Hace exactamente doscientos años, el 23 febrero de 1821, murió en Roma de tuberculosis, a los 25 años apenas de edad, uno de los mayores poetas de todos los tiempos y, para muchos, el poeta más destacado de todo el romanticismo inglés: John Keats. En vida, sus tres volúmenes publicados de poesía ―Poems (1817), Endymion (1818) y Hyperion (1819)― vendieron en total no más de doscientos ejemplares. Pero hoy, dos siglos después, muchos de sus versos siguen leyéndose con fruición; para empezar, tres de los seis poemas que, en 1819, tísico, pobre e infortunado en amores, compuso en menos de un mes: «Ode on a Grecian Urn», «Ode on Melancholy» y «Ode to a Nightingale»; pero también «On First Looking into Chapman's Homer», «Isabella», «Bright star, would I were steadfast as thou art», «When I have fears that I may cease to be», «The Eve of St. Agnes», «To Autumn», «La Belle Dame sans Merci»… Su obra poética, marcada por la búsqueda de la belleza como suprema verdad de la vida, ha ejercido de modo constante una influencia decisiva en incontables poetas y escritores posteriores; no solo de lengua inglesa, como demuestran, entre nosotros, Julio Cortázar, Luis Cernuda y Jorge Luis Borges.
Ahora bien, ¿sabían que John Keats era médico de profesión? Nacido en las afueras de Londres, quedó huérfano de padre (caída accidental de un caballo) a los 7 años y huérfano también de madre (tuberculosis) a los 14 años. Entre 1810 y 1814 fue aprendiz de cirujano en el barrio londinense de Edmonton, y luego pasó a estudiar medicina como cirujano residente en los hospitales Guy’s y St. Thomas de Londres, donde en 1816 obtuvo el título de apothecary (más o menos equivalente a lo que hoy sería un médico general). Ejerció poco tiempo la profesión, no obstante, porque el 1 de diciembre de 1816 consiguió publicar en el Examiner su primer soneto, «O Solitude», y a continuación decidió consagrarse por completo a su verdadera pasión, la poesía.
Su tumba puede visitarse aún en el cementerio protestante de Roma; en la lápida no figura su nombre, sino «a young English poet» y una inscripción en la que destaca el siguiente epitafio: «Here lies One Whose Name was writ in Water» (aquí yace alguien cuyo nombre se escribió en el agua).
Fernando A. Navarro
Se cumple el bicentenario de la muerte, a los 25 años apenas de edad, del poeta más destacado de todo el romanticismo inglés: John Keats, médico de profesión. Off Fernando A. Navarro Offvia Noticias de diariomedico.... https://ift.tt/37GB8XJ
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