Todos los programas de voluntariado que requerían desplazamiento de sanitarios se vieron interrumpidos en los momentos más crudos de la pandemia en España y muchos de ellos aún no han podido retomarse.
"Corren aún tiempos de incertidumbre", confirma Sonia Agudo, directora de la Fundación para la Cooperación Internacional de la Organización Médica Colegial (OMC). "Muchos proyectos han sufrido reiteradas cancelaciones y aplazamientos debidos a los cambiantes requisitos de seguridad de cada país".
Por ejemplo, "si en el país de destino exigen una PCR a la entrada y a la salida, y por falta de medios esta prueba tarda 48 horas en arrojar resultados, esto supone a nivel logístico una gran dificultad que implica mayor gasto de recursos temporales y económicos".
Esta incertidumbre también hace mella en los recursos humanos: "Los médicos voluntarios que solicitan sus vacaciones para desplazarse a terreno en muchas ocasiones no pueden permitirse cambios de fechas y suponen una baja para el equipo".
Por ejemplo, en estos momentos es muy complicado reclutar a neumólogos e intensivistas, señala Agudo, no sólo porque haya menos en comparación con otros especialistas, sino porque también están más demandados. "Además, son profesionales que han estado sometidos a especial presión y sobrecarga, por lo que muchos aún no están preparados para exponerse a la inestabilidad que supone promover la salud en situaciones de conflicto y vulnerabilidad".
El voluntariado internacional se resintió en 2020 por "el cierre casi instantáneo de la mayoría de fronteras y la extremada dificultad del personal sanitario para la obtención de permisos para misiones humanitarias, dado que su presencia en España era imprescindible para hacer frente a la pandemia", explica Pilar Garrido Martín, vocal de Migraciones y Desarrollo Asociativo de Médicos del Mundo.
Tal circunstancia llevó a esta ONG a tomar decisiones "muy dolorosas", como la cancelación de comisiones quirúrgicas que tenían programadas desde principios de año, como una en Gaza para operar a menores con malformaciones congénitas. "Tuvimos que hacer frente a nuestros proyectos en el extranjero contando únicamente con nuestro personal local y con el internacional que ya se encontraba desplegado en terreno antes de la declaración de la pandemia".
Médicos del Mundo cuenta con una base social en la que más de un 50% por personas provienen del sector de la salud. Garrido reconoce que esas personas se vieron fuertemente impactadas por la pandemia: "Aún así, su implicación ha superado el deber profesional y han continuado largas horas de dedicación voluntaria en sus sedes autonómicas y terrenos, a través de los medios que permitían su participación". En los meses más duros hubo quien tuvo que priorizar su trabajo en la sanidad pública, pero "no fue el caso de las no sanitarias, que se volcaron en el deseo de colaborar".
Más necesarios que nunca
Garrido explica que, si bien las medidas de seguridad y prevención "han limitado extraordinariamente la participación de personas voluntarias en formato presencial", en la práctica esta situación ha reforzado la necesidad de las actividades de las ONG.
"Se ha modificado la forma de llevar a cabo los programas, pero los que estaban en marcha han continuado con el formato de medidas de prevención covid-19. Además, se han puesto en marcha proyectos nuevos que se han precisado en esta situación de pandemia como los acompañamientos, visitas a residencias, refuerzos sanitarios a hospitales…".
También han colaborado en otras actividades, como el reparto de alimentos y bienes de primera necesidad, de material de protección, el acompañamiento psicoemocional a través de medios telemáticos a personas que se encontraban en situaciones graves de soledad y falta de recursos, etc.
"Nuestra implicación en la erradicación de la pandemia, tanto en el estado español como en los países en los que tenemos presencia, desde el fortalecimiento de los sistemas públicos de salud y la atención en la emergencia covid-19 ha posibilitado que nuestra base social se involucrase en labores de gran impacto e importancia durante el confinamiento", argumenta la portavoz de Médicos del Mundo.
En conclusión, "una vez más hemos podido constatar cómo la atención primaria, los servicios públicos de salud y los esfuerzos de sus profesionales han sido la base de un proceso social de superación que aún hoy sigue detectando grandes dificultades y que ha transformado de forma inesperada nuestra realidad".
Consejos para el voluntario 'novato'
El perfil medio del médico español que decide desarrollar su profesión de manera voluntaria en terceros países, bajo su propio riesgo y sin remuneración a cambio, es a día de hoy el de una mujer de mediana edad, señala Agudo.
Para los que se animan a trabajar como voluntarios por primera vez, la directora de la Fundación para la Cooperación Internacional de la OMC señala que "lo más importante de todo es la formación. Es una decisión loable pero eso no suficiente. Las ganas y las buenas intenciones deben ir acompañadas de la profesionalización. Es esencial formarse en las particularidades de la promoción de la salud en comunidades y contextos vulnerables".
Precisamente, la fundación ha abierto un curso de Planificación de Proyectos Sanitarios en Terreno, "pues para ser realmente eficaz en terreno no basta con haber estudiado la carrera de Medicina. Es esencial preguntarse si la acción que vas a realizar es pertinente y necesaria allí donde planeas hacerlo. Si no lo es, te conviertes en un estorbo añadido para una comunidad ya suficientemente castigada", recalca.
Por otro lado, aparte de informarse todo lo posible, "es clave ir a terreno dispuesto a aprender, sin grandes expectativas, con una actitud flexible, abiertos a la improvisación con lógica y al aprovechamiento máximo de los recursos existentes. Y por encima de todo, mucha, muchísima humildad".
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