Combina la parte médica con la quirúrgica, con un campo laboral tan amplio que facilita que el trabajo de cada día se adapte a las preferencias personales. Ginecología y Obstetricia es una de las especialidades médicas que están "más cerca de la vida que de la muerte", como enfatiza Jesús de la Fuente Valero, coordinador de la Unidad de Patología VPH del Hospital Universitario Infanta Leonor, de Madrid, y secretario de la Asociación Española de Patología Cervical y Colposcopia (Aepcc), aunque reconoce que un mal desenlace, por ejemplo de un parto, deja una huella para toda la vida. Carmen Fernández Rodríguez, residente de tercer año del Complejo Hospitalario Universitario de A Coruña (Chuac), coincide en que estamos ante una especialidad multidisciplinar y en la que no cabe la monotonía. La carga laboral es alta y las perspectivas laborales son muy buenas, no existe paro. Este año se ofertan 282 plazas.
Perfil del especialista
Además de la empatía y asertividad características de un buen médico, De la Fuente y Fernández Rodríguez resaltan que el especialista en Ginecología y Obstetricia debe ser una persona "vivaz", capaz de trabajar bajo situaciones de estrés, manteniendo el autocontrol y la disciplina.
De la Fuente considera que debe estar predispuesta a lo inesperado y saber resolver con rapidez: "A veces no te puedes parar a pensar mucho tiempo y hay que tomar decisiones importantes en poco tiempo". Son trances que se dan sobre todo en la Obstetricia: "Los partos son una clara muestra, puede haber un resultado que no sea bueno o el esperado. La Ginecología, sin embargo, te permite hacer esa pausa para estudiar".
Fernández Rodríguez opina que el médico que opte por Ginecología y Obstetricia debe estar dispuesto a soportar una alta carga de trabajo, "con adaptación y flexibilidad ante la composición irregular de las jornadas laborales, especialmente en las guardias". Por otra parte, estima que es necesaria destreza manual, ya que se trata de una especialidad médico-quirúrgica, "si bien puede ser desarrollada y mejorada con la práctica".
Dificultad para obtener la plaza
No es una especialidad que se agote al principio, según el experto del Hospital Infanta Leonor: "Está en la mitad". La dificultad estriba en obtener plaza en el centro que desea el residente. A tenor de los datos que baraja Fernández Rodríguez, las plazas suelen adjudicarse entre 3.700 y 4.500, dependiendo del año. En 2024, son 282.
El horario habitual es de 8 de la mañana a 3 de la tarde los días de semana, "aunque la realidad es que a menudo se prolonga", apunta la residente del Chuac.
El número de guardias cada mes oscila entre 5 y 7. Especialista y residente subrayan que son guardias duras. "Se trabaja mucho y se descansa poco", comenta De la Fuente Valero. La razón principal es la atención en la sala de partos: "El ritmo de la guardia lo marca la actividad del paritorio, que es impredecible, puedes estar descansando y en un minuto encontrarte haciendo una cesárea". Fernández Rodríguez señala como otro factor importante el elevado número de llamadas de Urgencias.
Rotaciones
La formación de los residentes engloba todos los ámbitos de este servicio: Obstetricia General y de Alto Riesgo, Ginecología General, Ecografía, Ginecología Oncológica, Unidad de Reproducción, Sala de Partos, Urgencias en Obstetricia y en Ginecología, Unidad de Hospitalización, Área Quirúrgica y Patología Mamaria, entre otros.
En muchos centros también se hacen rotaciones en otras especialidades, especialmente, Urología, Cirugía General, Anatomía Patológica y Radiología.
via Noticias de diariomedico.... https://ift.tt/SlCuJwU
No hay comentarios:
Publicar un comentario