Bernardo Fernández Martos, enfermero en la Unidad de Reproducción Asistida en el Hospital HLA Vistahermosa, de Alicante, ha diseñado una mascarilla facial con acceso para comer mediante unos utensilios adaptados, que reforzaría la seguridad y evitaría contagios en espacios interiores.
Como explica a este medio, la idea se le ocurrió durante los primeros meses de la pandemia, en pleno confinamiento, cuando se empezaba a hablar de la desescalada y cómo se iba a plantear la apertura de la hostelería. "Comer en compañía es uno de los momentos de mayor riesgo de contagio porque hay que quitarse la mascarilla y no se guarda la distancia de seguridad. Entonces pensé que habría que desarrollar un sistema que permitiera comer y beber sin quitarse la mascarilla y que el sistema mantuviera una oclusión de la entrada y salida de aire el mayor tiempo posible para evitar, así, los contagios", ha señalado.
Trámites para su desarrollo
Este enfermero de momento solo tiene diseñada la mascarilla de forma virtual, puesto que la elaboración de un prototipo supone una inversión económica elevada para lo cual está buscando financiación. Y es que, realizar ese prototipo supone un gasto de entre 2.000 y 3.000 euros, según le han dicho varias empresas con las que ha contactado.
A esta cantidad habría que añadir la inversión necesaria para obtener la homologación. Para este trámite se exige contar con diez prototipos para poder someterla a las pruebas pertinentes en distintas situaciones, como explica el inventor.
Fernández Martos ya ha iniciado los trámites para obtener la patente.
via Noticias de diariomedico.... https://ift.tt/3CHa8FA
No hay comentarios:
Publicar un comentario