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jueves, 4 de febrero de 2021

"No podemos olvidar a los supervivientes"

Oncología
saradomingo
Jue, 04/02/2021 - 16:00
Cáncer de ovario
Irene Roldán tuvo cáncer de ovario hace cuatro años .
Irene Roldán tuvo cáncer de ovario hace cuatro años. (FOTO: Ángel Navarrete)

Hace cuatro años, Irene Roldán entró a quirófano para quitarse lo que parecía un quiste en el ovario pensando que sería algo rutinario, una operación sin importancia. Llevaba tiempo queriendo ser madre y su objetivo era someterse a un tratamiento de fertilidad en cuanto pudiera. Pero sus planes empezaron a venirse abajo aquel mismo día, cuando tras la intervención, el cirujano le transmitió sus sospechas de que "aquello no era benigno".

"En la operación ya decidieron extirparme todo el ovario y me adelantaron que era muy posible que fuera un cáncer. Esos días de incertidumbre hasta que el diagnóstico se confirmó y le pusieron nombre y apellidos al tumor fueron terribles", recuerda esta jiennense de 44 años que lleva 11 viviendo en Madrid.

Como muchas pacientes, Irene notaba desde hacía meses molestias en la zona abdominal: dolores similares a los de la menstruación, calambres fuertes, una necesidad imperiosa de orinar cada poco tiempo... pero todo lo achacaba al quiste aparentemente benigno que le habían detectado en una revisión rutinaria y que estaba pendiente de operación. Nunca pensó en el cáncer.

La ausencia de síntomas específicos o que los signos que aparecen pueden confundirse con procesos benignos (a menudo se echa la culpa a los gases) es precisamente uno de los escollos para el diagnóstico de los tumores de ovario, que a menudo pasan desapercibidos hasta que ya se han diseminado. Según datos de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), entre el 70% y el 80% de los cánceres de ovario se diagnostican en una etapa avanzada de la enfermedad, lo que tiene un impacto en la supervivencia. A día de hoy, aunque el cáncer de ovario representa globalmente el 3% de los tumores en las mujeres, supone la cuarta causa de muerte por cáncer en mujeres en España, por detrás de tumores como el de pulmón, mama y colon.  

Afortunadamente, el tumor de Irene se diagnosticó en un estadío incipiente (grado IC). No se había diseminado a otros órganos, lo que le dio "mucha esperanza" para afrontar el duro proceso que tenía por delante.

Lo primero fue la cirugía, una intervención "en la que me extirparon el otro ovario, las trompas de Falopio, el epiplón y 18 ganglios en la zona de la ingle", recuerda Irene. "Fue una operación muy dura, que me dejó secuelas importantes y de la que me costó mucho tiempo recuperarme", subraya.  No sólo por las secuelas de una cirugía tan extensa, sino por todo lo que supuso: "Quedarte sin aparato reproductor de repente significa sufrir una menopausia a lo bruto. No me sentí cómoda con mi cuerpo hasta dos años después".

Un mes después de la intervención, que consiguió eliminar cualquier resto del tumor, comenzó la quimio. Cinco meses de tratamiento que, entre otras cosas, se llevaron su pelo y su sentido del gusto.

Después de la cirugía, Irene Roldán se sometió a cinco meses de quimioterapia.
Después de la cirugía, Irene Roldán se sometió a cinco meses de quimioterapia. (FOTO: Ángel Navarrete)

"Siempre me ha gustado arreglarme, así que para mí fue un mazazo que se me cayera el pelo, las cejas, las pestañas... Decidí hacerme una prótesis. A otra gente a lo mejor no le pasa, pero a mí la peluca me hacía olvidarme de la enfermedad. Las pocas veces que salí a la calle con pañuelo notaba que la gente me miraba con lástima, y yo no quería eso", señala.

"A mí llevar peluca, igual que maquillarme, me hacía bien psicológicamente", continúa. En ese sentido, Irene Roldán reclama que la atención al cáncer no sólo incorpore la parte puramente médica, sino otras esferas que también contribuyen a mejorar la calidad de vida del enfermo.

"Lo que cura el cáncer son los tratamientos, pero hacen falta enfoques más holísticos, que tengan en cuenta las necesidades psicológicas, fisioterapéuticas, etc que también son importantes para los pacientes y que muchas veces tienen que pagar de su bolsillo".

En su caso, su participación en ASACO, la asociación de afectadas por cáncer de ovario, la ayudó en gran medida. Ahora, tras cuatro años sin rastro del cáncer –pasa revisiones cada cuatro meses– es una colaboradora activa de la asociación, desde donde reclaman más atención para esta enfermedad que a menudo pasa desapercibida y una revisión de lo que supone ser superviviente del cáncer. "Antes, toda la atención del cáncer tenía que centrarse en curar. El objetivo era ese porque lamentablemente muchas personas morían. Pero ahora, afortunadamente, también hay muchos supervivientes. Y no podemos olvidarnos de las secuelas físicas y psicológicas que sufren, porque también son importantes".

Una de sus batallas ahora es conseguir un derecho al olvido para quienes han logrado superar el cáncer. "Ahora mismo, aunque el cáncer esté en remisión no te dan un seguro de vida, no puedes hacerte un seguro médico... ni siquiera eres candidato a la adopción", lamenta Irene. "En algunos países eso está cambiando, y luchamos para que sea así también en España", remarca.

Ahora mismo, asegura, ella sólo sufre el síndrome de la espada de Damocles, ese recuerdo de que el cáncer es una posibilidad, cuando se acercan sus revisiones periódicas.

"En general, intento vivir el día a día. Si algo me ha enseñado esta enfermedad es a centrarme en el presente. Antes ya era disfrutona, pero ahora lo soy mucho más. No vale de nada pensar en el pasado o en el futuro. Me aferro a lo positivo que tengo en este preciso momento".

Según datos de la Sociedad Española de Oncología Médica, entre el 70% y el 80% de los cánceres de ovario se diagnostican en una etapa avanzada, lo que tiene un impacto en la supervivencia. dia-mundial-del-cancer Día Mundial del Cáncer Off Cristina G. Lucio Ginecología y Obstreticia Off

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1 comentario:

  1. Todavía no puedo creer que no sé por dónde empezar, me llamo Juan, tengo 36 años, me diagnosticaron herpes genital, perdí toda esperanza en la vida, pero como cualquier otro seguí buscando un cura incluso en Internet y ahí es donde conocí al Dr. Ogala. No podía creerlo al principio, pero también mi conmoción después de la administración de sus medicamentos a base de hierbas. Estoy tan feliz de decir que ahora estoy curado. Necesito compartir este milagro. experiencia, así que les digo a todos los demás con enfermedades de herpes genital, por favor, para una vida mejor y un mejor medio ambiente, por favor comuníquese con el Dr. ogala por correo electrónico: ogalasolutiontemple@gmail.com también puede llamar o WhatsApp +2348052394128

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