La técnica de edición genética CRIPR-Cas ha demostrado en monos que reemplazando un solo nucleótido en el gen adecuado se puede reducir en un 60% los niveles de colesterol LDL al menos durante ocho meses. Así lo ha puesto de manifiesto una investigación conjunta llevada a cabo por científicos de la biotecnológica estadounidense con sede en Cambridge Verve Therapeutics y de la Facultad de Medicina Perelman de la Universidad de Pensilvania.
Estudios anteriores han demostrado que en algunas personas, el gen PCSK9 codifica un exceso de la proteína PCSK9 (principalmente en el hígado), que lleva a un aumento del nivel de colesterol unido a lipoproteínas de baja densidad en el torrente sanguíneo.
"Una alteración del gen PCSK9 podría atajar de forma más efectiva los niveles de la proteína homónima"
En esencia, la proteína PCSK9 interfiere con el proceso por el que las células de la sangre eliminan al colesterol LDL. Por ello, la proteína se ha convertido en una diana terapéutica de especial interés, para la que diversas compañías han desarrollado terapias farmacológicas. Sin embargo, como se enuncia en un estudio en Nature, una alteración del gen PCSK9 podría atajar de forma más efectiva los niveles de la proteína homónima.
Con este objetivo, se ha experimentado en modelo de primates con la técnica CRISPR, mediante la cual se ha logrado silenciar el gen PCSK9. Los investigadores reemplazaron en el gen una adenina por una guanina, y la timina correspondiente a una citosina en la hebra de ADN complementaria, de forma que se incapacitó al gen.
La terapia se administró a los macacos (Macaca fascicularis) a través de una inyección única en el hígado
Después de la inyección, los investigadores evaluaron los niveles de colesterol de animales, y hallaron que a la semana, la cantidad de proteína PCSK9 había caído aproximadamente el 90% y los niveles de colesterol unido a lipoproteínas de baja densidad (LDL-C) habían disminuido en un 60%. Estos porcentajes de reducción se mantuvieron durante al menos ocho meses.
“Una ventaja de la edición de bases es su capacidad para introducir cambios de un solo nucleótido de manera eficiente y precisa en genes asociados a enfermedades in vivo, lo que no es sencillo de lograr con nucleasas de edición de genes estándar debido a la ineficacia de la reparación dirigida por homología”, escriben los autores en el estudio (Musunuru y colaboradores) en referencia a otras técnicas de edición genética que se están estudiando con similares objetivos.
Sin prisa
Al margen de los buenos resultados de este trabajo experimental, los científicos no tienen prisa por llevarlos a ensayos humanos, antes de realizar “una evaluación adicional de los riesgos de la edición de bases in vivo”. Hay que tener en cuenta que la edición genética somática es un tratamiento que no puede revertirse una vez se administra.
No obstante, consideran que “para los pacientes en quienes los riesgos superan sustancialmente los beneficios, las terapias de edición de bases somáticas que se dirigen al hígado u otros órganos podrían resultar indispensables para abordar todo tipo de enfermedades”.
Los logros de esta investigación ha llamado la atención a uno de los mayores expertos de la técnica CRISPR, el genetista Lluís Montoliu, que ha calificado los resultados de esta investigación de "espectaculares". Además de aclara que "es la primera vez que se reporta el uso exitoso de editores de bases en monos".
Montoliu ha dedicado una entrada de su blog a hablar sobre la edición de base en la que hace referencia a este última investigación. El experto destaca que "una sola administración sistémica (vía intravenosa) de este editor de bases y su guía correspondiente en formato ARN, protegido por nanopartículas lipídicas [...]sirvió para editar e inactivar el gen PCSK9 en macacos en un 90% de las células, mayoritariamente del hígado, y con ello reducir la cantidad de LDL circulantes en un 60%, valores que se mantuvieron 8-10 meses después del tratamiento, con unos valores muy reducidos de off-targets en los animales".
En definitiva, Montoliu insiste en lo espectacular de este resultado "realizado ya en un animal muy parecido a nosotros, que abre las puertas a próximos ensayos clínicos que puedan llevar los beneficios terapéuticos de los editores de bases para tratar enfermedades metabólicas complejas en seres humanos".
Editores de base
Según explica Montoliu, lo editores de base "llegaron unos años después que las herramientas CRISPR-Cas9 tradicionales de edición genética, pero están llamados a superarlas, en eficacia, precisión y seguridad. Y, por ello, no es descartable que veamos llegar pronto estas innovadoras variantes del sistema CRISPR, imaginadas por David Liu, a los ensayos clínicos y, quién sabe, quizás en un futuro esperemos que próximo para el tratamiento de muchas enfermedades humanas, hoy en día incurables.
Como conclusión, deja un interesante aclaración: "Los sistemas CRISPR-Cas9, por sí mismos, no son herramientas terapéuticas, solamente cortan el ADN y propician su reparación o edición, que es donde aparece la terapia génica. Por el contrario los editores de bases sí son herramientas terapéuticas. Ellos mismos son capaces de substituir con precisión y eficacia los nucleótidos erróneos o los que sea necesario mutar, directamente. Una gran diferencia".
Lluís Montoliu es autor de varios libros, Editando genes: recorta, pega y colorea (NextDoor Publishers) es su obra dedicada al explicar el universo CRISPR. La tercera y última edición de este volumen se ha publicado en marzo de 2021.
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