Un estudio de la Universidad del País Vasco (UPV/EHU) llevado a cabo por Iratxe Pérez Urdiales, profesora de Enfermería I, ha analizado cuáles son las dificultades que tiene la población inmigrante indocumentada a la hora de acceder a la atención sanitaria. Entre las conclusiones a las que ha llegado destacan que las personas inmigrantes en situación administrativa irregular tienen condiciones de acceso legal a los servicios públicos de salud más restringidas y que se encuentran con barreras estructurales e individuales vinculadas a su vulnerabilidad social. Además, las mujeres son más propensas a buscar asistencia sanitaria y se enfrentan a factores de género que dificultan su acceso.
La investigadora indica que “las personas inmigrantes que se encuentran en situación administrativa irregular y las mujeres inmigrantes tienen dificultades para acceder a los servicios públicos de salud por diferentes motivos, como las propias características de las personas inmigrantes (origen, idioma, cultura…), el funcionamiento del sistema sanitario (burocracia), los requisitos legales (situación administrativa irregular o regular) o la visión estereotipada y pobre de la sociedad y del personal de los centros de salud respecto a los inmigrantes.
Además, las que están en situación administrativa irregular “tienen miedo de acudir a centros sanitarios públicos y deciden recurrir a clínicas gratuitas, donde les prestan una atención sanitaria fundamental”, afirma.
Como detalla a este medio la autora del estudio, el análisis estadístico se llevó a cabo con los datos recopilados por la ONG Médicos del Mundo Euskadi, que cuenta con una clínica gratuita de esta comunidad, entre los años 2007 y 2017 "para ver cuáles habían sido las tendencias de acudir a las clínicas gratuitas y los intentamos relacionar con la normativa vigente en ese tiempo". Hay que recordar que entonces había dos decretos leyes que entraron en vigor en 2012, que imponían condiciones más estrictas al derecho de los migrantes en situación administrativa irregular para acceder a la asistencia sanitaria normalizada.
Esta investigación se enmarca en la tesis doctoral de Pérez Urdiales titulada ¿El sistema sanitario respeta el derecho a la salud de las personas inmigrantes? Estudio del acceso de las mujeres inmigrantes a los servicios de salud de la CAV.
Además, la investigadora llevó a cabo entrevistas tanto a personas inmigrantes como personal sanitario que trabaja en la clínica gratuita y en los módulos psicosociales, "puesto que son las personas que suelen trabajar con este colectivo más asiduamente y de forma cercana". En total, fueron 26 entrevistas.
Perfil de los atendidos
El perfil de las personas atendidas en esta clínica "ha ido variando en los últimos años", según Pérez Urdiales. "Al principio eran básicamente hombres y las mujeres han empezado acudir más ahora respecto a años anteriores. Mayoritariamente son personas en situación administrativa irregular porque son los que lo tienen más difícil para acudir al sistema sanitario público". Casi todos eran individuos jóvenes.
También recalca que "a las mujeres que sufren violencia de género, independientemente de su situación administrativa, se les dificulta mucho el acceso a los servicios o evitan asistir a los centros sanitarios”.
Respecto a las nacionalidades, hay muchas personas latinoamericanas, subsaharianos, magrebíes y de Europa del Este. "En términos generales la mayoría eran mujeres lationoamericanas y hombres magrebíes", afirma.
Preguntada por las patologías por las que acudían a la clínica gratuita de la ONG, la experta comenta que son muy parecidas a las que podían verse en una consulta de Atención Primaria del Sistema Nacional de Salud (SNS). "No acudían por enfermedades tropicales ni otras patologías importadas de sus países. Lo habitual eran patologías del sistema musculoesquelético y respiratorias", aclara.
Actuaciones de mejora
Con esta fotografía de la situación sanitaria de la población inmigrante, Pérez Urdiales ha querido que el paso siguiente sea ver qué medidas se pueden implementar para mejorar la asistencia médica de estas personas.
En su opinión, si el idioma y el choque cultural, son dos barreras detectadas, la solución podría estar en la contratación de mediadores culturales, algo que falta en comunidades autónomas como las de la autora.
Por otra parte, afirma que las personas inmigrantes "tienen un gran desconocimiento sobre sus derechos sanitarios, por lo que la labor de Médicos Mundi es muy importante en este sentido". Pero defiende que sería necesario que el SNS tuviera más recursos y más fuentes de información más cercanos a esta población.
Igualmente, ve conveniente que el personal administrativo conozca en profundidad la normativa que da acceso al sistema sanitario público. Hay ciertos casos que, debido a ese desconocimiento, algunas personas que podrían ser elegibles para acudir a la consulta sanitaria pública se quedan fuera por haber sido mal informados".
Además, cree que se debería flexibilizar las condiciones por las que se adquiere el empadronamiento, que es un requisito imprescindible para acceder al sistema sanitario público. "Esta es una vieja reivindicación de las organizaciones sociales. Contar con una vivienda o llevar mucho tiempo en un sitio son condiciones que no pueden cumplir".
En lo que respecta al personal sanitario, también pueden contribuir a que esta situación mejore. "Los profesionales sanitarios deberían tener más conocimiento de cuáles son las condiciones en las que viven estas personas y ser más empáticos, porque al final tenemos una visión de la inmigración muy sesgada por los medios, que nos cuentan lo que se quiere mostrar. Por ello, deberían informarse un poco más y siendo empáticos con ello".
Como enfermera que es, este medio le ha preguntado qué está haciendo su colectivo para ofrecer una adecuada atención sanitaria a los inmigrantes. A su juicio, los colegios y los sindicatos están ofreciendo cursos sobre inmigración y cómo acercarnos más a ellos, "pero nos quedamos ahí", lamenta.
En su opinión, desde la Administración se hacen acciones puntuales sobre temas concretos, como por ejemplo el tema de "la mutilación genital femenina, en la que está trabajando el Osakidetza, pero no se trabaja con una visión global de la inmigración".
ONG y Administración
Pérez Urdiales pone en valor el papel de los servicios de salud gratuitos de ONG como Médicos Mundi, que, además de prestar atención sanitaria a las personas inmigrantes, llevan a cabo una defensa crucial de los derechos a la salud de esta población.
Eso sí, reconoce que "estas clínicas no deberían existir" porque el acceso a la salud es un derecho humano que debería disfrutar todo ciudadano, con independencia de su situación. “Nuestra sociedad considera la atención sanitaria como un privilegio -continua-, pero en sí misma es un derecho fundamental. Hay que fomentar una nueva perspectiva tanto en la sociedad como entre el personal sanitario”, concluye Pérez Urdiales.
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