El abastecimiento de medicamentos a la población de forma segura y con calidad y garantizar la viabilidad económica de toda la red con el fin de no poner en peligro su capilaridad son los dos objetivos principales de cualquier modelo planificado, según la Sociedad Española de Farmacia Rual (Sefar), que ha emitido este lunes un posicionamiento sobre la situación real de las farmacias ruales y en el que se pone de manifiesto que los cierres de farmacias rurales cada vez más frecuentes están impidiendo que ambos objetivos se cumplan.
En este comunicado, Sefar afirma que si nos alejamos de la esencia del modelo farmacéutico español, que busca garantizar la calidad del acceso al medicamento de forma universal, equitativa, segura e igualitaria a todos los pacientes, se pone en cuestión el propio modelo y exige acometer reformas.
"La sustitución de farmacias rurales por botiquines -continúa- no puede ser la respuesta a la problemática existente. El botiquín es un establecimiento sanitario de carácter excepcional y no puede convertirse nunca en una solución estructural porque supone una clara discriminación y falta de equidad con nuestros pacientes". En este sentido, defiende que es preciso tomar medidas de carácter estructural, "más allá de subvenciones y ayudas (que no solucionan el problema y que, además, pueden ser entendidas como un signo de fatiga de nuestro modelo), que posibiliten la viabilidad de las farmacias situadas en esas poblaciones rurales tal y como se ha hecho en otros países de nuestro entorno".
Entre estas medidas, proponen el establecimiento de fondos de compensación o modificaciones en el modelo retributivo que reflejen la labor asistencial de estas farmacias. "Apostar por la vertiente asistencial de la farmacia comunitaria oponiéndose, a su vez, a modificaciones de nuestro modelo retributivo es una clara incoherencia", critican. Y añaden: "Tal y como recogió con claridad la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de la Unión Europea (TJUE) sobre la prejudicial asturiana en 2010, '[...] las distintas normas, así como la legislación nacional en su conjunto, sólo son adecuadas para garantizar la consecución del objetivo alegado si responden verdaderamente al empeño por hacerlo de forma congruente y sistemática'. Entendemos que ese empeño no se está produciendo".
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