Las cifras oficiales del organismo encargado de acreditar y habilitar a los profesores para dar clase en la universidad, la Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación (Aneca), confirman una vez más que los médicos lo tienen muy crudo a la hora de dedicarse a la docencia, o de hacerlo, al menos, con una plaza de profesor titular o de catedrático de universidad.
De entrada, tienen que armarse de paciencia para que la comisión encargada de evaluar sus méritos les diga si son aptos o no para hacerse con una de esas plazas: la comisión de Medicina Clínica de Aneca tarda una media de 11,4 meses en resolver los expedientes de solicitud de plaza de los profesionales sanitarios que quieren dar clase en la universidad con una plaza docente fija. Sólo las comisiones de Derecho y Ciencias Económicas y Empresariales tardan más tiempo que la de Medicina Clínica (15,2 y 12,8 meses, respectivamente) en dar respuesta a sus respectivos aspirantes, según el informe oficial de actividad de 2020 de las 21 comisiones que integran el Programa Academia de Aneca, que es el que se encarga de valorar los expedientes de los aspirantes a funcionario docente (catedrático y profesor titular universitario).
Las 21 comisiones del Programa Academia se corresponden con las ramas en que la agencia evaluadora divide las disciplina que se imparten en el sistema universitario español (SUE). En el caso de la rama de Ciencias de la Salud, además de Medicina Clínica, le corresponden otras dos comisiones (Ciencias Biomédicas y Especialidades Sanitarias), pero el plazo medio de resolución de los expedientes presentados a ellas es sensiblemente más bajo: 5,8 y 9,2 meses, respectivamente. El mayor atasco se produce pues en la comisión sanitaria encargada de evaluar los expedientes de los clínicos (que compaginan docencia y experiencia asistencial), precisamente el grupo de profesores más deficitario en todas las facultades españolas de Medicina.
La comisión de Medicina Clínica también se lleva la palma en cuanto a atasco de expedientes. La última solicitud revisada por esta comisión (a fecha del pasado marzo) entró en Aneca para ser evaluada nada menos que en junio de 2020: es decir, se están revisando solicitudes de hace más de 9 meses, cuando la mayoría de las comisiones están dando respuesta ya a aspirantes que presentaron su documentación en noviembre y diciembre de 2020, e incluso comisiones como las de Ingeniería Eléctrica y Física han resuelto ya solicitudes de enero y febrero de 2021.
Fuentes de Aneca argumentan que la menor actividad registrada en 2020 en la comisión de Medicina Clínica tiene que ver con el contexto de pandemia y las prioridades de sus miembros, muchos de ellos profesionales sanitarios, pero lo cierto es que ese ritmo evaluador particularmente lento es una tónica de la que llevan tiempo quejándose los propios interesados y la Conferencia Nacional de Decanos de las Facultades Españolas de Medicina.
Más allá de las particularidades de Ciencias de la Salud, la actual dirección de Aneca no parece muy satisfecha con el ritmo medio de respuesta de las 21 comisiones docentes y, de hecho, el objetivo que se ha marcado Mercedes Siles, directora de la Agencia, es que en julio la media del tiempo que se emplee en la evaluación de una solicitud de acreditación esté en 6 meses "y que todas las comisiones estén cuanto antes por debajo de esa cifra". Actualmente, el ritmo medio de acreditación docente está en 7,7 meses y sólo 7 de las 21 comisiones acreditadas están por debajo de los 6 meses que Siles se ha marcado como objetivo.
La propia Siles y Concepción López Fernández, directora de la Unidad de Evaluación del Profe- sorado de Aneca, mantuvieron recientemente una reunión telemática con los presidentes de las 21 comisiones de Academia para insistirles en este objetivo e incidir en los tres aspectos que, a juicio de la dirección de Aneca, son prioritarios en materia evaluadora: "la calidad en las evaluaciones y los procesos, el cumplimiento de los plazos fijados y la transparencia del proceso", según fuentes de Aneca. A tenor de las cifras actuales, en el segundo punto queda mucho trabajo por hacer.
Para equilibrar los tiempos de revisión de las 21 comisiones que integran Academia y lograr el objetivo de que no excedan de seis meses, fuentes de la Agencia aseguran que la dirección reforzará las comisiones con más carga de trabajo con la designación de "vocales adicionales". A la carga de trabajo habitual en comisiones que suelen tener un elevado número de expedientes, como Derecho o Económicas, se suma el trabajo adicional que provocan los retrasos acumulados en los últimos meses en las tres comisiones de la rama de Ciencias de la Salud.
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La publicación del informe de actividad de las 21 comisiones Academia coincide con el anuncio de la renovación parcial de los miembros que integran cada una de esas comisiones, en aplicación de la norma que regula el tiempo máximo de permanencia en esas funciones. Fuentes de Aneca aseguran que por primera vez la configuración de las comisiones acreditadoras se ha hecho teniendo en cuenta la paridad de género en las Presidencias y Secretarías de los 21 grupos, e individualmente en la composición de cada uno de ellos, "manteniendo, además, el equilibro en la representación territorial de las universidades en cada una de las comisiones".
Medicina Clínica, integrada por 11 miembros (presidenta, secretario y 9 vocales, además de 6 miembros suplentes), estará presidida por la catedrática María del Carmen Fariñas Álvarez. Jefa del Servicio de Enfermedades Infecciosas del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla, de Santander, Fariñas Álvarez es también coordinadora del Área de Enfermedades Infecciosas y Sistema Inmune del Instituto de Investigación Sanitaria Valdecilla (Idival) y actualmente coordina el programa de doctorado en Medicina y Ciencias de la Salud de la Universidad de Cantabria.
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