Desde hace años los servicios de Urgencias y Emergencias del Sistema Nacional de Salud (SNS) han atendido anualmente cerca de 30.000.000 de pacientes; siempre, sin descanso, a cualquier hora y en cualquier lugar (24/7/365). Se han convertido en la auténtica válvula de seguridad del sistema sanitario (uno de los pilares del llamado Estado del bienestar) y en el dispositivo fundamental en incidentes de múltiples víctimas, (IMV: atentados, accidentes, etc.) y en catástrofes... Así lo han demostrado también en la más reciente catástrofe de origen biológico que ha sufrido este país. Sin esconderse jamás. Nuestros servicios no distinguen de colores (padecen daltonismo político). Solo conocen la palabra compromiso que aplican a sus ciudadanos.
En estos años hemos atendido a Ana, a Elena, a Bernat, a Trinidad, a Leire, a Carmen o a Salvador. Todos ellos personas que, al menos, comprendieron las razones de la dolencia (lo cual agradecemos) pero que, lamentablemente, aunque mucho prometieron, nada cumplieron. No deja de todos modos de requerir una reflexión que el valor de la palabra sea tan efímero (supongo que será porque tienen "escasas responsabilidades").
En estos años también tuvimos que atender a otro grupo: a Celia, a Ana, a Alfonso, a Fátima, a Dolors, a Luisa..., un grupo aún más preocupante, básicamente "negacionista". Podríamos hablar de incompetencia manifiesta o, siendo muy magnánimos, de desidia. Este grupo conjuga con dificultad el verbo "entender"; cuestión de simples orejeras.
Desde ese daltonismo político (intrínseco a nuestra especialidad), hemos podido ver sombras de dirigentes sordos, insensibles a un colectivo, desertores de la seguridad y ajenos a las necesidades del porvenir. Los que parecen insensibles a los comunicados de sociedades científicas o de la Unión Europea de Médicos Especialistas (UEMS), sin duda es complicado que puedan entender a sus héroes ficticios (así llaman ahora a los que cumplen con responsabilidad su deber).
Dirigentes alejados de las directrices europeas, impasibles a las recomendaciones de los defensores del pueblo (sí, del Pueblo) e indiferentes a la Organización Mundial de la Salud (OMS). De nada vale hablar de instituciones sociales, económicas, profesionales, científicas, o incluso de las propias recomendaciones de sus colegas políticos. Si usted es sordo, no escucha las razones, ni siquiera los sonidos de las sirenas. Algo raro debe tener ese puesto del Ministerio de Sanidad.
Por eso, hablar de servicios homogéneos, estructurados, uniformes y con formación reglada, no sirve de nada. Explicar que nuestros servicios de Urgencias y Emergencias transitan la lenta agonía del voluntarismo sin garantía de futuro, tampoco importa.
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Solo nos queda una solución como sociedad científica, regalarle a la ministra un audífono llamado ciudadanía que le repita un simple mensaje de manera reiterada: "Tu seguridad, nuestra especialidad". Porque ésta es la piedra angular sobre la que se formula nuestra petición, la de prestar la mejor atención posible a la población, con la mejor garantía de calidad y con la máxima seguridad. La cuestión no es repetir mantras como que los servicios de Urgencias y Emergencias son fundamentales, que son uno de los elementos básicos sobre los que se sostiene el sistema sanitario, y que la sanidad es un bien muy apreciado por la población. No queremos palabras, queremos hechos. Eso exigen los profesionales, eso necesitan los ciudadanos.
Y ahí estaremos mañana, 27 de mayo, Día Mundial de las Urgencias y Emergencias (Emergency Medicine Day), intentando que la sordera se recupere. Una sordera cargada de aislamiento, el de un país que se aleja de Europa y de América. Un país que describía bien un ilustre poeta: "Los héroes clásicos reflejados en los espejos cóncavos dan el esperpento. El sentido trágico de la vida española sólo puede darse con estética sistemáticamente deformada".
Compañeros, amigos, profesionales, urgenciólogos de presente y de futuro: respeto a nuestra profesión y a nuestra vocación. #EspecialidadUrgenciasYA. Compañeros, amigos, profesionales, urgenciólogos, simplemente GRACIAS. "Tu seguridad, nuestra especialidad".
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