevo e intenta hacerte la entrada lo más amena posible. Siempre tienes a tus R mayores y a tus co R apoyándote y los que llevan más años que tú suelen ayudarte siempre que quieres intercambiar experiencias y sensaciones con ellos", afirma Iglesias.
Suárez, al hacer memoria sobre cómo fue su recepción en el hospital, afirma que fue "muy buena" y que recibió un importante apoyo tanto de compañeros como de R mayores y co R.
Al igual que Iglesias y Suárez, Lobato también asegura que su acogida fue "muy buena" y que se sintió muy arropado: "Todo el mundo tiene presente que acabas de llegar a un mundo nuevo, por lo que te apoyan, están pendientes y tienen mucha atención contigo".
Mensaje para vencer el miedo
De cara a vencer posibles miedos frente a los primeros días de residencia, Suárez recomienda a los futuros residentes que vayan sin temor y que disfruten de cada momento: "Yo les aconsejo que no tengan ningún miedo porque es una experiencia muy bonita; muy dura, pero muy bonita, en la que se aprende muchísimo y se hacen muy buenos amigos".
Iglesias, por su parte, se muestra rotundo a la hora de lanzar ánimos a los futuros profesionales que están a punto de comenzar la especialidad: "Al principio no debes exigirte mucho; todo lleva su tiempo. Sé proactivo, mantén una buena actitud y sé consciente de que podrás ir aportando más a medida que vayas conociendo cómo funcionan las distintas mecánicas de tu servicio. Aprovecha mucho la formación para poder dar todo de ti".
Lobato también tiene claro el mensaje que da a los nuevos residentes: "Intenta que el miedo se convierta en respeto hacia algo que aún no conoces y confía en que, poco a poco, vas a ir aprendiendo hasta conseguir desenvolverte. Confía en que te vas a sentir muy arropado y disfruta mucho, porque se pasa muy rápido".
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