Si la mítica serie de televisión Lou Grant fue un semillero de futuros periodistas en los Estados Unidos de los años 80 del siglo pasado, ¿cuántos médicos norteamericanos forjaron una década después su vocación en la vana ilusión de parecerse (profesional... y ¿físicamente?) al George Clooney de Urgencias? ¿O en la de emular los certeros diagnósticos del vitriólico protagonista de House? La castiza aportación patria a las series que alimentaron el imaginario de las nuevas generaciones de periodistas y médicos españoles las firmaron, entre otros, el José Coronado de Periodistas y el Emilio Aragón de Médico de Familia.
En pleno siglo XXI, el último muñidor de vocaciones médicas es mucho menos popular, pero tanto o más mediático que sus predecesores. Se llama covid-19 y, a tenor de las cifras oficiales de nuevos ingresos en la universidad, la irrupción del virus, lejos de disuadir a los bachilleres españoles de estudiar Medicina, ha multiplicado el interés por el grado, especialmente en el curso 2020-2021 (apenas iniciada la fase más aguda de la pandemia), pero también en el 2021-22, cuando los efectos de la crisis sanitaria mundial ya eran muy palpables.
Concretamente, en junio de 2020, tres meses y medio después de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) decretase oficialmente que la covid era una pandemia global, el número de preinscritos en las facultades españolas de Medicina aumentó un 43,9% respecto al curso inmediatamente anterior.
En junio de 2020, en plena primera ola, las peticiones de ingreso aumentaron un 44% respecto al curso anterior
Esta es la conclusión más llamativa, traducida a porcentaje, de un estudio que han elaborado cuatro investigadores de las facultades de Medicina, Magisterio y Psicología de la Universitat de València, y que se publicará en el próximo número de la revista Educación Médica. El estudio compara las solicitudes de admisión (extraídas de la base de datos del Ministerio de Universidades) entre los cursos académicos 2015-2016 y 2021-2022 en las facultades públicas de Medicina, que, a diferencia de las privadas, tienen un proceso de preinscripción en el grado. En los siete cursos objeto de análisis, la oferta pública para estudiar Medicina en España ha pasado de 32 a 36 centros, y la oferta total de plazas de 5.592 a las 5.779 que sumaban esas 36 facultades públicas el curso 2021-22.
La mera comparación de los datos oficiales evidencia que la tasa de solicitudes de preinscripción por plaza en el grado de Medicina se dispara en el curso 2020-21: un total de 64.164 estudiantes eligieron como primera -y, en ocasiones, única opción- estudiar Medicina en una universidad pública española.
Son casi 20.000 preinscripciones más que el curso anterior (44.589), y suponen un salto cuantitativo muy significativo con respecto a las cifras de solicitudes que se venían dando en los años previos: entre 2015 y 2019, el número de alumnos que se decantaba por Medicina estaba, sí, muy por encima de las plazas ofertadas (la tónica habitual de este grado), pero se mantenía en el entorno de las 40.000 preinscripciones, y con ligerísimas varaciones entre un curso y otro.
"La crisis tuvo un efecto relevante sobre los jóvenes que tuvieron que elegir su carrera durante los meses más duros"
Entre junio y julio de 2020 (los meses en que se presentan las solicitudes de preinscripción), en plena primera ola de la pandemia, con el país en estado de alarma, recién salidos del primer confinamiento y con los medios de comunicación copados de informaciones e imágenes relativas a la covid-19, las peticiones para ingresar en el grado Medicina aumentaron casi un 44%.
"La virulencia de la covid-19, su rápida propagación entre la gente y el colapso del sistema sanitario derivaron en una cifra muy elevada de fallecimientos en España, cifra que, además, se actualizaba diariamente en los medios de comunicación. Para las personas con motivaciones altruistas y una gran vocación médica, esta situación pudo haber comportado un interés todavía mayor en la profesión, con la idea de intentar contribuir a reducir los efectos negativos de la covid entre la población más vulnerable", argumentan los autores del estudio.
Y ese interés no es flor de un día. En el curso siguiente, el 2021-2022 (más de un año después del inicio de la pandemia), se produce un nuevo repunte de las solicitudes (un incremento sobre el incremento), hasta llegar a las 73.456 preinscripciones. El porcentaje de aumento (un 14,48%) es más bajo que el del curso anterior, pero sigue muy por encima de las ligeras subidas anuales de solicitudes (entre el 2 y el 3%) registradas en todos los años previos.
En resumen, entre el año académico previo al inicio de la crisis sanitaria de la covid, el 2019-2020, y el último de la serie estudiada, el 2021-2022, las solicitudes para estudiar el grado se dispararon nada menos que un 64,74%. La lectura que el estudio hace de los datos de ambos cursos (2020-21 y 2021-22) es muy clara: "La situación de urgencia sanitaria tuvo un efecto relevante entre los estudiantes que durante los meses más duros de la pandemia debían decidir qué estudios universitarios solicitar, y este efecto perduró el curso siguiente".
La conclusión del estudio de la Universitat de València -el primero que se realiza en España sobre este tema- corrobora las de dos estudios previos realizados en China, que también detectan un repunte del interés por los estudios, tanto de Medicina como de Enfermería, tras el inicio de la pandemia. Los investigadores valencianos consideran interesante la analogía entre ambos países, ya que "se trata de dos de los territorios más afectados por la enfermedad: España, con un número de fallecidos muy elevado, y China como país donde se originó el brote".
El curso 2021-22, la gente que quería estudiar Medicina representaba el 1.415,89% de las plazas ofertadas
El espectacular aumento de pretendientes que le salieron a la carrera de Medicina en España durante la crisis sanitaria tiene, además, un reflejo directo en la llamada tasa de preferencia, uno de esos índices que tanto gustan a los estadísticos y que mide la relación existente entre el porcentaje de solicitudes en primera opción que tiene una carrera y el número de plazas ofertadas.
Vamos, si caben o no todos los estudiantes que quieren acceder al aula cada año. Y en Medicina nunca caben: el volumen medio de alumnos que aporrea las puertas de las facultades para acceder a ellas está un 800% por encima de las plazas ofertadas. ¡Un 800%! Dicho de otro modo, por cada plaza que se oferta hay 12 candidatos a ocuparla. Todo un mirlo blanco cada plaza de Medicina.
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