El incremento del número de denuncias de mujeres por haber sufrido pinchazos en lugares de ocio nocturno (discotecas, conciertos, festivales o verbenas) para conseguir su sumisión química, ha generado una enorme alarma en toda la sociedad y los colectivos sanitarios.
En este escenario, el Colegio de Enfermería de Valencia (Coenv) ha reclamado que se contemple la creación de la figura de la enfermera de zona de ocio para atender este tipo de situaciones. Según explica la presidenta del Colegio de Enfermería de Valencia, Laura Almudéver, “se trata de una reivindicación que surgió hace aproximadamente dos décadas, para cubrir las necesidades de la zonas con alta concentración de espacios de ocio, como ocurre en las zonas de costa de la Comunidad Valenciana, Baleares, Andalucía o Cataluña, durante el periodo estival. Y se sumó a la petición por esa misma época de la enfermera escolar en los centros educativos”.
Desde el Consejo de Enfermería de la Comunidad Valenciana (Cecova) ya se reclamó esta figura hace más de 15 años cuando empezaron a proliferar los festivales musicales y, de hecho, “de forma puntual ya se contratan equipos de Enfermería para cubrir eventos como festivales”. Se trata de equipos que están formados por profesionales de la urgencia y la emergencia extrahospitalaria, y que conocen el medio y se enfrentan a cualquier tipo de urgencia sanitaria.
La reivindicación se centraría en de definir bien esta función e implantarla por parte de la Administración.
“En la práctica se trata de establecer las funciones esenciales de un profesional sanitario aplicadas a las circunstancias del ocio (festivales, fiestas populares, zonas de esparcimiento). Con funciones asistenciales como la promoción, elaboración de planes de cuidado y primeros auxilios, pero también con el establecimiento de planes de actuación relacionados con la salud. Esto incluye tanto protocolos ante emergencias, como los que se han producido con la covid-19, como el control seguimiento de afecciones y el suministro de medicamentos para pacientes que los tengan pautados en sus tratamientos”, expone Almudéver.
También asumirían los procedimientos especiales como los sondajes y las curas, entre otras cuestiones como asistencias como rozaduras y heridas, provocadas por caídas, y problemas como cefaleas, mareos, lipotimias.. Estas enfermeras estarían ubicadas en puntos estratégicos para dar cobertura a determinado número de población.
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