Llegó por sorpresa. “una pandemia mundial con una mortalidad tan alta era una cosa inimaginable”, reconoce el coordinador del Servicio de Urgencias del Complejo Hospitalario de Pontevedra (CHOP), Francisco Javier García Vega. Y según Jesús Linares, jefe de sala en el dispositivo de atención psicológica del Ministerio de Sanidad en colaboración con el Consejo General de Psicología, cumple con los requisitos para ser considerada una catástrofe: “Tenemos afectación global de la población, gran cantidad de fallecidos y los sistemas de respuesta han estado colapsados”.
El impacto en la salud mental de los sanitarios es ya una realidad, confirman tanto Linares como García Vega. Hay profesionales con estrés agudo y con primeros síntomas compatibles con estrés postraumático. Y los expertos vaticinan la llegada de más: trastornos de ansiedad, obsesivo-compulsivos, trastornos del sueño o adicciones a tóxicos o fármacos. “Hasta ahora, han permanecido en modo superviviente y no han tenido tiempo de mirarse”, comenta gráficamente Linares, quien pone el dedo en la llaga cuando evoca “las conversaciones que nunca olvidarán, las decisiones que nunca hubiesen tomado y la gente que han visto morir sola”.
Linares recuerda a sanitarios escribiendo cartas de despedida a sus familiares por si les pasaba algo
Hay que estar atentos a las señales de alarma: cambios en el sueño, la alimentación y las relaciones con los demás. “Cuando no nos podemos sacar de la cabeza pensamientos rumiantes e invasivos, no podemos desconectar ni disfrutar de nada, cuando no nos reconocemos en nuestra forma de actuar”, enumera Jesús Linares. Entonces, lo primero es pedir ayuda a especialistas en salud mental.
Este psicólogo recomienda un estilo de afrontamiento adaptativo, es decir, vivir el día a día con pequeñas metas y sin hacer proyecciones de futuro (salvo las necesarias a nivel organizativo y estructural): “Cuidado, además, con que sean proyecciones catastrofistas: lo que sabemos es lo que sabemos hoy; instaurarnos en lo peor que puede pasar genera angustia, ansiedad y paralización”.
Para el coordinador de Urgencias de Pontevedra, el trabajo en equipo es otra de las claves: “Con esta pandemia se ha demostrado que nuestro sistema estaba demasiado al límite a pesar del gran esfuerzo de los profesionales. Para aguantar la presión hemos volcado nuestros miedos en el grupo y como grupo fuerte hemos sido menos vulnerables”.
Hay que marcarse objetivos realistas y alcanzables cada día, formar un grupo fuerte de trabajo y perseverar en la necesaria desconexión. coronavirus Off María R. Lagoa Autocuidado Autocuidado Autocuidado Offvia Noticias de diariomedico.... https://ift.tt/36Ha6xM
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