Salvo cambios de última hora, la elección de plaza MIR, EIR y FIR 2020 será una elección telemática y en diferido. Según ha explicado Sanidad, el proceso de adjudicación de plaza comenzará en julio y será en horario de mañana.
Los aspirantes podrán enviar su lista de petición de plazas con al menos 12 horas de antelación respecto a la elección y, en principio, será automáticamente en función del orden de preferencia designado y las plazas disponibles en ese momento.
En este contexto, hacer una buena lista de orden de preferencias de plazas es más importante que nunca, dado que con el formato planteado por el Ministerio de Sanidad, los aspirantes no podrán tomar decisiones de última hora respecto a su elección.
Julio Sesma, cirujano torácico y director de Inmovación de la Academia AMIR observa que "siempre hemos recomendado en todas las elecciones presenciales la realización de una lista tan amplia como fuera posible. No es, en ese sentido, un fenómeno nuevo. Sí lo son las particularidades de cómo se va a utilizar esa lista en el proceso telemático de este año", añade, comparando la elección de plaza de 2020 con la lista de las pruebas de acceso a la universidad.
El proceso de adjudicación de plaza comenzará en julio y será en horario de mañana, si bien aún no se conocen los turnos concretos
Fernando de Teresa, director académico de CTO, apunta que el consejo básico es "hacer una elección inicial e irla adaptando si es preciso según vayan transcurriendo las jornadas de elección".
Argumenta que la selección es difícil en cualquier caso, tanto en números buenos, por la excesiva oferta, como en números peores, "por la nada desdeñable opción de haber seleccionado alguna plaza de la que no se esté completamente convencido".
Jesús Corres y Miguel Castillo, los directores académicos de PROMIR, comentan que la pandemia ha trastocado la vida de todos, incluyendo la elección MIR, pero instan a "mantener la calma y pensar que no va a ser tan diferente a lo que íbamos a hacer". Quienes tengan peores números tendrán que ir siguiendo el proceso para ir ajustando su lista, una vez hayan decidido qué especialidad quieren hacer y el lugar.
En cuanto a la lista que enviar a Sanidad, el director académico de CTO recomienda elegir algunas plazas "poco probables, por si hay suerte", después unas plazas "razonablemente seguras, sobre las que se esté convencido plenamente, de 10 a 15" y posteriormente, "por si la suerte viene de lado, algunas plazas con las que se podría estar razonablemente satisfecho en caso de ser adjudicadas".
Igual que en la elección presencial tradicional, "la idea general persiste, pero las ideas específicas se pueden ir modificando". Es recomendable por tanto estar atentos a las fluctuaciones en la elección las jornadas previas al turno del elector, "pero sin desviarse de una idea general determinada. Si uno ha querido toda su vida hacer Nefrología, no hay que renunciar a ello por los nervios de un día".
Por su parte, el director de Innovación de AMIR aconseja que "hagan una lista lo más larga posible, contemplando todas las opciones, incluso las que a priori descarten por su número o vean más complejas (exactamente igual que recomendaríamos en una elección presencial), pues siempre pueden haber sorpresas y quedar alguna plaza deseada que en convocatorias anteriores se ha agotado antes".
Ambos consideran que hay que hacer las modificaciones con tiempo, por los posibles problemas técnicos que le puedan surgir al candidato. A la espera de conocer el calendario de turnos, Sesma sugiere hacerlo como tarde a las 15.00 del día antes de la elección, cuando habría terminado el turno de mañana.
Concretamente, "si somos, por ejemplo, el candidato 121 de nuestro turno, lo ideal sería enviar una lista al ministerio con mínimo tantas plazas como números de orden hay por delante nuestro", aconseja.
¿Y si las vacantes no convencen?
Según explicó Sanidad, los candidatos pueden incluir en la lista tantas plazas como las ofertadas para su titulación. Hay electores que se están planteando poner cientos de plazas por miedo a quedarse sin vacantes, lo cual plantea la posibilidad de que se les adjudique una que luego en frío prefieran abandonar.
Los candidatos están en su derecho, pero Sesma apunta que, si no lo tienen 100% claro, es mejor no incluirlas por solidaridad con el resto. Los directores de PROMIR destacan que los candidatos tendrán otras oportunidades al año siguiente si las opciones disponibles no convencen y es más probable que se abandone la plaza: "La especialidad es para toda la vida y esperar un año, dentro de la vida profesional, no es nada".
Elección de plaza en pareja
Otros candidatos que, por ejemplo, se planteaban elegir en función de las posibilidades de su pareja, lo tienen más complicado. Hay quien incluso espera a su compañero para elegir después. Los expertos reconocen que es una situación delicada.
"Si se trata de dos electores que quieran estar juntos en la residencia, es mejor que tengan una clara prioridad del lugar de elección, incluso a veces primando sobre la especialidad", afirma De Teresa.
Sesma apunta que lo habitual en estos casos, más que esperar, es asegurar una zona geográfica accesible a los dos. En esta situación, "lo ideal es orientar orientar la elección basándose en el número de orden más alto de los dos, pues es el que les condicionará".
En cambio, Corres y Castillo creen que tiene más sentido "pensar en cada uno de nosotros y en la especialidad que queremos y donde la queremos hacer. Bastante esfuerzo es tener las cosas claras para uno, como para intentar cuadrar a dos o más personas".
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