El sector de la cosmética sigue viendo en sus cuentas anuales los efectos que la covid-19 tuvo en el mercado. Dentro del ámbito de la farmacia y la parafarmacia, on line y off line, ha crecido un 8% interanual entre septiembre de 2022 y 2023. Esta cifra parece pequeña si se compara con el 12% que han aumentado las ventas totales de la industria, pero no se puede considerar, ni mucho menos, desdeñable, según Óscar Mateo, director de Estudios y Conocimiento del Mercado de la patronal española de la Cosmética y la Perfumería, Stanpa. Y es que, “hay que tener en cuenta que en sectores tradicionales como el nuestro lo normal es crecer anualmente un 2%, sin la influencia de factores exógenos. Pero en canales como el de Gran Consumo todavía se percibe la recuperación del suceso de 2020, sobre todo porque alteró de una forma gravísima a la cosmética de color y a los perfumes”. Dos grandes categorías que, por un lado, se vieron muy afectadas por la falta de contacto social y el uso de mascarillas que se alargaron prácticamente dos años. Y que, por otro, tienen un menor peso en el canal farmacéutico.
Mateo justifica además la diferencia que se ha dado en el crecimiento del canal farmacéutico con el hecho de que los productos de dermocosmética más vendidos por las oficinas de farmacia son de categorías más estables, como las del cuidado facial o del cabello, y se han visto menos afectados por los efectos de la pandemia. “Si analizamos cómo está evolucionando el cuidado de la piel en farmacia en este último año, el incremento es prácticamente del 12%. O los solares, que crecen a más del 13%, todo ello en línea con el conjunto del mercado”, comenta.
El peso de la venta ‘on line’ de cosmética en la farmacia con respecto a otros canales es de un 6%. Se han perdido un millón de consumidores
Según datos aportados por la consultora especializada Iqvia, son precisamente los productos de protección solar los que mayor facturación registran: casi 194 millones de euros en total sólo en farmacias, 22,8 millones de euros más que los registrados en el mismo periodo del año anterior. “Ha vuelto a estándares prepandémicos, algo que está muy alineado con esa tendencia de retomar lo social y salir al exterior y que está haciendo avanzar de nuevo a categorías como las relacionadas con el cuidado facial o los productos antipiojos, que van camino de recuperar sus niveles de ventas anteriores a la pandemia”, comenta a este periódico Guillermo Durán, sell-out associate director en Iqvia.
De hecho, según el director de Estudios de Stanpa, la farmacia comunitaria es la gran competidora frente al canal de gran consumo en categorías como la de la higiene o la del cuidado de la piel y facial. “Esta última factura unos 3.000 millones de euros anuales en global, y prácticamente, la mitad se vende en las boticas”, asegura.
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