La neuralgia trigeminal, conocida también como neuralgia del trigémino, el mayor de los nervios craneales, es una enfermedad rara que sufren una de cada 15.000 personas.
Según datos de la Sociedad Española de Neurología (SEN) afecta a más de 30.000 personas en España y cada año se diagnostican unos 2.000 nuevos casos.
Es un tipo de cefalea muy aguda e intensa, que afecta a la zona por la que discurre el nervio trigémino. Se trata un tipo de dolor de cabeza que, “a pesar de no encontrarse entre los más habituales, en los últimos años se está observando tanto un aumento de incidencia como de prevalencia debido al progresivo envejecimiento de la población”, según Pablo Irimia, coordinador del Grupo de Estudio de Cefaleas de la Sociedad Española de Neurología.
Algo más frecuente en mujeres mayores de 50 años que en hombres, su incidencia aumenta con la edad en ambos sexos, especialmente a partir de la sexta década de la vida: constituye casi el 90% de las neuralgias que se producen en las personas mayores de 60 años.
Produce un dolor extremadamente intenso, en forma de calambres en la cara (mandíbula, pómulos, nariz, frente y barbilla) que incapacita a las personas que lo padecen para llevar una vida normal y realizar las actividades más rutinarias.
Hacer visible el 'peor dolor del mundo'
Uno de los objetivos prioritarios para esta patología, según se ha puesto de manifiesto durante la celebración del Día Internacional de la Neuralgia del Trigémino, celebrado este fin de semana, es hacerla visible y reclamar una atención sanitaria especializada.
Esto implica que el paciente sea diagnosticado y abordado de forma personalizada y precoz para descartar otras patologías que también pueden producir un dolor punzante similar: alteraciones bucales, cefaleas, tumores, malformaciones vasculares o tensión cervical, entre otras, señala el neurocirujano Pablo Clavel, director del Instituto Clavel.
Según datos de British Medical Journal, esta enfermedad se presenta en el 80-90% de los pacientes sin causa conocida, el resto de afectados son personas con antecedentes de enfermedades que afecten al sistema nervioso central -esclerosis, herpes zóster o lupus.
En ocasiones, el dolor aparece por un sencillo estímulo en el área afectada tan simple como cepillarse los dientes, masticar, afeitarse o tocarse la cara y puede generar en los pacientes ansiedad, depresión y está considerado como “el peor dolor del mundo”.
La cirugía, al rescate de no respondedores
“Quizá se puedan imaginar lo que supone notar una descarga eléctrica cada vez que se come o se lava los dientes. Algunos pacientes llegan incluso a referir que no desean continuar viviendo con ese dolor”, indica Clavel, que atiende en consulta a pacientes afectados con esta patología.
Para tratar esta alteración se dispone de varios tratamientos, aunque según el neurocirujano, “no siempre es un bucle arterial el que comprime al nervio. En ocasiones encontramos una vena o conjunto de venas y algunas veces no encontramos compresión”.
El abordaje farmacológico que puede ser variado e incluso con la combinación de más de un fármaco. Suele ser efectivo y controla el dolor durante años en muchos. Para aquellos casos en los que el tratamiento farmacológico -el que se lleva a cabo en primera opción- fracasa existen opciones quirúrgicas.
La microdescompresión vascular es la intervención de elección cuando el paciente es joven y el dolor no se controla con medicación. Se realiza por una pequeña incisión por detrás del oído. “En la intervención se separa la arteria -que suele ser una rama de la arteria cerebelosa superior- del nervio trigémino en su entrada en el tronco del encéfalo. Al evitar el contacto de la arteria con el nervio, suele mejorar e incluso puede llegar a desaparecer por completo el dolor”, señala Clavel.
Otras técnicas para disminuir el dolor son la radiofrecuencia o la compresión con balón del ganglio de Gasser, según el neurocirujano. “Se realizan a través de una punción y una aguja que guiada por rayos X intraoperatorios entra por la base del cráneo hasta el nervio. Los resultados de estas alternativas no suelen ser permanentes pero, en algunos pacientes, pueden proporcionar suficiente alivio del dolor y una mejora en su calidad de vida”.
Múltiples etiologías
Según los datos que maneja la SEN, lo habitual es que dolor que origina la neuralgia del trigémino se localice en una o dos de las tres ramas trigeminales, ya que la afectación de la rama oftálmica ocurre en menos del 5% de los casos. También es poco habitual que la neuralgia afecte a ambos lados de la cara, aunque en algunos pacientes puede darse el caso.
Aproximadamente el 90% de los casos, llamados idiopáticos, se producen por la compresión o distorsión de la raíz trigeminal por una arteria o una vena. El 10% de los casos restantes se consideran sintomáticos, y en estos casos suele estar implicado algún tumor cerebral (menos del 2% de los casos), fracturas o cirugías faciales, algún tipo de infección (como el herpes zóster) o enfermedades degenerativas (como la esclerosis múltiple).
En los casos sintomáticos la edad de comienzo de los síntomas suele ser más precoz y es habitual que el dolor se presente junto con diversas anomalías sensitivas.
via Noticias de diariomedico.... https://ift.tt/3FzTKYO
No hay comentarios:
Publicar un comentario