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domingo, 14 de febrero de 2021

Huesos medievales: historias de trabajos y deterioros

Investigación
Josezarate
Dom, 14/02/2021 - 08:00
Un análisis de 2.500 huesos burgalenses revela las diferencias de la degeneración articular
Carmen Alonso, en primer plano, y Belén López, del área de antropología física del Departamento de Biología de Organismos y Sistemas de la Universidad de Oviedo.
Carmen Alonso, en primer plano, y Belén López, del área de antropología física del Departamento de Biología de Organismos y Sistemas de la Universidad de Oviedo.

La utilización de técnicas estadísticas especializadas aplicadas a la paleopatología para el estudio, en este caso, de la enfermedad articular degenerativa en una población medieval y moderna urbana refleja resultados que permiten inferir diferencias por sexo respecto al estilo de vida y el reparto de ocupaciones, y una incidencia muy elevada en general, más aún en las extremidades superiores.

El estudio, publicado en American Journal of Physical Anthropology, ha sido llevado a cabo por investigadores de las universidades de Oviedo y de Cardiff, que han probado la utilidad de varias técnicas estadísticas en el análisis de datos procedentes de contextos bioarqueológicos, según explica a DM Carmen Alonso, una de las firmantes del estudio, junto con Beatriz Blanco y Belén López, todas de la Universidad de Oviedo, y Antonio F. Pardiñas, de la Universidad de Cardiff.

Estos investigadores han estudiado la incidencia y características de la enfermedad articular degenerativa en una población medieval y moderna recuperada de la necrópolis de San Nicolás de Bari, en Burgos, analizando más de 2.500 huesos pertenecientes a 73 individuos, en los que se ha podido inferir el sexo y la edad. La población estudiada vivió entre los siglos XV y XVIII.

Años de esfuerzo físico

La enfermedad se analizó en las seis principales articulaciones del esqueleto humano y en la columna vertebral. Los resultados de la investigación muestran el fuerte impacto de la edad en la degeneración de las articulaciones superiores de la población estudiada, un desgaste que se puede interpretar como “la consecuencia de años de intenso esfuerzo físico en los brazos”, explica Carmen Alonso, del área de Antropología Física del departamento de Biología de Organismos y Sistemas, lo que se asociaría al trabajo de estos individuos en actividades propias de la artesanía y la construcción.

Imagen eliminada.
Las modernas técnicas paleopatológicas permiten afinar influencias genéticas o laborales en el deterioro de las articulaciones.  

La enfermedad era muy prevalente tanto en las extremidades superiores como en las inferiores, pero más aún en las primeras. En la investigación se utilizaron técnicas estadísticas especializadas, como la aplicación de modelos mixtos lineales generalizados, que permiten usar la totalidad de los datos para evaluar el impacto específico en poblaciones pasadas de factores asociados a enfermedades.

Estas técnicas son las que han permitido observar una diferenciación sexual en la incidencia de la enfermedad articular degenerativa en las extremidades inferiores, significativamente más prevalente en los varones, “lo que constituye un reflejo de un tipo de actividad diferencial entre los sexos que nos lleva a pensar que los varones realizaban largos desplazamientos a pie”.

Las técnicas aplicadas “nos permiten afinar más a la hora de sacar conclusiones, teniendo en cuenta variables fijas y otras aleatorias. Así las variables fijas afectan de la misma manera a los datos, por ejemplo, a más edad más enfermedad articular, pero con las variables aleatorias podemos tener en cuenta elementos sin un patrón definido, como variabilidad individual debida por ejemplo a factores genéticos. Con los modelos mixtos reducimos el riesgo de falsos positivos”.

Tareas masculinas y femeninas

Con los métodos tradicionales no se puede discriminar qué parte de la variabilidad observada puede atribuirse a características intrínsecas de los individuos, “que contribuyen a que la reacción frente a estímulos externos varíe de unos individuos a otros. Así por ejemplo, dos personas del mismo sexo y edad, realizando la misma actividad física, no necesariamente desarrollan el mismo nivel de enfermedad articular”.

Además, con la metodología aplicada se ha podido analizar la enfermedad en cada hueso de la articulación “y esto es importante porque no todos los huesos de una articulación tienen por qué tener el mismo nivel de enfermedad. Los métodos tradicionales dan un valor único a cada articulación, mientras que las técnicas que nosotros aplicamos nos permiten obtener resultados mucho más precisos, al dar un valor específico a cada hueso”.

Es precisamente esta metodología la que ha permitido ver esas diferencias estadísticamente significativas por sexos en las articulaciones de las extremidades inferiores.

La paleopatología es la rama de la ciencia que, dentro de la Antropología Física, describe y analiza qué tipo de enfermedades afectaron a nuestros antepasados. Mediante el estudio de su incidencia esta disciplina permite inferir estilos de vida y comportamientos sociales, así como conocer si existió diferenciación sexual en el reparto de tareas y trabajos.

El uso de técnicas estadísticas es fundamental en esta disciplina. Sin embargo, los métodos clásicos han sido objeto de crítica, dado que analizan cada factor de interés por separado. Así, los factores asociados a la enfermedad articular degenerativa y otras patologías óseas actúan de forma interconectada y conjunta. Esta es la razón por la que la segregación en su análisis puede provocar falsos resultados. De ahí el interés de los modelos mixtos lineales generalizados.

Un equipo de la Universidad de Oviedo ha viajado en el tiempo para describir la vida medieval a través de las enfermedades articulares. Off Covadonga Díaz Medicina Legal y Forense Off

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