"Incluyamos más contenido de Medicina Familiar y Comunitaria". Esta es una de las propuestas más frecuentes para promover la elección de Medicina Familiar y Comunitaria como especialidad.
Como si el estudiantado no conociera esta especialidad.
Fomentar el peso curricular de competencias y conocimientos de atención primaria y Medicina Familiar y Comunitaria podría, indudablemente, influir en la elección de especialidad en los graduados y graduadas de Medicina. Incentivar las prácticas clínicas en centros de salud es otra de las medidas más ampliamente aceptadas para lograr este fin.
Pero el estudiantado no rechaza Medicina Familiar y Comunitaria por desconocer dicha especialidad. Hay cientos de plazas vacantes por, precisamente, el motivo contrario: conocer la realidad de la misma.
Las personas solicitantes de especialidad en medicina conocen los abusos a los que se someten los y las profesionales de Medicina Familiar y Comunitaria. Conocen el número exagerado de cupo de pacientes por profesional, así como el exiguo tiempo disponible por cada consulta. Conocen la situación precaria de la especialidad, y este es el motivo raíz de la cantidad ingente de plazas vacantes en Medicina Familiar y Comunitaria.
Los distintos agentes podemos procurar poner parches al asunto, acercando la especialidad al estudiantado, promocionando las prácticas enfocados a la misma y estimulando la presencia de médicos y médicas de Medicina Familiar y Comunitaria en el grado de medicina. Pero esto es adornar un árbol cuyas raíces están podridas. Un árbol que, por muchas guirnaldas y atavíos que le pongamos, acabará cayéndose sin posibilidad para sostenerse.
via Noticias de diariomedico.... https://ift.tt/ZwBv9Ej
No hay comentarios:
Publicar un comentario