La Asociación de Enfermería Comunitaria (AEC) y la Federación de Asociaciones de Enfermería Comunitaria y Atención Primaria (Faecap) consideran que no es necesaria la creación de una red específica de enfermeras escolares dedicadas exclusivamente a prestar atención sanitaria en los colegios.
“No estamos a favor de una enfermera escolar, sino de una enfermera comunitaria que haga intervención en el ámbito escolar, como cualquier otro ámbito dentro de las competencias de la atención primaria, que es un modelo integral, integrado e integrador”, explica a este periódico José Ramón Martínez-Riera, presidente de la AEC.
En opinión de ambas sociedades científicas, “crear redes paralelas de enfermeras escolares ajenas a la AP y a los centros de salud sería un grave error que incluso perjudicaría y debilitaría al primer nivel y, lo que es más grave, al mejor desarrollo de la salud actual y futura en los ámbitos escolares”.
Ni eficaz, ni eficiente
Para dar la respuesta más adecuada a las necesidades en salud en el ámbito escolar, tanto en la actual situación de pandemia como en cualquier otro contexto o momento, ambas sociedades científicas entienden “que no es eficaz, y menos aún eficiente, crear una red de enfermeras escolares independiente y desvinculada de la AP y de los equipos de primaria”, reza el posicionamiento rubricado por Javier Carrasco Rodríguez, presidente Faecap, y por Martínez-Riera.
Recuerdan, además, que los equipos de AP de los centros de salud tienen la función y son competentes para el desarrollo de la salud comunitaria, de la que la salud escolar es una parte fundamental.
“La especialidad de Enfermería Familiar y Comunitaria se creó precisamente para dar adecuada respuesta a las necesidades en salud en el ámbito comunitario del que una parte fundamental es el escolar. Las enfermeras de los centros de salud deben prestar una atención integral a la salud de los ciudadanos, también de los escolares, favoreciendo la cooperación mutua con otros sectores, siendo el educativo uno de los principales”.
Fragmentar la salud de los escolares
El texto también hace especial hincapié en que sería “una fuente de ineficiencia y un grave error fragmentar la atención a la salud de los escolares, creando una red paralela y desvinculada de los profesionales de atención primaria que atienden habitualmente y de forma continuada a la salud de esos niños sus familias, así como de la comunidad educativa”.
La respuesta a las necesidades en salud de niños y jóvenes en el ámbito escolar ha de hacerse desde los equipos de AP y de sus enfermeras
Ningún estudio riguroso -añade el documento- demuestra la eficacia de una red específica de enfermeras escolares. “En los países en que sí existe es debido a que no cuentan con una atención primaria como la existente en España, con una red de centros de salud con equipos multiprofesionales que dan respuesta a las necesidades del conjunto de la población, integrando las actividades de promoción de salud, de prevención, de atención y rehabilitación de salud”.
Competencias en el ámbito escolar
Precisamente por ello, ambas sociedades científicas creen necesario identificar y concretar las competencias de las enfermeras de los centros de salud en el ámbito escolar, así como cuantificar los recursos para su desarrollo.
“Datos oficiales de muy diversos organismos nacionales e internacionales reflejan la escasez de enfermeras de AP en España, representando una de las peores ratio enfermera/habitante de todos los países de la OCDE. El adecuado desarrollo de las competencias que se definan para la salud escolar por parte de las enfermeras de los centros de salud hace imprescindible cuantificar las contrataciones de nuevas enfermeras con las que se pueda garantizar cubrir las necesidades existentes, mediante trabajo en equipo y la organización más adecuada”.
Promoción de la salud
La salud escolar, según estas sociedades científicas, no puede ni debe limitarse únicamente a labores asistenciales, “siendo fundamental la orientación de las escuelas hacia la promoción de la salud, trabajando las enfermeras comunitarias en estrecha colaboración con los profesionales de la educación, padres y madres y otros recursos comunitarios”.
Precisamente por ello, la AEC y Faecap explican en su posicionamiento que quieren hacer un llamamiento a políticos, gestores, profesionales y ciudadanía en general para el mejor desarrollo de la salud escolar en España, “adoptando para ello las medidas más eficaces, planificando y articulando adecuadamente los procesos de intervención y participación comunitaria, generando indicadores de evaluación y dando el uso más eficiente a los recursos existentes y los que se puedan requerir para dar cumplida respuesta a las necesidades identificadas”.
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