Un ensayo clínico colaborativo internacional, en el que participa el Hospital Universitario Vall d'Hebron y coordinado por el Hospital Universitario de Tours (Francia), demuestra que la posición de decúbito prono, es decir, colocar al paciente boca abajo, mejora la evolución de los pacientes con covid-19 grave y tratados con oxigenoterapia de alto flujo. En concreto, reduce el resultado compuesto por la suma de necesidad de intubaciones y la ratio de mortalidad. Los hallazgos se publican en la revista The Lancet Respiratory Medicine.
La oxigenoterapia de alto flujo se aplica cuando existe una insuficiencia respiratoria aguda grave, en este caso, debido a la covid-19. El beneficio de colocar a los pacientes en decúbito prono para intentar mejorar la respiración en estos pacientes intubados en las UCI se conoce desde hace más de diez años. Sin embargo, hasta ahora no existía evidencia científica de la eficacia de esta técnica en pacientes no intubados, algo especialmente importante durante los picos de la pandemia en que pueda haber escasez de respiradores.
"Esta es la primera gran investigación que analiza los beneficios de un cambio de posición en pacientes despiertos y que no necesitan de un respirador, es decir, que respiran espontáneamente por sí mismos, como parte del tratamiento en pacientes covid-19", afirma Oriol Roca, coordinador médico de la UCI del Hospital Universitario Vall d'Hebron e investigador del grupo de investigación en Shock, Disfunción Orgánica y Resucitación (SODIR) del Vall d'Hebron Instituto de Investigación (VHIR). El Dr. Roca ha sido uno de los investigadores que han participado en el trabajo internacional.
En el ensayo participaron 1.126 pacientes ingresados entre abril de 2020 y enero de 2021. La mitad formaban parte del grupo control, a los que se les trataba con el protocolo habitual, y la otra mitad se incluía en el grupo experimental, a quienes se les posicionaba en decúbito prono durante al menos una hora al día, en un mínimo de dos sesiones de 30 minutos, y con una media de 5 horas diarias.
Reducción de la necesidad de intubación
En el grupo control, el 46% de los pacientes necesitaron intubación o tuvieron un pronóstico fatal hasta 28 días después de la inclusión en el estudio. Este porcentaje se reducía hasta el 40% entre los pacientes del grupo experimental, que habían pasado un tiempo en decúbito prono.
Eso no es todo, ya que todos los indicadores de respiración mejoraron en gran medida ya durante la primera sesión -de 3 horas de media-, y la mejora se mantenía al volver a posición supina. El hecho de evitar la intubación reduce el riesgo de sufrir complicaciones por esta causa y también implica un beneficio colectivo al tener menos necesidad de uso de respiradores, uno de los equipamientos con menos disponibilidad en muchos países.
Además, entre los que estuvieron en decúbito prono durante al menos ocho horas diarias, sólo el 17% de los casos terminaron en intubación o muerte, por un 48% en los que pasaron menos de este tiempo. Así, parece que podría haber una relación entre la cantidad de horas posicionados en decúbito prono y la mejora del pronóstico clínico.
Estos resultados abren numerosas perspectivas de investigación, tales como la evaluación de los beneficios a largo plazo, los factores que favorecen la buena tolerancia a largas sesiones en decúbito prono, los factores que predicen el éxito de la técnica y su estudio en otras infecciones pulmonares además de la covid-19.
El estudio implicó la colaboración de 42 centros en seis países: España, Francia, Canadá, México, Irlanda y los Estados Unidos. En nuestro país, dos centros participaron en el estudio: el Hospital Universitario Vall d'Hebron y el Hospital del Mar.
Un estudio amplio con un gran impacto clínico
La muestra de pacientes en la que se basa el estudio es muy amplia, lo que permite obtener unos resultados más fácilmente generalizables. El estudio concluye que el uso de esta medida de apoyo es segura y muy sencilla de aplicar y no ocasiona ningún tipo de coste, mejorando directamente el pronóstico de los pacientes.
Se comprueba que no hay riesgos asociados en relación a la falsa confianza en un aumento puntual de oxigenación asociado al uso del decúbito prono que ocasione un retraso en la decisión de intubar de aquellos pacientes que no evolucionan favorablemente con la oxigenoterapia de alto flujo, ni un aumento en la frecuencia de efectos secundarios en comparación con el grupo que no se pronó.
"Proponemos, por tanto, realizar un cambio en la práctica clínica actual para incorporar este tratamiento como parte de la rutina médica para los pacientes covid-19 con insuficiencia respiratoria aguda que necesiten oxigenoterapia de alto flujo", concluye Roca.
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