Cristóbal López de la Manzanara, presidente de la Asociación de Farmacéuticos de Madrid (Adefarma), ha denunciado en un encuentro con la prensa, tradicional a comienzos de año, que "no tiene sentido que los farmacéuticos estemos de guardia cuando la Administración consiente estas prácticas de entrega de medicamentos a deshora a pacientes en centros de salud y hospitales". Y comenta que lo ha llegado a denunciar a la Consejería de Sanidad: "Nos piden pruebas y tickets, y yo solo tengo una foto donde se ve un precinto totalmente deshabilitado, con el clásico rotulador". Sin embargo, consideran que se trata de prácticas generalizadas en momentos de urgencias, en los que hay farmacias de guardia. Por ello, reivindica que las guardias sean un servicio remunerado. Rubén Martín Lázaro, secretario general de esta patronal, va más allá e interpreta que, "en el peor de los escenarios", la nueva Ley de Farmacia de Madrid, ya aprobada, ampararía y facilitaría estas prácticas que denuncian, al incluir un concepto nuevo: servicio de farmacia.
"En función de cómo se desarrolle podría generar hasta que hubiera farmacias estatales...Es un servicio muy heterogéneo que pueden estar en cualquier sitio que quiera la Consejería". Como aclara Juan Ramón Vicente, vicetesorero de Adefarma y consejero de Bidafarma, "esta es una inerpretación que hacen de la Ley, en la que cabría la mediación de un juez".
La nueva Ley define establecimiento y servicio farmacéutico en el artículo 3.6 (incluye a oficinas de farmacia, servicios de farmacia, botiquines farmacéuticos, depósitos de medicamentos y unidades de radiofarmacias) y se refiere a los condiciones de los servicios farmacéuticos en el artículo 8.
"Las nuevas leyes de ordenación farmacéutica van en el sentido de ampliar las competencias de la Administración para dispensarse a sí misma y a sus ciudadanos" (Rubén Martín)
Igualmente, Martín Lázaro asegura que estas prácticas que denuncian "estaban prohibidas con la Ley de Farmacia anterior, la vigente desde 1998: "No se podía dispensar en ningún sitio que no fuera la farmacia comunitaria". Por ello, hace esta reflexión: "Si los centros de salud y hospitales hacen esto, la Administración no puede obligar a las farmacias a hacer guardias, a hacer un servicio que es deficitario. ¿Por qué ? Porque los hospitales y centros de salud tienen algunos medicamentos, pero no tienen la obligación de tenerlos todos. Así nos van a obligar a quebrar y el servicio a los pacientes será peor y habrá más faltas, porque al final en las guardias tendremos sólo las existencias mínimas". Y añade: "E muy difícil hacerle entender a un ciudadano que no le están haciendo ningún favor si en un sitio, donde no tienen todos los medicamentos, le dan alguno". Y añade la importancia del seguimiento y trazabilidad del fármaco que se dispensa en el mismo sitio.
El secretario general de Adefarma ha comentado que todas las nuevas leyes de ordenación farmacéutica van en este sentido, "en ampliar las competencias y la capacidad que tiene la Administración para dispensarse a sí misma y a sus ciduadanos". Y ha puesto el ejemplo de una campaña para la próstata realizada en Galicia: "Todos los medicamentos que tenían que ver para este tratamiento se dispensaban en los centros de salud durante un tiempo". Y no es porque sea más barato, asegura, "será más barata la factura al princpio, porque a mí me pagas al PVP (precio de venta al público) y a ti mismo a PVL (previo de venta de laboratorio)", pero menciona otros factores a tener en cuenta que al final elevan la partida presupuestaria: pérdida de adherencia, faltas de suministro, logística... "cuando las faramcias tenemos una capilaridad para llegar a todos los ciudadanos...".
"Nadie coge el toro por los cuernos y pone el precio del medicamento al que está en el mercado a nivel europeo" (Cristóbal López de la Manzanara)
Por su parte, Magdalena Colina, vicepresidenta de Adefarma, indica que esto "no es dispensación, sino entrega de medicamentos", y sucede con todo de fármacos: antibióticos, laxantes para pruebas de colonoscopias y gastroscopias.
Con estas prácticas que denuncia Adefarma es inevitable pensar en la dispensación de medicamentos de uso animal por parte de clínicas veterinarias. De hecho, desde Adefarma constatan haber asistido a reuniones donde se ha intentado que estos fármacos veterinarios lleguen también a los centros comerciales.
Desabastecimientos y bajadas de precios
Otro tema espinoso y recurrente abordado en esta reunión es el de los desabastecimientos, que rondan ya el 10%, según Martín Lázaro. López de la Manzanara considera que se trata de un "problema simplemente político. Nadie quiere coger el toro por los cuernos y tener el precio del medicamento al precio que está en el mercado a nivel europeo".
Sobre esto, plantea dos soluciones:
-Desfinanciar los medicamentos de menos de 2 euros, aunque se mantenga la receta.
-Revisar las aportaciones del usuario. "No tiene sentido que pague lo mismo, en el mismo tramo, una persona que gana 18.000 euros y otra que gana 100.000".
A colación de esto, Martín Lázaro ha resumido gráficamente: "Una tableta de turrón vale más que el 90% de los medicamentos".
La constante bajada de precios de los medicamentos, según denuncia Adefarma, está repercutiendo en la pérdida de poder adquistivo de los farmacéuticos: "Aumenta la carga de trabajo, por lo que tenemos que contratar más personal para facturar más recetas a menor precio. Hemos aumentado alrededor del 5,4% el volumen de facturación, pero a costa de dispensar más, no a costa de dispensar igual o menos con precios mayores. Cada receta nos cuesta más dispensarla", ha señalado López de la Manzanara.
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