El próximo 27 de marzo miles de se examinarán para conseguir una plaza de la convocatoria MIR y EIR 2021, entre otras, pero es probable que este año haya menos competencia. Y es que parece que la mayor oferta laboral por la pandemia, las restricciones para viajar o cómo está repercutiendo en la formación de los residentes ha provocado que menos gente se haya inscrito.
Según las listas de admitidos provisionales, este año podría haber 15.071 inscritos al MIR 2021 (de los cuales sólo estarían admitidos 13.638), frente a los 16.964 del año pasado, un 11,15% menos, rompiendo la tendencia creciente de otros años. En el EIR la caída es todavía mayor: 7.420 inscritos en 2021, frente a los 12.217 de 2020, un 39,26% menos.
Sobre los datos del MIR, José María Romeo, editor del blog 'MIREntrelazados', que lleva años analizando todos los datos relacionados con el examen y la elección MIR, destaca que, según las listas provisionales, se han inscrito en la convocatoria de Medicina 839 españoles menos (10.673 frente a 11.512 en 2020). Intuye que "no serán recién egresados, sino sobre todo menos especialistas, porque supongo que estarán trabajando por la pandemia".
El otro dato que resalta es que "como consecuencia de la pandemia, y de que las academias se han adaptado a preparar a través de medios audiovisuales, una parte considerable de los extranjeros afectados por el cupo, que se preparaban presencialmente en España con visa de estudios (la llamada situación 4) han decidido a hacerlo desde sus países (situación 5) y de paso se ahorran la estancia. Así, los primeros son 778 frente a 1.780 el año pasado y los segundos son 1.463 frente a 1.537".
En general, las academias aseguran que no han notado un menor número de alumnos, sin un repunte especial tampoco para los que tienen la vista puesta en 2022. El equipo de la academia AMIR, apunta que "la preparación sigue la normalidad de otros años, salvo la diferencia del cambio de fecha que hace hayamos modificado nuestra programación de estudio para que los alumnos lleguen al día del examen como hasta ahora, con la mejor preparación posible".
Paula Jimenez-Fonseca, coordinadora de Curso MIR Asturias, opina que "la causa más probable del descenso de presentados son los médicos recirculantes, es decir, aquellos que ya tienen una especialidad y desean cambiar muchas veces por encontrarse en paro. Este año es probable que al estar trabajando la mayoría de médicos con plaza, menos hayan optado por volver a presentarse al MIR. Además, ocurrirá algo similar con médicos extranjeros, que quizás estén trabajando en sus países y sea más complicado a todos los niveles venir a España a hacer un examen".
Antonio Martín Conejero, director del Claustro de Profesores de CTO, opina que, en cuanto a extracomunitarios, "a muchos la pandemia les ha impedido hacerse un plan de trabajo y prepararse el MIR este año, para dejarla para más adelante. De hecho, de los que nos han contacto para prepararse en 2022, encajan con el perfil de personas que han tenido problemas, por ejemplo, para homologar los títulos en plazo". Por el contrario, cree que con las listas definitivas el número de españoles acabarán siendo los mismos o más".
A su compañero Ángel González, director del área de Enfermería de CTO, no se ha extrañado de que haya menos candidatos este año. Reconoce que en la academia sí se ha notado menos demanda, porque "mientras que en el MIR la mayoría se dedican en exclusiva al estudio, en el EIR no es así y este año están todas trabajando, doblando turnos y algunas incluso en dos hospitales".
José María Romeo, de 'MIREntrelazados', estima que la demanda efectiva de plazas MIR 2021 podría ser de 1,23 aspirantes por plaza
Fuentes de la academia Ifses señalan la disminución de inscritos en el EIR se explica por la pandemia y problemas con la solicitud telemática, si bien el volumen de matriculados ha ido aumentado y no han notado mayor demanda para posteriores convocatoria. Con la pandemia "hubo mucha incertidumbre por parte de las personas que tenían como objetivo la preparación del EIR, tanto por la situación novedosa y desagradable que se estaba viviendo a todos los niveles, como por la oferta laboral que surgió en muchos casos a personas que todavía no había finalizado el grado".
José Luis Cobos, vicesecretario del Consejo General de Enfermería, señala que "el interés por el EIR no ha ido el aumento, porque a pesar de tener 6 especialidades reconocidas [faltaría Enfermería médico-quirúrgica], eso no se ha traducido en puestos de trabajo y eso creaba cierto desánimo entre las profesionales".
Pero lo de este año la diferencia es especialmente llamativa, puesto que "con la pandemia, prácticamente todas las enfermeras están trabajando" y por tanto apenas se encuentran con tiempo para ponerse a mirar los apuntes. Además, una EIR cobra aproximadamente un 80% del salario de una enfermera general, aunque Cobo cree que en este caso el factor económico no es el realmente relevante.
¿Puede haber influido en el ánimo también que se cuestione la calidad de la formación que están reconocido los residentes? "Puede que la formación esté algo distorsionada, pero el sistema sigue funcionando, no creo que podamos ponerlo en tela de juicio".
En cualquier caso, Cobos destaca "hay candidatos de sobra, no habrá un problema este año a pesar de que haya menos inscritos".
Menos competencia
¿Qué efectos implica menos candidatos? Pues, en teoría (porque habrá que ver si el examen mantiene la dificultad de otros años) más plazas para todos.
La caída de cifras en Enfermería hace que "este año sea una gran oportunidad", en palabras del director del área de Enfermería de la academia CTO. Si la relación de admitidos provisionales se mantiene, estaríamos hablando de una proporción de poco más de 4 candidatos por plaza, frente al año pasado que fueron casi 8.
En cuanto al MIR, tras hacer una proyección partiendo del año pasado, Romeo cree que, si efectivamente "se presentan aproximadamente 1.218 menos que el año anterior (13.750 frente a 14.968) con una oferta de 374 plazas más (7.989 frente a 7.615)", con un examen similar y descontando los extracomunitario que van por cupo, "la demanda efectiva de plazas podría rondar este año 1,25 aspirantes por vacante frente a 1,43 el año pasado".
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Respecto a los extracomunitarios afectados por el cupo (los que tienen visa de estudios y los que se preparan desde sus países), Romeo señala que "a pesar de tener 320 plazas este año, 20 plazas más que el año pasado, su inscripción ha disminuido 1.076 aspirantes (2.241 frente a 3.317)". Es decir, los afectados por el cupo serán menos para más plazas: "Para ellos el número de orden en el que se agote el cupo tiene visos de ser más favorable que el año pasado, es decir, con un nº de orden peor en el que se agotó el año pasado, que no llegó al nº de orden 4000", estima.
Más oferta de trabajo y...¿peor formación?
María trabaja en Urgencias extrahospitalarias en Yecla (Murcia). Lleva encadenando diferentes trabajos sanitarios desde 2018 y, aunque está apuntada al MIR 2021, reconoce que lo más seguro es que no se presente al examen.
"A la vez que trabajo, me voy formando por mi cuenta, pagando yo sobre todo. El problema es que la residencia de Medicina Familia, que es lo que yo me he planteado dado que Urgencias no existe como especialidad, no sé si las haría en las condiciones actuales..."
"Creo que hay gente que no se presenta porque la formación no va ser buena. Todos conocemos a alguien que está con la residencia. Aquí a los de Familia les han suspendido las rotaciones para mandarlos a hacer llamadas...", argumenta. Más motivos: estás en primera línea y sin embargo cobras menos que alguien que sustituya a un adjunto aunque no tengas la especialidad, a veces no está el adjunto porque está en otro destino o directamente está haciendo cuarentena...
De mantenerse el número de admitidos, en Enfermería competirían 4 candidatos por vacante EIR 2021, en lugar de 8 como en 2020
"Pienso que ese planteamiento de que sin el MIR no eres nada tendría que cambiar. Conozco a mucha gente ahora mismo trabajado... y es cierto que son contratos basura, pero es que los de los especialistas no son mucho mejores", apunta. Matiza que defiende la especialidad de Medicina de Familia: "No es un trabajo que pueda hacer cualquiera, hay que saber de todo y así lo esperan los médicos de hospitales".
También conoce a personas que están dedicadas "a muerte" a prepararse el MIR, "pero eso normalmente son seis meses de preparación, y ya llevan diez...", añade.
Jesús Corres y Miguel Castillo, directores Académicos de PROMIR, perciben que la pandemia está teniendo ese doble impacto: por una parte, los alumnos que trabajan tienen menor disponibilidad y, por otra, hay preocupación por cómo será la formación en plena pandemia.
“La situación actual hace prever que gran parte de la asistencia sanitaria de los meses venideros, cuando se incorporen como residentes, estará muy centrada en el manejo de la covid-19, restando espacio para ver otro tipo de situaciones clínicas y quirúrgicas, que entienden son fundamentales para su formación. Sin embargo, nos encontramos ante un escenario muy incierto, ya que el avance de la vacunación cuando se incorporen los nuevos residentes a mediados de julio puede cambiar el panorama asistencial de forma radical".
A nivel personal, Corres considera que puede no valer la pena presentarse a otra convocatoria: "Nadie nos puede asegurar que en 3-4 años tengamos una nueva variante del virus que produzca otra pandemia… Pero, por supuesto, se trata de una decisión personal y que cada uno debe tomar en función de su caso particular”.
Cristina Camacho, enfermera que se prepara con CTO, sí ha preferido esperar al EIR 2022 "para poder prepararlo a largo plazo y mientras tanto trabajar en atención primaria", como la mayoría de su entorno. Señala que es posible que para ese año haya más candidatos, "pero también puede que se equilibre por gente que consiga trabajo fijo; ahora mismo se están ofertando chollos".
Aina Trilla se presenta por primera vez al EIR ese año, porque le aconsejaron que si tenía una especialidad clara era mejor que encadenara la carrera con la preparación al examen. Aspirante a matrona, hoy tiene un trabajo en atención primaria que le permite compatibilizar trabajo y estudio.
"Sería mucho más difícil estando en un hospital, con sus turnos rotatorios... yo creo que este año ha sido muy complicado para Enfermería, con turnos de 12 horas, mucho cansancio físico pero también sobre todo mental. Así que no me extraña que muchas hayan decidido cuidarse y dedicar más tiempo para ellas o su familia y lo hayan dejado para el año que viene".
Daniel Velayos, candidato que se prepara con CTO para enfrentarse a su primer MIR, señala que en su círculo cercano la tónica es que se van a presentar al examen. Ha oído que hay gente que no se presenta este año, pero "no sé hasta qué punto es porque creen que la formación va a ser peor o porque ya tienen trabajo". En su caso, estuvo tres meses trabajando en Urgencias durante la pandemia, pero lo dejó para centrarse exclusivamente en preparárselo.
Por la gente que conoce que ya está haciendo la residencia desde septiembre "y lo que nos dicen es que efectivamente tienes tus guardias y tus casos covid, pero también se pasa por planta, por consulta...", por lo que no teme que su primer año le vaya a preparar peor si consigue plaza.
“Hay más desidia, planteándonos si realmente merecerá la pena comenzar una residencia en esta situación"
Chantal Román, que se está preparando con PROMIR, señala que, en el caso de quienes están trabajando en este momento "no son reticentes a presentarse al MIR, pero no pueden dedicar todo el tiempo que les gustaría al estudio o la realización de preguntas debido a las guardias, a tener que cubrir turnos de compañeros, etc. No hay miedo en coger una plaza, pero sabes de antemano que la formación se verá afectada por la pandemia", reconoce.
Felix Rosa, otro alumno de CTO, ya lleva un examen MIR a sus espaldas. "Normalmente el estudio comienza en verano, pero como veníamos del confinamiento, pensábamos que se iba a retrasar la convocatoria mucho o incluso que no iba a haber MIR. Tengo amigos que decidieron ponerse a trabajar y que ya irían a otra convocatoria, pero también tengo otros que se estaban preparando con nosotros y que al retrasarse y seguir la pandemia, creen que la formación de R1 y R2 no va a ser tan buena, van a faltar rotaciones... y han decidido dejarlo y presentarse en 2022. Otros se están planteando irse fuera: se están preparando el MIR italiano o incluso el de Bélgica, porque ofrecen mejores condiciones laborales que aquí".
"Entre mis compañeros, al menos los que conozco no he percibido atisbo alguno de rechazo a presentarse, es una situación que nos ha tocado enfrentar como personas y como médicos. Si nos toca en nuestro período de formación lo afrontaremos", opina Encarna María Jiménez Plaza, aspirante MIR de la academia PROMIR. "Creo que los médicos debemos afrontar todas y cada una de las adversidades que se nos presenten en nuestro quehacer diario".
Carmen Martínez, otra candidata que se prepara con CTO, relata que conoce a gente "en los dos polos: compañeros que durante la pandemia los cogieron para trabajar y como estuvieron a gusto, han decidido posponerlo, y otros compañeros que querían tomarse 2020 como año sabático y como no se ha podido hacer nada, pues se han puesto a estudiar".
"Sentimos una gran incertidumbre ante la posibilidad de contagiarnos en una fecha próxima al examen o no superar el control de temperatura"
Ella añade que otro motivo por el que puede haber menos inscritos es que la inscripción ha sido totalmente online este año "y eso ha generado bastantes problemas. Supongo que la mayoría habrá podido, pero, por ejemplo, los extranjeros que hayan tenido que hacerlo a través de la embajada lo habrán tenido más complicado".
Isabel, aspirante al EIR 2021, coincide en señalar que seguramente la bajada de inscritos se deba a que "la gente no tenga ni tiempo ni ánimo de prepararse el examen", más que a problemas con el registro electrónico o a que se cuestione que la formación no va a ser tan buena este año. "El EIR requiere mucho tiempo de estudio y dedicación y hay bastante cansancio acumulado".
“Casi todos mis conocidos han terminado la carrera hace dos años y es la segunda vez que se presentan al examen MIR”, explica Darío Díaz Rozado, alumno de PROMIR. “Hay más desidia, planteándonos si realmente merecerá la pena comenzar una residencia en esta situación y si de verdad seremos considerados como auténticos residentes, o simplemente, mano de obra barata en primera línea de esta pandemia, que espero, termine lo antes posible”. Si no consigue plaza, se plantea hacer la especialidad en el extranjero.
Cansancio acumulado
Todos los aspirantes reconocen que, trabajen o no, están agotados. Y es que la preparación es intensa, una carrera de fondo en la que tienes que aguantar hasta el final. Con la pandemia, el examen se va a celebrar con dos meses de retraso respecto a lo habitual. O sea, dos meses más para estudiar...pero son otros dos meses más de aguantar el ritmo.
Muchos confiesan que además les cuesta desconectar mentalmente, ya sea del trabajo o del estudio, en parte debido precisamente a las restricciones para contener la pandemia.
Isabel ya se ha presentado al EIR varias veces, pero dice que es duro. "Tengo ya un sistema, pero la verdad es que la concentración conforme pasa el tiempo, se diluye cada vez más". Explica que trabaja en Oncología y por tanto en una zona limpia, pero "la presión del hospital se nota, es el ambiente...es difícil de describir...y se une el cansancio del final de la preparación con el cansancio del hospital”.
Trilla explica que hay días en los que está agotada y necesita al menos una hora de desconexión mental tras el trabajo, pero que en los días más duros "me visualizo con mi plaza de Matrona, con los bebés y las mamás y me motivo". En ese sentido, "en parte el estar limitado es una ventaja, porque te centras más en estudiar".
Pedro Llopis Sánchez, candidato que se prepara con la academia PROMIR, señala que, como el método de este centro es 100% online, en ese sentido no se ha visto perjudicado, pero “sí es cierto que a la presión, sacrificio y entrega que conlleva este proceso, se le ha añadido la preocupación por la salud propia y de mis seres queridos, lo que ha sido, al menos en mi caso, una importante fuente de distracción y pérdida de concentración, menor rendimiento y peor productividad”.
Velayos opina que lo más duro no es tanto el estudiar muchas horas, lo habitual en la carrera de Mecicina, sino el "no poder disfrutar del descanso, porque, por ejemplo, no puedes salir a tomar algo con los amigos. De alguna forma te falta una motivación extra para estudiar ese día, estás al final encerrado...".
"Lo único bueno de la pandemia es que como no se puede salir, hay muchas actividades restringidas, no tienes esa pequeña intención de pecar porque lo tienes limitado y eso te ayuda a estudiar, pero pierdes descanso”, apunta Rosa, que compara su experiencia con la del año pasado: "El domingo lo utilizabas para descansar: salías con los amigos o con la familia, hacías deporte.. ahora estás en casa, das un paseo si te lo permiten. Otro déficit son la falta de clases presenciales y ese trato con el profesor, con los compañeros que están viviendo los mismo que tú... todo ha quedado relegado a una pantalla".
"Estamos centrados en el estudio porque ahora nos quedan dos meses, pero es verdad que la situación no ayuda demasiado, tenemos bajones”, comenta Martínez. “La semana pasada en Santiago cerraron las bibliotecas, y en mi caso no pasa nada porque yo estudiaba en casa, pero a mis compañeros les ha descolocado su ritmo de vida. Además, normalmente estábamos hasta las 10 estudiando y con el toque de queda a las 11, aprovechábamos y dábamos un paseo. Ahora tenemos poco margen para distraernos, la verdad. Procuramos darnos apoyo entre compañeros, y la academia por su parte, por ejemplo, ha puesto este año unos vídeos con media hora diaria con un entrenador personal para el que quiera hacer deporte”.
"A nivel emocional esta época es dura y cuesta ponerse a estudiar. La desconexión es imposible, porque no puedo salir de mi ciudad, los bares están cerrados... hay que guardar un equilibrio, por salud mental", defiende Camacho.
"No tienes esa pequeña intención de pecar porque tienen limitadas las actividades y eso te ayuda a estudiar, pero pierdes descanso”
Las academias son conscientes de que este año es más complicado para los aspirantes, aunque fuentes de Ifses le ven el enfoque positivo: “Aunque resulte difícil de entender, para muchas personas esta situación tan difícil le está sirviendo como estímulo para conseguir su objetivo. La plaza puede ser un broche de oro a un año muy duro. Por otra parte, puede que haya personas que se están volcando en el estudio para evadir la crudeza de una realidad diaria en su puesto de trabajo en cualquier ámbito de la Enfermería".
Jiménez-Fonseca señala que "a través de las encuestas periódicas que cumplimentan los alumnos hemos comprobado que su estado emocional y su motivación es muy similar a la de alumnos de cursos previos", si bien Curso MIR Asturias ha reforzado las herramientas de apoyo psicológico y se han contado con días adicionales de vaciones este año. Además, la dirección organiza una tutoría semanal con información sobre la pandemia para tener a los alumnos informados.
Desde PROMIR no han encontrado grandes diferencias en el tiempo dedicado al trabajo con nuestra plataforma y el seguimiento de la metodología, aunque sí han notado "más interés en conocer los trabajos médicos a los que pueden optar durante su preparación MIR y los requisitos necesarios para poder hacerlo, derivado de la mayor oferta de trabajo en el momento actual", para lo que realizaron un seminario específico.
Además, "los alumnos nos están solicitando más apoyo y esto lo vemos en el aumento de la demanda de tutorías personales, con un crecimiento de más de un 25% con respecto al curso anterior".
¿Qué pasará el día del examen?
De momento no hay instrucciones concretas sobre el protocolo que se seguirá de cara a los exámenes de acceso a la formación sanitaria especializada, que son de cuatro horas de duración, aunque la suposición general es que la mascarilla será obligatoria y que se intentará mantener la distancia.
Desde la academia AMIR, afirman que "nuestros aspirantes que han tenido que acostumbrarse a cambiar algunos hábitos en relación a la preparación del examen. Por ejemplo, la utilización de mascarillas durante las horas en las que se realizará el examen es un elemento que es necesario contar para construir en cada simulacro la situación más parecida al día del examen". Igualmente, "la incorporación de preguntas sobre el Covid-19 -que se incorporarán seguro a otras temáticas- también han servido para realizar un seminario específico que vendrá a mejorar la formación en esta materia para nuestros alumnos".
"Para muchas personas esta situación les está sirviendo como estímulo: la plaza puede ser un broche de oro a un año muy duro"
Las academias como CTO están preparando a los candidatos, aunque sea a distancia, para que entrenen en condiciones "reales", con posibilidad de salir en la primera y la última media hora, y examinándose con la mascarilla puesta. "Les hemos enseñado cómo debe ser la respiración, y qué hacer si se encuentran en un momento de ansiedad", comenta González.
Llopis señala que no conoce a ningún compañero que se muestre reticente a presentarse a la convocatoria actual por la pandemia. "Lo que sí sentimos es gran inseguridad e incertidumbre ante la posibilidad de poder contagiarnos en una fecha próxima al examen o de no superar el control de temperatura que imaginamos se llevará a cabo el 27 de marzo. Creemos que sería necesario contemplar estos escenarios porque prolongar la preparación MIR 12 meses más es, hoy en día, al menos para mí, una hipótesis increíblemente desalentadora y desesperanzadora".
“No nos han hablado de plan de prevención...cuando fuimos el año pasado, hubo una aglomeración de personas mirando el sitio que les toca del examen, por ejemplo. No sabemos si se avisará por móvil, si se llamará en dos horarios...aunque es verdad que a dos meses creo que aún no somos conscientes de ello”, comenta Rosa.
Martínez recuerda que “como es un examen largo, normalmente puedes beber, tomarte frutos secos, salir al baño, etc. Este año no sé cómo lo gestionarán, porque se supone que deberías tener la mascarilla puesta todo el tiempo...”
Velayos no se plantea en ningún caso renunciar a hacer el examen MIR: "Es un día y, si tengo mala suerte y me contagio, pues me aislaré, pero prefiero no tener otro año así".
Sobre la posibilidad de hacer el examen MIR y EIR 2021 online, los candidatos conceden que se sentirían más tranquilos en cuanto a la pandemia, pero también se resisten por la posibilidad de hacer trampas o bien que haya candidatos con problemas de conexión, resume Martínez
Los alumnos de Curso MIR Asturias realizan test online cada día "por lo que dominan este modo de evaluación", si bien "los simulacros de los sábados recomendamos que los realicen en papel, puesto que el examen MIR está convocado para realizarse presencial"
Sobre la posibilidad de un examen online, desde PROMIR valoran que “la accesibilidad, seguridad y eficiencia, que proporciona una solución de examen digital, es difícil obtenerla por otros medios. Otro tema es que el cambio a un MIR digital no puede ni debe ser improvisado, tiene que estar en la agenda del Ministerio de Sanidad y contar con todas las garantías para una implantación con éxito. Es algo que no veremos en este MIR, pero que estamos seguros de que tarde o temprano sucederá".
"Un examen online cambiaría por completo el EIR tal y como lo conocemos", valoran desde Ifses. "¿Se dejaría un tiempo para responder cada pregunta? ¿Habría diferentes versiones de examen? ¿Habría opción de respuesta de alguna pregunta, si no la he contestado antes?. A día de hoy, entendemos que haya espacios que permitan una distancia de seguridad entre personas, y que haya medios para que este examen sea seguro".
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