La Sociedad Española de Enfermería Neurológica (Sedene) ha puesto en marcha el Grupo de Estudio de Demencias para aunar, potenciar e investigar sobre los cuidados enfermeros en este colectivo de pacientes.
No en vano, el número de personas afectadas en España supera las 700.000, con una prevalencia que ronda el 0,05% entre los que tienen entre 40 y 65 años, el 1,07% para los de 65-69, el 3,4% entre 70 y 74 años, el 6,9% para los de 75-79 años, el 12,1% para las personas entre 80 y 84 años, el 20,1% en edades comprendidas entre los 85 y 89, y el 39,2% en los mayores de 90. En todo el mundo, además, se estima que padecen esta enfermedad unos 55 millones de personas.
El Grupo de Estudio de Demencias está compuesto por enfermeras referentes y expertas a nivel nacional y su principal objetivo es mejorar la calidad de vida de las personas que padecen demencia y sus cuidadores.
Para ello, la apuesta de esta sociedad científica ha sido fomentar una línea integradora -contando con profesionales de la salud de diferentes disciplinas, profesionales del ámbito social y jurídico, y pacientes y familiares- que ha comenzado con la rúbrica de un acuerdo de colaboración con la Sociedad Española de Enfermería Geriátrica y Gerontológica (Seegg), que complementa los cuidados de las enfermeras neurológicas en muchas de las personas con demencia y sus familias.
"Nuestros pacientes tienen demencias y otras necesidades relacionadas con su edad avanzada. Precisamente por ello, creemos que somos complementarios y que trabajamos en la misma dirección que las enfermeras geriátricas para incrementar nuestros conocimientos sobre la demencia, dar los mejores cuidados y fomentar espacios y foros para trabajar con pacientes y sus familias. De hecho, no solo quisimos hacer un convenio de colaboración, sino que vimos la oportunidad de avanzar desde un punto de vista de la investigación y de crear protocolos de práctica clínica", explica a este periódico Tania Herrera, vocal de la Junta Directiva de Sedene y vocal y miembro fundador del Grupo de Estudio de Demencias.
Lo cierto es que las sinergias entre las enfermeras neurológicas y las geriátricas en este campo es fundamental. "A pesar de que las enfermeras tenemos una visión holística de las personas que sufren problemas de salud, el enfoque de las enfermeras expertas en geriatría es algo diferente al de las neurológicas. En el contexto actual, en el que las personas tiene una mayor esperanza de vida, debemos tener presente el concepto de fragilidad, algo que las enfermeras del ámbito de la geriatría llevan años trabajando. Para nosotras es una sinergia indispensable", señala David Iglesias, coordinador nacional del Grupo de Estudio de Demencias de la Sedene.
Pero la puesta en marcha de este grupo ha tardado más de lo esperado. "Hasta ahora no teníamos detectadas enfermeras neurológicas referentes en este campo. Ahora somos un total de once en el grupo (entre gestoras de casos, EPAs y expertas) y trabajamos con la idea de mostrar la necesidad de crear esta figura en todas las consultas de demencia del SNS, incluso en aquellos hospitales donde ni siquiera hay una consulta monográfica sobre esta patología", explica Herrera.
Objetivo: ser un referente para las enfermeras
El objetivo del grupo es ser una referencia para aquellas enfermeras que trabajan día a día en el ámbito de las demencias o con personas que puedan padecerlas. "Queremos impulsar la formación cualificada para profesionales de enfermería (enfermeras y técnicos auxiliares). También creemos que es necesario colaborar estrechamente con las asociaciones de pacientes. Necesitamos conocer sus verdaderas necesidades para adaptar e impulsar mejoras cualitativas en los cuidados que se ofrecen a las personas con demencia y su entorno", indica Iglesias, que también es jefe de Enfermería del Área de Neurociencias del Hospital del Mar de Barcelona, máster en Gestión Sanitaria y en Psicología de la Salud.
Los cuidados enfermeros -añade- se inician realizando una valoración integral, que recoge todas las áreas del paciente y proporciona de inicio una visión holística de las necesidades y problemas de salud de las personas. "Lo que busca este Grupo de Estudio es situar a la enfermera como líder del equipo asistencial, sobre todo en aquellas fases en las que el tratamiento farmacológico pase a un segundo plano, disminuyendo la percepción restrictiva como enfermo y a la despersonalización y mejorando el acceso a los servicios sanitarios".
También recuerda que las personas con demencia necesitan cuidados adaptados a cada fase de la enfermedad. "En fases iniciales se basarán más en el apoyo emocional y educacional tanto del paciente como de su entorno. A medida que avance la enfermedad se transformaran en cuidados más sustitutivos de necesidades (mas asistenciales)".
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