Henar Garrote ha sido la primera MIR en elegir una de las especialidades, por no decir la más, desprestigiada de la sanidad: Medicina Familiar y Comunitaria. Lo ha hecho en el puesto 170, cuando la convocatoria anterior se eligió en el 80, lo que demuestra que cada año les cuesta más a los residentes decantarse por ella. Sin embargo, Henar la escogió cuando en cuarto de carrera rotó por un centro de salud de Salamanca, su ciudad natal y donde estudió la carrera. "No es que lo tuviera clarísimo, pero no encontré ninguna que me gustara más", confiesa. No quería especializarse en algo que solo ofreciera un tipo de paciente, por eso lo que más le atrae de Familia es que el abordaje del paciente en su conjunto de una manera más holística y biopsicosocial, y las oportunidades que tiene para hacer medicina comunitaria y preventiva. "Me parece una especialidad muy completa y a mi modo de ver la medicina, la más bonita, es lo que más cuadraba conmigo".
Para Henar, el menosprecio a esta especialidad viene desde la facultad: "En la carrera hay veces que no se enfoca bien que alrededor del 30% de los que nos presentamos al MIR vamos a optar a una plaza de medicina de familia, lo queramos o no". En su opinión, en la Universidad se olvida este aspecto y se estudia desde el punto de vista de la atención hospitalaria, con un temario muy especializado. "Desde el punto de vista social, medicina de familia está infravalorada por desconocimiento de todo lo que hace un médico de familia".
Lleva apenas tres semanas de residencia en las que pasa consulta con el adjunto o el tutor, explora a los pacientes bajo su supervisión y comenta los casos cuando el paciente abandona la sala. "Estoy contenta, con mucha motivación que espero no perder con el tiempo. Tengo muchas ganas de aprender, de ir mejorando poco a poco, pero con paciencia, porque son cuatro años".
Henar busca tener una "experiencia vital, más que profesional" de los años de residencia. "Me gustaría crear vínculos con personas que me marquen, que me pueda llevar después de estos años, aprender mucho desde todos los puntos de vista, desde la medicina, crecimiento personal y humano y disfrutar, no se puede olvidar esa parte", comenta sobre sus objetivos durante estos años. Además, durante estos añs pretende retomar los sus aficiones que tuvo que aparcar cuando comenzó la carrera y la preparación del MIR, como bailar o leer, ya que ahora el ritmo de estudio no es igual.
"Mi objetivo principal es aprender a tratar al paciente en una relación muy horizontal, nada paternalista y que sea todo consensuado con él, aprender y formarme en mi especialidad, que ya es bastante, e ir descubriendo lo que me gusta", comenta. Critica la forma en que se enfoca la formación en el trato con el paciente, una de las cosas que más le llama la atención, aunque reconoce que, en parte, esa cualidad nace de uno mismo. "Tienes que ponerte la otro lado de la mesa y sobre todo mirar a los ojos y darte cuenta de que es una persona no es solo un paciente".
No cree que un médico de familia deba tener nada diferente de cualquier otro tipo de médico, pero sí, al hacer seguimiento del paciente durante toda su vida, conocer el ámbito familiar debe tener un enfoque más holístico para "buscar por qué aparece cierta enfermedad sin quedarse sólo en lo orgánico y teniendo en cuenta las condiciones socioeconómicas en las que vive el paciente, sobre todo muchas veces desde la salud mental que es un aspecto que a veces se olvida".
El cambio de aires que ha supuesto abandonar su Salamanca natal por la ciudad de Granada ha sido motivado por haber sido de los primeros en formar médicos de familia. "Sabía que había centros de salud en los que se podía hacer una medicina de familia real, como una población muy diversa, que es un aspecto que me parecía importante a la hora de hacer esta especialidad, con población migrante de recursos medios-bajos donde se puede hacer medicina comunitaria". Esta variedad de tipología de pacientes también fue uno de los alicientes para elegir este destino: "El tipo de paciente es muy variado, es una de las cosas buenas de mi centro de salud, mucha población migrante, mucha problemática social, hay un poco de todo, no hay un paciente tipo", dice. Además, tener conocidos y buenas referencias de la formación y el propio atractivo de la ciudad en sí, decantaron la balanza en lugar de la otra opción que tenía, Canarias.
Cuando termine su formación de R4 le gustaría pasar algunos años fuera de España. "Quiero experimentar cómo se hace medicina en otros países, por ejemplo en los que tienen menos recursos". Ya probó esta experiencia en su erasmus en Polonia y Uruguay. "En Uruguay la perspectiva de la medicina es menos farmacológica, intentan abordar los problemas desde otro punto de vista porque muchas personas no tienen recursos y no tienen esa sanidad que garantice el acceso a los fármacos. Esto lo vi sobre todo en Psiquiatría, donde tenían un abordaje más desde la psicoterapia, no tanto farmacológico". En sus salidas se ha dado cuenta de que "la sanidad pública española es un privilegio que muy pocos países tienen y que aunque tenga sus deficiencias como cualquier sistema, que no puede ser cien por cien perfecto, es una cosa por la que hay que luchar, hay que apoyar, y que hasta que no te vas fuera no la valoras".
Profesión y crisis sanitaria
Las carencias del sistema, como se ha dicho en repetidas ocasiones, se han acrecentado con la crisis sanitaria. "Para mí el problema no está en los médicos de familia, que han currado como todos los médicos durante la pandemia, ni en los pacientes, ni en tema de la crisis. El problema está en el sistema. Muchas veces se toman decisiones político y económicas sin tener en cuenta lo que realmente importa, que es la salud de la población y la comunidad. Ahora veo que hay carencias pero que tendrían que solucionarse desde arriba", afirma.
Sobre la elección telemática de este año, la considera injusta, "sobre todo para personas que tienen dudas sobre qué especialidad coger o en qué hospital. Vivir con esa incertidumbre de no saber si eso es transparente, de no poder elegir directamente tu plaza, como se venía haciendo hasta ahora, me parece injusto. Si se consiguió hacer el año pasado con la pandemia, se podría haber intentado hacer este año", zanja.
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