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lunes, 15 de febrero de 2021

La enfermera gestora de casos está presente en todas las fases del proceso oncológico

Profesión
aliciaserrano
Lun, 15/02/2021 - 13:38
Oncología
Las enfermeras gestoras de casos oncológicos son imprescindibles en el SNS porque garantizan la continuidad asistencial y de cuidados.
Las enfermeras gestoras de casos oncológicos son imprescindibles en el SNS porque garantizan la continuidad asistencial y de cuidados.

El papel de la enfermera gestora de casos oncológicos se antoja de gran importancia e interés, pero ¿cuál es su implantación real en nuestro país? Ángeles Peñuelas, presidenta de la Sociedad Española de Enfermería Oncológica (SEEO), señala que aunque la figura ya está instaurada desde hace unos años en algunas comunidades autónomas (Andalucía, Madrid, Cataluña, País Vasco, Navarra...), la realidad es que “no es un modelo instaurado en todo el Sistema Nacional de Salud (SNS)”.

Y eso que, como añade Peñuelas, directora de Enfermería Oncológica de Ensayos y adjunta de Enfermería Oncológica en el Hospital Universitario Vall d’Hebron (Barcelona), tanto la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) como la propia SEEO consideran que es “una figura absolutamente necesaria”.

Para Peñuelas, “se trata de una enfermera con un elevado conocimiento clínico y una gran capacidad organizativa sobre el conjunto del proceso asistencial”, apuntando que “con ella, el equipo multidisciplinar dispone de un coordinador global y el paciente de una atención personalizada en todo el recorrido asistencial”.

De hecho, incide, el Ministerio de Sanidad en su documentación sobre estándares y recomendaciones para las unidades asistenciales del área del cáncer, “ya habla de esta figura y se describen cuáles son sus funciones” (coordinación de la atención, gestión y planificación de pruebas, apoyo, facilitación de recursos hospitalarios y extrahospitalarios, educación, colaboración en la resolución de problemas, seguimiento, desarrollo de la enfermería en el ámbito de los cuidados, empoderamiento del paciente...).

Para la especialista, se trata en definitiva de “una figura coherente con la presencia de procesos que se superponen entre diferentes niveles hospitales, o aun más en redes asistenciales en que de alguna manera actúa absorbiendo una parte importante de la complejidad y retornándola al sistema asistencial en forma de coordinación”.

A modo de ejemplo, comenta, “es una enfermera que asiste al comité de tumores cumpliendo un papel importante en la deliberación, ya que a menudo es el único profesional conocedor en detalle de todo el proceso clínico del paciente, así como de sus necesidades no estrictamente clínicas”. A ello se suma que “existe evidencia científica también en la disminución de morbimortalidad de pacientes y resultados positivos en la satisfacción del paciente y la familia”, resaltando que “hay estudios que muestran una disminución del número de reingresos del paciente, puesto que existe una mayor adherencia en la toma de medicación y, además, el paciente y su familia identifican de forma más oportuna los signos y síntomas de alarma, ya que reciben una educación sanitaria muy personalizada”.

Claves para fomentar este rol

Aunque, como se ha comentado, esta figura no está muy extendida en el sistema sanitario, su contribución puede ser muy relevante en los próximos años. Para ello, según Peñuelas, hay varias claves. Por un lado, teniendo en cuenta el carácter emergente de este rol profesional, así como la mayor flexibilidad y autonomía que conlleva la gestión de casos, “debe destacarse la necesidad de que cada centro sanitario que implante esta figura, promueva un reconocimiento explícito de dicho perfil. Y darle un apoyo por parte de la dirección asistencial  en relación con el resto de profesionales”, comenta. 

Por otro lado, para demostrar y confirmar los beneficios de las enfermeras gestoras de casos oncológicos, “es necesario definir indicadores que muestren los efectos positivos en el proceso, satisfacción y resultados de salud” y, para ello, son claves también “estudios robustos que puedan medir la satisfacción, reingresos, número de ingresos no programados en áreas de críticos, manejo de efectos secundarios, etc..”.

El ejemplo del grupo Ribera

Con el paso de los años aumenta la incidencia del cáncer,  pero también las expectativas de tratamiento y de vida. Al margen de esa realidad, cuando un paciente escucha la palabra cáncer aparecen muchas preguntas, ansiedad, expectación y miedos, más aún en tiempos de pandemia como los que vivimos. Y se producen alteraciones que afectan al paciente a diferentes niveles: individual, social, familiar y laboral.

Por este motivo, el grupo Ribera incorporó en 2018 en los hospitales universitarios de Torrevieja y Vinalopó (Elche), la figura del enfermero gestor de casos en el Servicio de Oncología, con el objetivo de ofrecer una atención más cercana y personalizada, facilitar la resolución de dudas al paciente y convertirse en el eslabón entre ellos y el resto de profesionales de todas las especialidades involucradas en cada caso, participando y colaborando en la coordinación y gestión de los planes terapéuticos. Esta figura, que lidera Enfermería en cada centro, se ha implantado recientemente también en el Hospital Universitario de Torrejón (Madrid) y en el Ribera Povisa (Vigo).

Los gestores de casos oncológicos coordinan y garantizan la continuidad de cuidados de estos pacientes también cuando están en casa y supone una mejora en la atención, puesto que es constante e individualizada. Cualquier consulta sobre los efectos secundarios de la quimioterapia o la radioterapia, sobre la alimentación o el ejercicio físico durante el tratamiento, el pre-operatorio, la recuperación tras una intervención o sintomatología no identificada a priori por el paciente puede ser consultada con su enfermero gestor que, en la mayoría de los casos, ayuda a resolver estas inquietudes por teléfono o en la consulta, evitando el desplazamiento a otro servicio, incluso al hospital si el paciente está en casa. También facilita consejo y ayuda con cualquier trámite burocrático con el que el paciente encuentra algún obstáculo.

Visión holística

Según Ana María Navarro, enfermera gestora de casos oncológicos en los hospitales universitarios de Torrevieja y Vinalopó, lo primero a resaltar es que “la enfermera gestora de casos no va a tratar el cáncer del paciente, sino a una persona con cáncer”, señalando que “no existe una formación específica como tal, pero el profesional de enfermería es el más adecuado para desempeñar la tarea gestor de casos, debido a la visión holística, su capacidad de gestión y análisis de los cuidados, al contacto diario con los pacientes y su mayor accesibilidad”.

En relación a los requisitos que debe cumplir el profesional que se encarga del mismo, considera que “el fundamental es el de ofrecer al paciente cuidados desde un punto de vista integral”, señalando que “resuelve dudas sobre tratamientos, citas, manejo de la enfermedad e informa sobre los estilos de vida más recomendados”. 

Además, con el seguimiento telefónico trata de adelantarse a los posibles problemas que puedan aparecer”, sin olvidar que es importante fomentar en el paciente su autonomía, ya que puede ser un proceso prolongado con cronicidad en el tiempo. Según Navarro, “podríamos decir que es una guía dentro del sistema sanitario para los pacientes y familias, evitando desplazamientos innecesarios del paciente, aportando las soluciones adecuadas al entorno del paciente, desarrollándose una vía de comunicación y confianza”. 

Resultados

Según la experiencia de Ribera, más del 95 por ciento de las consultas de los pacientes oncológicos se logran resolver a través de esta figura evitando desplazamientos innecesarios, más a aún en el momento epidemiológico actual y en pacientes inmunodeprimidos, lo cual redunda en un ahorro económico y tranquilidad para los pacientes.

De hecho, en más del 90 por ciento de los casos, los pacientes encuentran en la enfermera gestora de casos una respuesta al porqué del dolor que sienten, las náuseas, los vómitos o la disnea. “Muchas veces se percibe cómo el paciente o el familiar que llama al escuchar una voz al otro lado de la línea telefónica que le comprende y le da soluciones se relaja de inmediato”, explica Navarro. 

Este enfoque también supone una mejor gestión de los recursos: “Disponer de un servicio telefónico eficaz e inmediato y de fácil acceso reduce considerablemente la ansiedad de los pacientes y el número de visitas a urgencias”, añadiendo además que “no cabe duda de que sobre todo es un servicio rentable emocionalmente para los pacientes”.

A pesar de la tranquilidad que da a estos pacientes poder resolver sus inquietudes por teléfono y sentir el  apoyo y cercanía de un equipo coordinado y multidisciplinar para el abordaje integral de su enfermedad, los profesionales de Oncología del grupo Ribera insiste en la necesidad de que los pacientes acudan a sus revisiones, a las pruebas diagnósticas y de control pautadas y mantengan los tratamientos bajo supervisión médica.

A pesar de que los gestores de casos oncológicos son imprescindibles en el SNS porque garantizan la continuidad asistencial y de cuidados, todavía no existen en todas las comunidades autónomas. Off Enrique Mezquita. Valencia Off

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