El Ayuntamiento de Barcelona dispone de una amplia red de refugios climáticos (entorno seguro y acondicionado), actualmente 402 centros de diferente tipología, en los que la ciudadanía pueden pasar unas horas al resguardo de unas temperaturas que estos días son de 27.6 grados de media durante en día en la capital catalana. El calor excesivo y sostenido aumenta la mortalidad y los problemas de salud, especialmente entre las personas mayores, los bebés y las personas con enfermedades crónicas o con pocos recursos.
En el mapa de refugios climáticos (bibliotecas, piscinas, centros cívicos y de mayores, centros comerciales y mercados, etc.) barcelonés figuran algunos centros relevantes del sector salud como el Colegio Oficial de Médicos de Barcelona (COMB), la sede corporativa del Instituto Catalán de la Salud (ICS) y el Hospital de la Santa Creu y Sant Pau (más conocido como Hospital de Sant Pau).
Este centro de agudos, que tiene sus orígenes en el año 1401 y es propiedad de la Muy Ilustre Administración (MIA, patronato de la Fundación Hospital de la Santa Creu i Sant Pau, del que forman parte representantes del Ayuntamiento de Barcelona, la Generalitat de Cataluña y el Capítulo de la Catedral de Barcelona), ejerce de hospital universitario general y de alta tecnología (terciario). Eso, y la fuerte presión asistencial que afrontar de manera habitual, no le impide llevar dos años ofreciendo cobijo de las altas temperaturas a sus vecinos, una población de la Derecha del Ensanche especialmente envejecida y con muchas personas que viven solas.
Este año ha abierto las puertas de su enorme vestíbulo principal (entrada por la calle Sant Quintí), del 30 de junio al 31 de julio, y de lunes a viernes de 9 a 13 horas. Y no se trata únicamente de pasar allí un rato frescos sino de participar en más de 35 actividades dirigidas por profesionales y voluntarios del propio centro.
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