"Hemos aprendido a anteponer la seguridad de nuestros colaboradores y usuarios a cualquier otra cuestión", asegura Xavier Casas, farmacéutico comunitario en El Prat de Llobregat (Barcelona) y secretario del Consejo Rector de Fedefarma. Para ello han tenido que reorganizarse para poder seguir dando el servicio utilizando mamparas de seguridad, guantes, geles desinfectantes, mascarillas, haciendo una desinfección constante y protocolarizada de superficies, y estableciendo un trabajo por turnos independientes para asegurar el servicio y evitar contagios. "Nos hemos desvivido para conseguir material sanitario de protección del que ha habido mucha escasez para poder hacerlo accesible a la población", dice.
Además, reconoce que ha aprendido "a diferenciar lo esencial de lo suplementario" en su actividad diaria". Estar en primera línea atendiendo en a las personas en los primeros síntomas asegura que han cobrado relevancia las labores que ya hacían en la farmacia como ofrecer información, el acompañamiento, escuchar a las personas, consolarlas, "esa vertiente más social de nuestra profesión que ha sido especialmente importante durante estas semanas".
Añade que la pandemia ha hecho avanzar la profesión gracias a la comunicación online con los clientes, la ampliación de tratamientos o la gestión de planes de medicación.
Pero por otro lado, segura que les nos gustaría aportar más. "Como profesionales sanitarios nuestra vocación es proteger la salud de los ciudadanos y por eso pedimos a las administraciones que se cuente más con los farmacéuticos porque la cruz de la farmacia no se apaga y que siempre que nos necesite la sociedad allí estaremos".
Xavier Casas, farmacéutico comunitario en El Prat de Llobregat (Barcelona) y secretario del Consejo Rector de Fedefarma ha aprendido a organizarse mejor para "poder seguir dando el servicio" coronavirus Off Redacción Off
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