En plena pandemia y mientras el sector sanitario catalán reclama unánimemente una mejora de las condiciones laborares y retributivas a los partidos que concurren el domingo a las elecciones autonómicas, Cataluña se mantiene un año más como la comunidad que más médicos importa de otras regiones para trabajar en sus hospitales y centros de salud, al menos si nos ceñimos a los contratos gestionados en 2020 a través del Ministerio de Trabajo y Economía Social.
El balance que el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) hace cada año de los contratos gestionados en las oficinas autonómica de empleo y su distribución por comunidades revela que la covid-19 no ha alterado significativamente el flujo habitual de médicos entre comunidades. Cataluña se mantuvo en 2020 como la comunidad que más facultativos importa de otras regiones (3.125 contratos a especialistas hospitalarios de otras comunidades) y Madrid como la autonomía que más profesionales deja escapar: de los 2.841 contratos que firmaron en 2020 médicos con residencia en Madrid, el 62,5% (1.766 contratos) fue para trabajar fuera de la comunidad.
Pese a ser, de nuevo, la comunidad autónoma que más médicos exporta, el flujo global de contrataciones anuales de Madrid no arroja un saldo especialmente negativo, porque se mantiene, un año más, como la segunda comunidad (detrás de Cataluña) que más especialistas importa de otras regiones para ejercer en sus hospitales: en 2020, se desplazaron a ejercer en Madrid 1.075 médicos con residencia en otras comunidades, frente a los 946 que llegaron en 2019.
Madrid es la región que más médicos exporta, pero la segunda que más importa
El orden de las comunidades más importadoras de talento médico se mantiene idéntico al de 2019 (a Cataluña y Madrid les siguen Andalucía, la Comunidad Valenciana y Castilla-La Mancha), aunque en todas ellas se observa una ligera disminución en el número de contratos suscritos a lo largo del año con respecto al año previo a la pandemia: si en 2019 esas 5 autonomías importaron un total de 6.242 especialistas de otras comunidades, en 2020 esa cifra se quedó en 5.762.
También se observa una ligera contracción en el número de médicos que salen de su comunidad en busca de mejores oportunidades laborales en otra. Si en 2020 se mantuvo el orden de las comunidades más exportadoras (a Madrid le siguen Andalucía, la Comunidad Valenciana, Castilla y León y Aragón), disminuyó (aunque menos que la importación) el flujo total de salidas: 4.367 médicos en 2020, frente a los 4.454 que exportaron esas cinco comunidades en 2019.
Las cifras globales confirman que la sobrecarga asistencial que han padecido -y aún padecen- la mayoría de las comunidades, y el consiguiente déficit de personal (sobre todo en determinadas especialidades), no se ha traducido en un aumento de las oportunidades laborales para los médicos apuntados a las oficinas autonómicas de empleo, ni en un incremento del flujo laboral interautonómico, sino más bien todo lo contrario: en 2020, el SEPE tramitó un total de 7.195 contratos con médicos para trabajar fuera de su lugar de residencia, un 5,63% menos que los 7.624 contratos firmados en 2019. Ese año, la cifra creció un 3,45% con respecto a 2018.
La sobrecarga asistencial no se ha traducido aun un aumento del flujo entre CCAA
La tasa de temporalidad dominante en el sistema sanitario público español y la heterogeneidad retributiva entre comunidades (fundamentalmente por el precio de la hora de guardia) están, según sindicatos y colegios, en la base de un flujo médico que la pandemia no ha detenido ni con una mejora de las condiciones contractuales ni con un incremento retributivo. La VI oleada de la Encuesta sobre la situación de la profesión médica en España, publicada por el Consejo General de Colegios de Médicos (Cgcom) y CESM en junio de 2020 (con datos previos a la covid), situaba ya en un 36% el porcentaje de temporalidad entre los médicos españoles, y cifraba en un 55,4% la tasa de médicos temporales que llevan ya más de 6 años en esta situación.
¿Y los médicos de Familia?
En el caso de los médicos de Familia, Cataluña también repite un año más como la comunidad que más especialistas de primaria importa de otras regiones para trabajar en sus centros de salud (1.038 médicos de Familia), seguida de Castilla-La Mancha (490) y Navarra (400).
Pese a que Familia es la especialidad más deficitaria del Sistema Nacional de Salud (SNS), que todas las comunidades se quejan de la falta de médicos y pediatras y que el primer nivel era, sobre el papel, un actor clave en la estrategia de desescalada presentada por el Ministerio de Sanidad después del verano, en 2020 también se ha restringido el movimiento de médicos de Familia entre comunidades: las tres autonomías más importadoras han fichado en total a 315 facultativos menos que en 2019, y Madrid, la comunidad que repite como la región que más médicos de primaria deja escapar, exportó el año pasado 718 facultativos, frente a los 925 de 2019.
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El sindicato de Madrid Amyts, que acaba de anunciar la convocatoria de una nueva huelga en la primaria madrileña, cree que no hay secretos: la falta de inversión de la comunidad en el primer nivel asistencial y el "permanente maltrato laboral" de sus profesionales explican el éxodo de médicos para ejercer en otras comunidades que avala la cifras del SEPE.
La última Estadística de Gasto Sanitario Público elaborada por el Ministerio de Sanidad sitúa a Madrid como la comunidad que menos invierte en el primer nivel asistencial, con un 11,5% de su presupuesto sanitario global, 6 puntos por debajo del 17,4% que le dedica Andalucía, la comunidad más generosa con su primaria, y más de dos puntos por debajo de la media inversora de las 17 comunidades, situada en 2019 en un 13,9%.
En cualquier caso, ese único indicador tampoco explica el factor de atracción laboral que Cataluña ejerce sobre los médicos de Familia de otras autonomías, porque su inversión en primaria en 2019 fue de un 13%, casi un punto por debajo de la media nacional.
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