Eduard Vieta: “Hacía falta invertir en la salud mental para poder avanzar”

Eduard Vieta es la cara visible de una amplia red de investigadores que cooperan desde distintos centros españoles para ensanchar el conocimiento de la enfermedad mental. Si la investigación colaborativa y traslacional es el camino por el que ha avanzado este Ciber a lo largo ya de diez años, el paciente es el centro de todo el esfuerzo. Vieta se muestra franco PREGUNTAal reconocer la dura “travesía por el desierto”de los años de recortes, y enumera con orgullo lo logrado gracias a la excelencia de los profesionales:“Solo hacía falta inyectar gasolina en el motor”.

PREGUNTA. ¿Por qué era necesario un centro de investigación en red sobre enfermedad mental?
RESPUESTA. La respuesta es evidente si se compara cómo estaba la investigación en salud mental (psiquiatría y psicología) antes del CiberSAM y después de su creación. De hecho, de todas las áreas Ciber, en el momento de evaluación fue la mejor valorada no porque fuera la más productiva, sino porque introdujo un cambio más sustancial. Al basarse en la investigación traslacional colaborativa -tanto básica como clínica-, el nivel se eleva automáticamente, pues pasa de estudios pequeños, a veces repetidos, a trabajos multicéntricos, y en ciertos proyectos se trabaja incluso con Ciber de otras áreas.

P. ¿Cómo seleccionaron los programas de investigación?
R. Conjugamos necesidades prioritarias con el grado de pericia de nuestros investigadores. El CiberSAM agrupa 24 grupos de investigación consolidados y tres grupos clínicos vinculados a seis grandes programas: depresión y trastorno bipolar, que son dos patologías muy prevalentes. Otra área prioritaria es la esquizofrenia, una de las enfermedades más discapacitantes. También tenemos un programa sobre la ansiedad y trastornos por estrés y psicosomáticos.Como área trasversal está la psiquiatría del niño y del adolescente, que además de centrarse en las patologías propias de esta edad (hiperactividad, autismo), nos facilita información de otras enfermedades mentales en ese periodo de la vida. Otro programa transversal es el de la innovación terapéutica, que indaga en nuevas dianas y tratamientos.

“Con el proyecto Roamer el Ciber de Salud Mental influye en las líneas prioritarias de la invesigación europea en patología psiquiátrica”

P. En estos diez años, ¿qué hallazgos destacaría?
R. Algo que conseguimos pronto es encabezar el proyecto Roamer, que es la hoja de ruta de la investigación en salud mental de Europa. Ganado mediante un concurso competititivo, con este proyecto CiberSAM decide sobre las prioridades de investigación en salud mental en la Unión Europea. También hemos dirigido un proyecto sobre primeros episodios psicóticos (PEPs). Son la forma de inicio de diversas enfermedades mentales, y en concreto de la esquizofrenia y del trastorno bipolar. El estudio PEPs incluye a 18 centros del Ciber, ha logrado recursos extra y ya ha generado decenas de publicaciones con avances importantes de cara a la prevención y tratamiento de la psicosis. Tenemos un conocimiento más profundo de lo que ocurre en las fases tempranas, uno de los énfasis del CibeSAM. No es que queramos dejar aparte al paciente en fases avanzadas, pero ocurre como con el cáncer que la investigación busca cómo tratar precozmente.

P. A ello contribuirán las investigaciones en campos como la genética o la neuroimagen…
R. Sí, y eso ha sido posible gracias a que CiberSAM es un socio atractivo para los consorcios internacionales, fundamentales en este tipo de estudios. Colaboramos en el Proyecto de Psiquiatría Genómica, con el que hemos alcanzado muestras genéticas de más de cien mil pacientes, y han desvelado genes vinculados a esquizofrenia, depresión, trastorno bipolar y trastorno por déficit de atención con hiperactividad. De igual forma se está haciendo con las pruebas de neuroimagen. El desarrollo de estos ámbitos es posible con inversión. Había equipos muy buenos, pero lo que no teníamos era inversión, medios para contratar personal y recurrir a tecnología, como sí pasaba en la investigación en cáncer o en la cardiovascular… Inyectar gasolina en el motor ha demostrado la gran posibilidad de avance en salud mental.

P. Sin embargo, CiberSAM nace en los albores de la crisis económica. ¿Cómo les afectó?
R. Pasamos de siete millones presupuestados al año a dos y medio. Ha supuesto un gran esfuerzo de adelgazamiento de la estructura administrativa, que quedó centralizada en una unidad técnica y un gerente y conllevó dificultades técnicas y mayor carga de trabajo para el personal implicado. Ha sido una travesía por el desierto: nos hemos adaptado bien a la carestía y hemos seguido funcionado, alcanzando una meseta, pero claramente se ha estancado el progreso. Ahora esperamos que la prioridad del gobierno sea invertir en investigación. No olvidemos que una de nuestras virtudes es que obtenemos recursos externos: por cada euro invertido generamos tres, así que es ridículo recortar precisamente de aquí.

“Dos grandes avances factibles son alcanzar una psiquiatría de precisión, con ayuda de marcadores, y optimizar la terapia fármacológica”

P. ¿Qué avances ve factibles en los próximos diez años?
R. La investigación se encamina hacia la psiquiatría personalizada o de precisión: en la respuesta a los tratamientos, a menudo trabajamos con el método de ensayo-error. Tenemos datos de cómo responde la media de los pacientes, pero no cómo lo hace un enfermo concreto. Para ello pueden ser útiles los test farmacogenómicos, que avanzan, pero más lentamente de lo que queremos; también los biomarcadores, no solo de imagen. Recientemente, se estudian los marcadores digitales, un algoritmo derivado del uso que hacemos del móvil. Ese rastro digital individual puede ayudar a establecer patrones de comportamiento objetivables, que contribuyan a la precisión diagnóstica. Otra área importante es el progreso en los tratamientos. Si todo va bien, en un par de años dispondremos de una nueva familia terapéutica con los antidepresivos glutamatérgicos, que mejoran los síntomas en horas, frente a las semanas actuales.

Sí se debe hablar del suicio

Recientemente el programa de Depresión del CiberSAM se ha redenominado programa de Depresión y Prevención del Suicidio, para hacer hincapié en un grave problema de salud pública. Eduard Vieta denuncia la invisibilidad del sucidio, algo que achaca a la idea equivocada de que no se debe hablar de esta conducta. “No es que no se deba hablar de ello, es que se debe hablar bien, en términos correctos. Lo que no hay que hacer es ignorarlo”. En Cataluña, el servicio de salud público registra desde hace años las tentativas con el Código Riesgo Suicidio. “Pensamos que debería potenciarse en todo el estado y que además de para hacer seguimiento y prevenir nuevos intentos, los datos generados pueden aprovecharse para investigar. Igualmente, y en línea con la vocación traslacional de CiberSAM, con el Libro Blanco de la intervención temprana en psicosis en España, donde se muestra que solo hay programas de intervención temprana en Cataluña y en Navarra, buscamos influir a nivel político para mejorar la asistencia”.

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