Resolver este curso no ha sido fácil para Enfermería. La declaración de estado de alarma y confinamiento fue todo muy rápido, por lo que no pudo preverse la organización de la docencia no presencial y se tuvo que improvisar.
A pesar de la improvisación, el resultado obtenido es bastante satisfactorio, según explica a este periódico Cristina Monforte, presidenta de la Conferencia Nacional de Decanos de Enfermería (CNDE). En su opinión, la situación les ha obligado a innovar y destaca que siempre se ha contado con los estudiantes para consensuar e incluir sus sugerencias, mejoras etc.
-Pregunta: ¿Cómo se ha podido ‘salvar’ este curso?
-Respuesta: Se ha innovado mucho. En este punto es destacable el esfuerzo de todo el profesorado para incorporar nuevas tecnologías y plataformas on line para la docencia: con urgencia, sin tiempo de preparación y de un día para otro. Me consta las horas invertidas… Se han multiplicado las horas para la preparación de la docencia no presencial, además del seguimiento del alumno. Ha habido mucha profesionalidad y generosidad por parte de los profesores para adaptarse sin tiempo, a la realidad virtual. Desde la CNDE queremos agradecer a todos los profesores su labor, tiempo y dedicación.
-P: ¿Qué ha pasado con las prácticas en todos los cursos?
-R: El tema más complejo ha sido la suspensión de las prácticas. Tras múltiples reuniones mantenidas y un análisis profundo de la situación se decidió organizar actividades sustitutorias de las prácticas en el caso de los estudiantes de 4º curso, que tienen que finalizar este curso en el tiempo previsto.
Las actividades sustitutorias han sido de muy diverso tipo. Desde el pleno de la CNDE trabajamos en un marco de consenso con CRUE e indicaciones de REACU, y cada centro ha tenido la libertad de crear las actividades más adecuadas para sus estudiantes. Algunos centros han incorporado el reconocimiento de la actividad profesional o contrato de auxilio sanitario como prácticas, de acuerdo a lo que cada plan de estudios tenía verificado en su memoria. Otros centros han diseñado actividades formativas, análisis de casos clínicos, programas educativos dirigidos a diferentes poblaciones, etc., para finalizar las horas prácticas previstas.
Algunos centros han incorporado el reconocimiento de la actividad profesional o contrato de auxilio sanitario como prácticas
Las prácticas anuladas en el resto de cursos, de primero a tercero, se han resuelto de muy diversa forma. Según si la rotación estaba iniciada o no, los centros decidieron diseñar actividades sustitutorias o trasladar el prácticum de esos cursos para realizar el curso que viene.
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-P: ¿Ha habido una merma formativa? ¿Cómo se va a recuperar? ¿Ha afectado a todos los estudiantes y autonomías por igual?
-R: En relación a 4º curso, el análisis de los datos que obtuvimos de todos los centros universitarios del territorio nacional mostró que todos habían realizado más del 80% de las horas prácticas, por lo que sustituir estas horas por práctica profesional o actividades sustitutorias no ha sido un problema. No ha habido unas autonomías más afectadas que otras. En general, la afectación es bastante homogénea según los cálculos que hemos realizado.
Podemos decir que las competencias asociadas al prácticum estaban alcanzadas. La mejor manera de comprobar el nivel de competencia de los estudiantes de cuarto curso lo hemos observado en el desarrollo de su actividad profesional en el sistema sanitario con los contratos de auxilio sanitario. Podemos estar satisfechos de su profesionalidad y de la ayuda que han supuesto en esta crisis. Aprovecho para agradecer su trabajo, esfuerzo, horas, dedicación, miedo y sobre todo ilusión por ser un apoyo al sistema sanitario, y que deber ser también valorado por la sociedad.
Las prácticas anuladas en el resto de cursos, de primero a tercero, se han resuelto de muy diversa forma. Según si la rotación estaba iniciada o no, los centros decidieron diseñar actividades sustitutorias o trasladar el prácticum de esos cursos para realizarlo el curso que viene. En este sentido sí que ha habido una merma que tendrá que recuperarse en los próximos cursos. Sabemos que esto va a suponer un sobreesfuerzo para el sistema sanitario, pero tendremos que asumirlo entre todos para lograr que nuestros estudiantes cumplan con el plan formativo previsto.
Las prácticas anuladas de primero a tercero de Enfermería tendrán que recuperarse en los próximos cursos y que ello supondrá un sobresfuerzo para el sistema sanitario
-P: ¿Qué opciones se están barajando para el próximo curso, en el caso de que haya confinamiento, no lo haya…?
-R: No sabemos todavía el plan concreto para las universidades en relación al curso que viene, pero nos consta que los equipos directivos a nivel de rectorado ya han comenzado a trabajar y en cuanto tengamos sus directrices los equipos directivos decanales tendremos unas directrices para ello.
No obstante, prevemos que el primer semestre no será normal y que la docencia se va a ver afectada. Confiamos que no tanto como este año. Pensamos que la docencia más afectada va a ser la de gran grupo (pues las aulas son las que son; por lo que mantener el distanciamiento social no va a ser viable), y no tanto la de grupos más reducidos, como prácticas de laboratorio o seminarios. Ahí sí que pensamos que no se va a poder desarrollar con normalidad.
Una opción sería dividir los grupos, pero no vemos la viabilidad de esta medida, pues esto requiere aumento de profesores y aulas. Y esto ya sabemos que no va a ser posible. Así que estamos pensando estrategias en las que combinemos clases virtuales y presenciales. Es decir, una didáctica híbrida donde convivan metodologías no presenciales y presenciales.
Pensamos que es fundamental mantener el contacto con los estudiantes. Enfermería es una disciplina clínica que requiere no solo el conocimiento teórico, sino que necesitamos que se desarrollen otro tipo de competencias fundamentales para una enfermera: trabajo en equipo basado en relaciones interpersonales y profesionales, trabajo interdisciplinar, comunicación terapéutica, pensamiento clínico, compromiso social, responsabilidad ética, etc., competencias que se articulan con el trabajo conjunto entre los estudiantes, y entre los estudiantes y los profesores.
Se requiere encuentros significativos estudiantes-profesores para su desarrollo. Respecto a la realización de prácticas clínicas no contemplamos otro escenario que su desarrollo según normativa europea.
En relación a las clases en grupos más pequeños, laboratorios, seminarios, prácticas…, pensamos que esto no va a ser problema; o al menos deseamos que esto podamos mantenerlo.
Así pues, estamos trabajando en varios escenarios de más o menos presencialidad. Aunque no tenemos información confirmada, pensamos que durante el primer semestre del curso que viene, la presencialidad de grupos grandes se va a ver afectada.
-P: Acaban de tener una reunión ‘histórica’ con la CRUE, ¿cuál es el balance que hace?
-R: Hemos tenido una reunión histórica, que nunca antes se había producido, de todos los presidentes de conferencias nacionales de decanos y CRUE. Fue una sesión de trabajo muy interesante, ya que pudimos trabajar con confianza y conocer las dificultades de todas las disciplinas. Sin embargo, pudimos confirmar la incertidumbre con la que tenemos que trabajar hasta que el Ministerio confirme qué escenario docente tendremos. En este sentido hemos de prever diversos escenarios de más a menos presencialidad. Todo parece apuntar que no podremos mantener docencia en grupo grande por no ser factible el distanciamiento social.
-P: ¿Cómo presidenta de la CNDE, qué balance haces de estos meses de pandemia? ¿Cuáles han sido las lecciones aprendidas?
-R: Han sido unos meses muy duros. Tener que adaptar la docencia a no presencial, adaptar los planes de estudios, prever las prácticas de nuestros estudiantes, planificar todo en virtual, además de acompañar a nuestros estudiantes de 4º en su incorporación al sistema sanitario ha sido muy complejo.
Balance: creo que todos estarán de acuerdo conmigo en que lo primero es transmitir nuestro más sincero pésame a todas las familias de las personas fallecidas. No olvidamos a nuestros compañeros fallecidos. Esto ha sido lo más duro de esta pandemia. También a los que han estado enfermos y lo han pasado muy mal, entre ellos los profesionales de la salud, que han estado ahí al frente, comprometidos, con responsabilidad en una crisis sin precedentes en nuestro país. A ellos les debemos mucho y les damos las gracias.
En este sentido el primer aprendizaje ha sido conocer de primera mano cómo la abnegación de los profesionales de la salud ha sacado adelante el sistema sanitario; trabajen donde trabajen: centros sanitarios grandes, pequeños, primaria, hospitalaria, centros públicos, privados, concertados, centros socio-sanitarios, etc. Ya lo sabíamos, pero ahora toda la sociedad lo ha podido observar. Espero que esos aplausos se conviertan en un agradecimiento constante y se cuide su labor. Confío que nadie se olvide de esos aplausos.
Otra lección aprendida es la formación y capacidad de nuestros estudiantes. Cuando informamos de la posibilidad de que podían ser requeridos para dar respuesta al sistema sanitario, todos quisieron estar ahí, ayudando, con responsabilidad y compromiso. Incluso los que por razones de salud personal o por convivir con personas de riesgo no podían incorporarse, sufrían por tener que quedarse en casa. Nuestros estudiantes son enfermeras y enfermeros comprometidos con la necesidad, con la sociedad y con la profesión. Esto lo sabíamos también, pero lo hemos podido constatar durante esta crisis.
-P: ¿Debería estar Enfermería más implicada en las decisiones estratégicas del SNS?
-R: Sí, totalmente. Enfermería ha sido fundamental en esta crisis sanitaria. Lo hemos podido ver todos. No sólo ha sido pieza clave en la atención de las personas, sino también en el diseño de las medidas de aislamiento, el seguimiento de pacientes en su domicilio, el seguimiento y control de indicadores (altas, ingresos, reingresos, diagnósticos positivos, etc.). Además, se han adaptado perfectamente a los protocolos cambiantes, con flexibilidad, autonomía, implementando incluso mejores procedimientos.
Por todo ello, y por la visión de conjunto que tienen las enfermeras tanto del paciente, familia, tratamiento, así como de procedimientos y procesos organizativos, las enfermeras son cruciales para las decisiones estratégicas. Obviarlas en la toma de decisiones es perder información, es reducir la mirada y por lo tanto disminuir la calidad de la atención, sería tener una visión sesgada y reduccionista de la atención sanitaria. Todo esto a día de hoy e inmersos en la pandemia por la Covid-19, pero sin olvidar el día a día de la atención al enfermo crónico y la prestación de cuidados profesionales a la población a lo largo del ciclo vital.
-P: ¿Cómo sería el plan de estudios ideal para Enfermería?
-R: El plan de estudios ideal es el que integra teoría y práctica de forma armónica, donde existe una interconexión perfecta entre profesores universitarios y clínicos, donde se trazan resultados de aprendizaje de forma conjunta, donde existe un diálogo fluido con los empleadores y sistema sanitario para formar, colaborativamente, las mejores enfermeras de acuerdo a perfil que el sistema sanitario requiere. Para ello se precisa un trabajo en colaboración y compartir responsabilidades y compromisos formativos.
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