Dos expertos en economía de la salud han puesto los puntos sobre las íes en la situación económica relacionada con la Covid-19: Beatriz González-López Valcárcel, catedrática de Economía Aplicada de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, asesora del Gobierno de Canarias y del Ministerio de Ciencia e Innovación, y Guillem López-Casasnovas, catedrático del mismo ramo en la Universidad Pompeu-Fabra, ex consejero del Banco de España y director del Centro de Investigación en Economía y Salud (CRES-UPF). Ambos han debatido sobre temas candentes en el seminario online El futuro del sistema de salud tras la crisis del Covid-19, organizado por el Instituto Universitario de Desarrollo Regional de la Universidad de La Laguna, con la colaboración del Centro de Estudios de Desigualdad y Gobernanza de la institución académica y la Fundación Caja Canarias. La conclusión ha sido indiscutible: el gasto sanitario va a crecer. Pero ¿cómo? Ese es, dicen, el quid de la cuestión.
En cuanto a la situación de la Covid-19 en España, López-Casasnovas sostiene que "la rapidez del movimiento de fases es mala consejera. El presidente del Gobierno te dice que actives tu máquina para producir divisas, pero debe acompañarse de algo de músculo financiero para asegurarse el cumplimiento de las regulaciones, sin poner en peligro la salud de la población". Y pone el ejemplo de las Islas Baleares (es menorquín), donde la desproporción entre la oferta y la demanda es inmensa.
El coste para la salud de viajar en avión
A su vez, González-López Valcárcel ha puesto sobre la mesa que "no hay un análisis coste-efectividad del valor de la vida", y se ha referido, por ejemplo, al cambio de criterio respecto a las condiciones para viajar en avión: "Ahora los pasajeros pueden ir sentados pegaditos, con la mascarilla y ya está. ¿Estamos diciendo que en un avión entonces no hay riesgo de contagio y en un espacio cerrado sí? ¿O estamos diciendo: hagamos una concesión a la economía, y asumamos el riesgo de que una persona se contagie durante un vuelo? Hace dos meses se pedía a las compañías aéreas dejar asientos vacíos. ¿No es esto un trade-off (compensación)? Sí, pero no se es valiente para decir que Francia ha pagado a Air France 11.000 millones de euros para que no se arruine".
En el mismo contexto, López-Casasnovas sitúa la selección de pacientes Covid-19 en las UCIS por probabilidades de supervivencia.
Por ello, González-López Valcárcel ha afirmado que "los economistas de la salud tenemos un mandato. El colectivo de ciudadanos ha dicho: por aquí no vamos a pasar".
Tras hacer un análisis de la situación anterior a la pandemia, González-López Valcárcel ha concluido que la economía está en un estado de coma inducido. Por su parte, López-Casasnovas ha alertado de que "habrá que priorizar con los recursos que lleguen de Europa, porque, si no, solo servirán para tapar agujeros durante un par de años. "Cuanto menos gasto corriente o recurrente sea lo que financiemos, mejor. Los resortes del sistema esta vez los hemos delegado a los profesionales. Pero, después de los aplausos, ¿qué?", ha indicado. Y ha añadido que deben mirarse con lupa las medidas fiscales de Europa, que no dejan de ser propuestas. "Las procedentes del Banco Central Europeo tienen mucha más credibilidad que las de la Comisión o Parlamento Europeo, puesto que no requieren unanimidad". Ha argumentado que la financiación europea que se está pergeñando va a ser condicionada. "Si el dinero lo fagocitan las instituciones para hacer más de lo mismo, Europa nos va hacer la cruz. Es el momento de reestructurar la economía".
Políticas de salud pública
Respecto al gasto sanitario total, es obvio que va a crecer, pero augura que los empresarios y la sociedad serán mucho más sensibles a las políticas de salud pública. "Mi duda principal es si habrá deuda pública impositiva, habrá contribuciones especiales, tributos...La política de salud pública saldrá de la restricción presupuestaria. Hay un reconocimiento de que el sistema sanitario, aparte de ser un elemento de gasto, tiene implicaciones macroeconómicas. Hemos conseguido desconfinar el gasto sanitario e incorporarlo, porque duele y escuece, a la economía".
El catredrático menorquín ha reseñado también que el sector sanitario privado serás de negocio si España mantiene niveles de desarrollo importante. "A las aseguradores no les ha ido mejor que a los prestadores, no en el sector sanitario ni en ningún otro sector", ha recalcado.
López-Casanovas se ha referido también a que las listas de espera tendrían que existir limitadas en función de la gravedad de las patologías."Las que no estén en catálogo tendrían un copago del 100%, que serán quienes puedan pagarlo. Lo que no se da no se prohíbe. Los copagos identificados como tasas no son una privatización del sistema sanitario, sino un ingreso añadido a la financiación pública para que no dependa de los impuestos, igual que tenemos tasas universitarias".
En cuanto a la política nacional, considera un error parlamentario la existencia de una Comisión de Reconstrucción para la economía y otra para los sanitarios. "No señor, la reconstrucción es una y debe ir a la par".
En el debate se abordaron otras cuestiones, como la apuesta por la telemedicina que, según González López-Valcárcel, ha venido para quedarse y evita realizar actos con poco valor. Se refiere a los hacinamientos en las salas de espera para proceder a una consulta de 5 minutos donde a veces el facultativo no tiene tiempo de mirar al paciente a la cara. Eso sí, López-Casasnovas advierte que "ha de ser un complemento, no un sustituto".
A su ves, ambos ponentes se han referido a las desigualdades autonómicas inherentes a la descentralización de la sanidad, y González-López Valcárcel ha ido más allá, al señalar que "el Consejo Interterritorial ha funcionado mal que bien durante la pandemia, pero en circunstancias normales no funciona".
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