Llevar una idea embrionaria a término, convertir un proyecto en una realidad o elevarlo hasta la etapa previa a su comercialización no es fácil. Lo saben los emprendedores, especialmente en el ámbito biomédico, en el que algunas de las metas a superar son específicas de este sector y entrañan un riesgo importante. "Por muy bonito que sea trabajar en un sector en el que el objetivo final es ayudar a curar enfermedades, siempre vivimos en el filo de la navaja, porque un fallo o un mal resultado en un momento dado puede hacer que todo el proyecto se vaya al traste, pierda su valor y todo el trabajo hecho hasta entonces se tenga que tirar la basura. Cada uno de los pasos que se van dando deben salir bien porque, si alguno sale mal, todo puede fallar". David Segarra, cofundador y CEO de aptaTargets afirma que este riesgo quizá no se da en otros sectores, y sí es uno de los principales retos en el sector biomédico, pero no el único.
Segarra será uno de los participantes en la tercera edición de Ennova Health Day, organizado por Diario Médico y Correo Farmacéutico y que se celebrará el próximo 18 de noviembre. Su compañía se creó 2014 e inició un programa de desarrollo de fármacos en colaboración con la Universidad Complutense y el Hospital Ramón y Cajal, de Madrid. En 2019 y 2020, llevó a cabo el primer ensayo clínico en humanos en voluntarios sanos para demostrar el efecto neuroprotector de su primer compuesto, ApTOLL, que posteriormente completó un ensayo clínico de fase 1b/2 para el ictus isquémico agudo con resultados positivos, y que se acaba de licenciar a Merck para su desarrollo clínico y comercialización.
A partir de la experiencia con este primer proyecto de aptaTargets, Segarra conoce de primera mano el recorrido necesario que requiere el escalado de una innovación biomédica, y las trampas que puede haber en ese recorrido.
via Noticias de diariomedico.... https://ift.tt/4vWx6Eg
No hay comentarios:
Publicar un comentario