Justo hoy, que el Ministerio de Sanidad ha comunicado que el 60% del número de nuevos fallecidos por Covid-19 en las últimas horas corresponde a Cataluña, han comparecido la portavoz del Gobierno catalán, Meritxell Budó; la consejera de Salud, Alba Vergés, y la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, para anunciar que, en la propuesta de esta semana al Ministerio de Sanidad, añadirán que las áreas de Alto Penedés y Garraf, en el área Metropolitana Sur, y el Bajo Montseny, en el área metropolitana norte, pasen a fase 1 de desconfinamiento. Y que, si bien han solicitado para Barcelona ciudad y resto del área metropolitana norte y sur que sigan en fase 0, sí se relajen algunas medidas.
En concreto: que no haga falta cita previa en los comercios que no venden productos de primera necesidad; que se pueda ampliar el número de asistentes a velatorios y entierros; que se pueda acudir a centros de culto con un tercio del aforo y aforo limitado también en espectáculos culturales y museos.
No incluyen en la propuesta que en Barcelona ciudad y conjunto de área metropolitana se autorice el movimiento entre municipios y rechazan la apertura de terrazas en hostelería o las reuniones de hasta 10 personas en los domicilios.
Garraf y Alto Penedés se sumarían a las regiones sanitarias de Lérida, Gerona y Cataluña Central propuestas para empezar la fase 1 de desconfinamiento a partir del lunes 18 de mayo.
La propuesta que ha surgido del comité técnico del Plan de Protección Civil de Cataluña (Procicat) incluye que Cunit, un municipio del Bajo Penedés que pertenece a la región sanitaria metropolitana sur, pase a fase 1 porque forma parte del área gerencial del Garraf.
Uso de mascarillas para toda la población
Vergés ha dicho asimismo que propondrán el uso de mascarillas en el espacio público de todas las personas.
“Es una propuesta muy detallada mirando indicadores y cómo se vive en cada zona. Estamos preparadas para iniciar el desconfinamiento en Barcelona y áreas metropolitanas y para hacerlo de manera prudente y progresiva”, ha asegurado Vergés. Ha recordado que Barcelona y su área metropolitana concentran el 65% de la población de Cataluña y sólo el 9% de su superficie, por lo que la densidad humana hace especialmente difícil el avance en la desescalada.
Además, se dan importantes diferencias entre barrios en Barcelona y también mucha diversidad dentro y entre las dos áreas metropolitanas en cuanto a indicadores epidemiológicos y a desigualdades sociales, con hasta 8 años de diferencia en la esperanza de vida de la población a pocos kilómetros de separación.
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