Año 1949, en plena segunda posguerra mundial: recién licenciado en medicina, Giuseppe Bonaviri (1924-2009) regresa a su localidad natal de Mineo, en la Sicilia profunda, para ejercer allí la medicina durante siete años en condiciones de extrema escasez y penuria. Su vocación literaria le lleva a aprovechar el talonario de recetas para escribir en lenguaje poético —con tinta elaborada por él mismo— unos «apuntes para un diario de un médico siciliano» que, años después, ya en Frosinone, se convertirían en este librito autobiográfico: L’enorme tempo.
Por sus páginas desfilan los prejuicios y supersticiones de los campesinos; la emigración a Suiza, Argentina o Australia; enfermedades como la tosferina, la desnutrición, la fiebre de Malta y la triquinosis; las vacunaciones colectivas; los mil y un alifafes de la miseria. Una medicina que hoy parece antediluviana, pero que fue la de nuestros abuelos.
Fernando A. Navarro
Recién licenciado en medicina, Giuseppe Bonaviri regresa a su localidad natal de Mineo, en la Sicilia profunda, para ejercer allí la medicina durante siete años en condiciones de extrema escasez y penuria. Off Fernando A. Navarro Offvia Noticias de diariomedico.... https://ift.tt/34UykWe
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