A pesar de que la pandemia ha trastocado nuestras vidas y ha paralizado muchas cosas, la robustez del sistema de donación y trasplantes en España ha permitido que, aun con el escollo de la covid, los trasplantes hayan crecido un 13% en 2022 y se hayan recuperado cifras prepandémicas, con una media de 15 trasplantes diarios y un total de 5.383 trasplantes, según las cifras del balance de actividad de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT), presentadas este jueves por Sanidad.
Cabe preguntarse, teniendo en cuenta que España lidera la donación y trasplantes desde hace 31 años consecutivos y con tasas que doblan la media de la Unión Europea, si todavía podemos seguir creciendo o si, de alguna manera, hemos alcanzado techo. Por eso hemos preguntado a la directora general de la ONT, Beatriz Domínguez-Gil, por esta y otras cuestiones.
"Estamos en un nivel de excelencia que ya es difícil de superar, sobre todo porque la mayor parte de los donantes en España, y en otros países, son personas que fallecen de muerte encefálica y ésta está disminuyendo en España porque bajan los eventos que producen daño cerebral catastrófico, la mortalidad por tráfico o por problemas de seguridad laboral y porque mejora la atención al paciente neurocrítico. Además, estas personas tienen cada vez una edad más avanzada y con más frecuencia, por la comorbilidad asociada (varias enfermedades), no pueden ser donantes o no todos los órganos son válidos para el trasplante", expone Domínguez-Gil.
La directora de la ONT expone el caso de EEUU, que tiene una tasa por millón de población (p.m.p.) de 41,6, bastante alta también (la de España es 46,3). "Su realidad es completamente diferente a la nuestra, tiene más mortalidad por tráfico, por arma de fuego que aquí, donde afortunadamente no tenemos, y, sobre todo, tiene este drama sociosanitario de la adicción a drogas por vía parenteral [intravenosa]: desde hace 50 años la primera causa de muerte es la sobredosis de drogas, estas personas suponen el 16% de sus donantes. Nuestro potencial, en cambio, proviene de personas de edad avanzada que fallecen por causas naturales".
Nuev alínea de donación gracias a la eutanasia
Aunque desde el punto de vista epidemiológico y sociosanitario es cada vez más difícil que aumentemos las cifras porque se van agotando vías de crecimiento, la directora de la ONT señala que las líneas de trabajo que se han ido poniendo en marcha en los últimos años están permitiendo mantener e incluso aumentar la actividad, y aún hay margen de mejora. "Por ejemplo en la donación en asistolia o la donación de vivo, que puede crecer sustancialmente en nuestro país, o la ley de eutanasia, que ha abierto una nueva línea de crecimiento", subraya Domínguez-Gil.
En este sentido, explica que esta opción es posible gracias a los propios donantes. "La donación es necesaria porque hay pacientes en esta espera, pero también es un derecho del paciente que fallece que se le ofrezca esa posibilidad porque sabemos que contribuye también al bienestar de sus seres queridos y al suyo propio el saber que se ha contribuido con la donación. En el caso de la eutanasia adquiere una dimensión extraordinaria, se trata de atender el deseo de una persona que se ha enfrentado a una decisión tan complicada como la de solicitar esa prestación y tiene esa generosidad de ser donante de órganos".
Así, la ONT puso en marcha un protocolo de donación tras la prestación de ayuda para morir a petición de los mismos pacientes. "Por supuesto por el paciente en lista de espera, pero sobre todo para responder al deseo de esas personas que querían donar, por lo que el proceso está orientado hacia el paciente que se va, no hacia el que necesita el trasplante", recalca.
Otro aspecto que remarca Domínguez-Gil en el que tenemos margen de crecimiento es reconsiderando los límites a la donación. "Por ejemplo, hace años casi no utilizábamos donantes positivos en ciertos virus. Ahora con los antivirales de acción directa utilizamos donantes con serología positiva para virus de la hepatitis C en receptores negativos, algo impensable hace años. O el donante covid, que empezó siendo una contraindicación absoluta para la donación, y ahora estamos yendo adelante con el trasplante de todos los órganos de donantes covid, salvo el pulmón, que es el órgano diana. Incluso estamos reconsiderando si ciertos tumores en los donantes, que creíamos que eran una contraindicación absoluta, deberíamos considerarlos como tal. Es decir, nosotros de alguna forma, seguimos intentando crecer en todas las líneas de trabajo que tenemos abiertas".
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