Los últimos datos de vacunación antigripal publicados por el Ministerio de Sanidad no invitan al optimismo; y las encuestas sobre intención de vacunación para la campaña actual, tampoco. Las coberturas de la población han ido bajando desde 2020, año récord por la pandemia, y los sanitarios no son una excepción. Si en 2020 el porcentaje de profesionales inmunizados fue de un 68,58%, en 2021 bajó al 59,97% y en 2022 al 54,10%. ¿Volveremos a niveles de 2019, cuando fue de un 39,08%?
El recién publicado III Estudio de percepción de la sociedad española sobre vacunación antigripal, realizado por el laboratorio Seqirus y GAD3 con entrevistas telefónicas a 2.206 personas entre los días 1 y 20 de septiembre, concluye que solo el 44% de la población española tiene intención de vacunarse frente a la gripe en la campaña 2023-2024; la intencionalidad manifestada por la población mayor de 60 años se eleva hasta el 74% (el año pasado el 80% dijo que sí se vacunaría). Esto no permitiría alcanzar los objetivos de salud pública para este segmento de la población.
Igualmente, el Gripómetro de Sanofi (estudio basado en entrevistas telefónicas a más de 18.400 personas, llevado a cabo en diferentes oleadas) señala en su tercera ola que la cobertura de vacunación es del 54,8% entre los mayores de 65 años; el año pasado, también en la tercera ola, fue del 58,9%. Por tanto, la intencionalidad ha bajado también según estas estimaciones.
Según Seqirus, la falta de recomendación o prescripción por parte del personal médico se sitúa como el principal argumento para no vacunarse
El objetivo de la Organización Mundial de la Salud (OMS) es llegar al 75% en mayores de 65 años y aumentar las coberturas de vacunación en profesionales sanitarios y grupos de riesgo. En mayores de 65 años la cobertura actual, de 2022, está en un 64,64%. Se pasó de un 54,59% en 2019 al 66,44% en 2020. Es decir, va en descenso desde la pandemia.
Además, el estudio de Seqirus añade que la falta de recomendación o prescripción por parte del personal médico se sitúa como el principal argumento para no vacunarse. Así lo piensa el 66,3% de los encuestados, cuando el año pasado lo pensaba el 51,4%.
Asimismo, a todo esto hay que añadir el contexto actual. Y es que los picos altos de gripe se esperan para después de las Navidades, como explica Javier Castrodeza, ex secretario general de Sanidad, catedrático de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad de Valladolid y jefe del Servicio de Medicina Preventiva del Hospital Clínico Universitario de Valladolid: "Estamos en la semana 49. Según datos de hasta la semana 47, la gripe aún no ha superado el umbral de actividad epidémica, cifrado en 50 casos de síndrome gripal por 100.000 habitantes. Por lo tanto, los picos ya habrían ocurrido en temporadas anteriores, excepto en la época de la covid. Probablemente este año en la semana 1 o 2 empezaremos a subir. Además, todavía no ha caído la curva de virus respiratorio sincitial (VRS) y no ha subido la gripe. Hasta ahora sabíamos que cuando caía la frecuencia de VRS empezaban a despuntar los virus gripales".
¿Hay "fatiga vacunal"?
¿Qué opinan los sanitarios? Jaime Pérez Martín, presidente de la Asociación Española de Vacunología (AEV), comenta a este medio que existe "una cierta relajación. No es tanto una fatiga como tal. Aquí el mensaje que hay que lanzar claramente es: la vacunación de la gripe previene, además de la gripe, de muchas consecuencias. Sin ir más lejos, en enfermedades cardiovasculares se considera igual de útil vacunarte de gripe que dejar de fumar o tomar estatinas".
Añade que la población está cansada de la covid, "y al final eso repercute, de forma indirecta y negativa, en la vacuna. Pero de lo que no te puedes cansar es de la vacuna, porque te ha sacado de la covid".
De hecho, Pérez recuerda que la gripe no es una enfermedad inocua; causa cada año una media de 28.000 hospitalizaciones en España. En el ecuador de la temporada de inmunizaciones, la AEV refuerza el mensaje de su campaña El mejor plan para este invierno, recordando a quienes todavía no se han vacunado que aún están a tiempo de hacerlo. Y con la novedad este año de la recomendación de la vacuna para niños de entre 6 y 59 meses.
"El sanitario se comporta como cualquier persona. Por desgracia, no tiene conciencia de su función como modelo para la sociedad" (Jaime Pérez, AEV)
En este contexto, ¿el sanitario no debería tener tasas más altas de vacunación que sirvieran de ejemplo? "El sanitario se comporta como cualquier persona. El sanitario, en el rol de ejemplo y de modelo, no funciona, por desgracia. Es decir, un sanitario no tiene conciencia de su función como modelo para la sociedad", matiza.
"¿Cuándo podemos ver que los sanitarios creen en las vacunas y seguirles? Cuando se sienten de verdad preocupados por su salud. ¿De qué se vacunan? Todos los que tienen algo de riesgo se vacunan de hepatitis B sin ningún problema, donde tienes coberturas de más del 90% en centros donde puedan tener exposición al virus; de covid se vacunaron prácticamente todos en las primeras vacunaciones, con un nivel de exigencia tremendo. Éramos los primeros que nos queríamos vacunar. Luego, en gripe se vacunan más los mayores, los que tienen patologías de riesgo o los que tienen algún miembro de su familia con riesgo de enfermedad por gripe grave".
A pesar de todo, Pérez Martín indica que "en los servicios de Pediatría, UCI, infecciosas y en los más críticos, como servicios donde tratan con personas inmunodeprimidas, suele haber coberturas más altas de vacunación". Matiza que "la vacunación por responsabilidad se hace, pero no es el primer motivo. Vacunarte por los pacientes es motivo de indicación para los sanitarios, pero no es el principal motivo real. Lo hacen para protegerse a ellos o a sus familias; y luego ya para proteger a sus pacientes. Es un poco triste, pero es así como nos comportamos. Somos personas, no Dios, y no todo el mundo tiene un comportamiento ético envidiable. Hay sanitarios más responsables que otros".
Lo mismo opina Castrodeza, que ha participado en el estudio de Seqirus, y recalca alguna de sus conclusiones: "El 14% de la población mayor de 60 años no confía en las vacunas en general. Todavía tenemos mucho que hacer ahí". Y aclara que en el estudio del año que viene se podrá tener en cuenta quién piensa vacunar a los niños de entre 6 y 59 meses, porque hasta esta tercera edición las preguntas han sido las mismas para evaluar las tendencias.
Según este estudio, uno de cada tres españoles no se ha vacunado porque no se lo han recomendado o prescrito. Entre los que sí se han decidido a vacunarse, un 57% lo hace por recomendación de su médico (el año pasado lo decía un 58%) y un 5% por recomendación de enfermeros (el año pasado lo señalaba así un 12%).
"Espero que este año los profesionales sanitarios rompamos el techo de cristal y superemos los porcentajes que nos tienen marcados" (Javier Castrodeza)
Sobre la vacunación en profesionales sanitarios, Castrodeza señala que no le gusta jugar a ser brujo, pero explica: "Los profesionales de Prevención de Riesgos de las empresas tienen otra concepción, porque el mundo sanitario no es todo el mundo empresarial. Aquí hay mucha más cultura de prevención, porque hay una trascendencia más directa de las bajas laborales". Y opina que la vacunación antigripal en el sector sanitario ha mejorado, "pero no lo suficiente. Y debemos dar ejemplo para invitar a todas las personas que pasen por nuestra consulta, así como los enfermeros y los farmacéuticos, para que insistan en la vacunación. Probablemente yo insistiría con los farmacéuticos, que lo hacen muy bien y tienen mucha llegada a la población. Una de sus funciones es impulsar el hábito de la vacunación".
No en vano, las farmacias de Castilla y León han dado un paso más esta campaña, identificando a los candidatos a vacunarse. Para ello se valen de una herramienta integrada en la receta electrónica: cuando el paciente acude a por su medicación, al farmacéutico le saltará una alerta indicando que es grupo de riesgo.
Castrodeza expresa un deseo: "Espero que este año los profesionales sanitarios rompamos el techo de cristal y superemos los porcentajes que nos tienen marcados. Tengo mis dudas, pero ese es un objetivo obligado". De hecho, llama la atención que, según el estudio de Seqirus, los sanitarios son los profesionales que tienen más intención de vacunarse: un 94,2% frente al 93% del año pasado, aunque luego la realidad sea distinta.
Añade que, en el caso del médico, esta recomendación "es casi una obligación, igual que preguntamos por los hábitos alimenticios y estilo de vida. También en los colegios habría que hacer de la vacuna una estrategia de salud infantil, más allá de la vacunación, sino como cultura de la salud, y en los adolescentes y jóvenes. Hacemos también muy poca actividad con los universitarios".
¿Volveremos a tasas prepandémicas? "Es verdad que la gripe, cuando se han producido acontecimientos que han generado alarma, como en 2005 (con los primeros coletazos de la gripe aviar), en 2009 (con la posible pandemia de H1N1 que al final no se produjo), en 2020 (con la aparición de la covid), ahí se producen repuntes; luego vienen periodos de relajación, porque no hay sensación de peligro inminente. Este comportamiento no es bueno. Es difícil cambiar esta mentalidad, pero hay que crear una cultura para que los flujos no vayan según la percepción de riesgo de la población".
Y advierte, sin ánimo de alarmar: "Por ahí pulula la gripe H5N1. No estamos vacunando frente a ella. Y deberíamos tener un acto de responsabilidad". Sí que reconoce que la efectividad de la vacuna antigripal no es del 100%, "pero ninguna vacuna la tiene. ¿Que tiene una efectividad relativa del 60% o 70%? Pues bien. Es mejor algo que nada".
Respecto al estudio de Seqirus, Isabel Jimeno, responsable del grupo de trabajo de vacunas de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG), explica a este periódico que es el mismo tipo de estadística que el de los sondeos de intención de voto: "Es decir, luego coincidirá o no".
Dicho esto, ella sí admite que "estamos viviendo la fatiga en vacunación. Pero no sé si estamos tan hartos de las vacunas o de la pandemia, y asociamos pandemia a vacunas. El método más fácil para olvidarse de la pandemia es olvidarse de todo lo que tiene relación con ella. Entonces, creo que algo de fatiga vacunal existe".
Jimeno reconoce que las tasas de vacunación han ido bajando: "Será muy difícil volver a los niveles que tuvimos en 2020, tanto en población general como en sanitarios". Y subraya que "los sanitarios también somos población general y nos afecta lo mismo. Es muy importante la accesibilidad, que se puedan vacunar en su hospital o centro de salud".
"Será muy difícil volver a los niveles que tuvimos en 2020, tanto en población general como en sanitarios" (Isabel Jimeno, SEMG)
¿No se hace? "En la mayoría sí, pero a lo mejor, y pongo un ejemplo, no hay que decirle que vaya al servicio de Preventiva, sino que los de Preventiva vayan a donde están los de Medicina Interna con la vacuna". De cara a los pacientes, critica que no siempre en Atención Primaria se mira si un paciente diabético se ha vacunado de la gripe o no.
Jimeno también cree que los medios de comunicación tienen responsabilidad en las tasas más bajas de vacunación: "Estamos al mismo nivel que en 2018 o 2019. La única campaña que vemos en los medios es la misma de siempre: empieza la vacuna de la gripe. ¿Alguien le ha explicado a la población por qué nos tenemos que seguir vacunando de la gripe, que la covid sigue ahí y está el riesgo de las coinfecciones?".
Al igual que el presidente de la AEV, subraya "el factor de protección de la vacuna de la gripe con los efectos cardiosvasculares. Eso no se explica, no se cuenta. De hecho, la mayoría de sociedades de Cardiología la recomiendan en sus guías". Y cree que hay una parte de la población que "se nos escapa". Pone un ejemplo en cómo las tasas de vacunación de las embarazadas difieren por tipo de vacuna, mucho más altas en la de la tosferina (86,26%) que en la de la gripe (53,41%): "No solo hay que vacunar para evitar fallecimientos, sino para prevenir. También ingresan y mueren recién nacidos y niños con gripe, pero no sale en los periódicos. Con esto deberíamos trabajar para que no bajen las coberturas".
Jimeno cree que "la Administración debería tener mucho más en cuenta en qué autonomías las tasas son más altas". También entona un mea culpa y señala que falta formación y puesta al día por parte de los sanitarios: "La vacunación antigripal no es como antes y hay que ver qué tenemos de nuevo".
Comunidad Valenciana, Asturias y Galicia, a la cabeza
Según los datos del Ministerio de Sanidad, las autonomías con tasas de vacunación antigripal más altas en 2022 entre sanitarios fueron Comunidad Valenciana, Asturias y Galicia. En el polo opuesto, Extremadura y Murcia. En 2021 fue similar, aunque el tercer puesto lo ocupó Castilla-La Mancha y el cuarto, Galicia.
Según el Gripómetro de Sanofi (estudio basado en entrevistas telefónicas a más de 18.400 personas, llevado a cabo en diferentes oleadas), Galicia, Navarra, País Vasco, La Rioja y Extremadura tendrían a día de hoy las tasas de vacunación más altas en mayores de 65 años.
Sobre esto, Pérez Martín señala que, en términos generales, "tienen mejores coberturas las comunidades autónomas del centro y del norte de España que las de la costa mediterránea". En parte, la única explicación es el tema climático: "La gente no asocia buen tiempo a vacunarse de gripe. Incluso en las comunidades mediterráneas es más fácil ver coberturas más altas en el interior".
Jimeno apunta a que el hecho de que Galicia esté a la cabeza "es histórico, con unos porcentajes de vacunación muy buenos en la población en general". Considera que la Administración debería tener esto en cuenta mucho más "y preguntar por qué sucede en algunas comunidades".
via Noticias de diariomedico.... https://ift.tt/HQfpG43
No hay comentarios:
Publicar un comentario