"Las inspecciones no tratan de buscar dónde está el error o ver si sancionamos, sino la mejora continua", sentencia Raúl Blanco Rubio, jefe del Servicio de Inspección Farmacéutica de la Subdirección General de Inspección de Servicios Sanitarios de Galicia. Por ello, Blanco cree en el rol de las autoinspecciones para detectar los propios errores.
En la V Jornada de Distribución Farmacéutica, organizada por el Consejo General de COF el pasado 17 de octubre, Blanco explicó cómo actúan: "Vamos a supervisar y ver los aspectos de mejora, con un mismo objetivo: la calidad de los medicamentos". Es, por tanto, una cuestión que atañe no solo a las farmacias, sino también a las empresas de distribución farmacéutica. ¿Cómo se preparan? ¿Qué deben tener en cuenta?
No está de más contratar a un auditor al menos una vez, para saber los puntos críticos, hacer un protocolo y delegar
Lourdes Oruezábal Moreno, consultora del departamento de Consultoría Técnico-Farmacéutica de COFM Servicios 31, del COF de Madrid, es clara: "Se recomienda establecer una vez al año un proceso de autoinspección de las principales obligaciones en el ejercicio de la práctica farmacéutica, el mantenimiento de protocolos y la formalización y verificación diaria, mensual o trimestral de las obligaciones".
Gabriela Carrillo, responsable de Comunicación y Marketing de Gómez Córdoba Abogados, indica: "Hay tanta burocracia que es difícil tener toda la parte administrativa al día".
Las inspecciones son obligatorias en la apertura y traslado de una farmacia y almacén, así como en la certificación del laboratorio de formulación magistral. Además, las hay programadas, según los planes de inspección de la autonomía; puntuales, originadas por una denuncia, o tras la comparecencia ante la inspección, por ejemplo, en la revisión de recetas.
Formar al personal
Oruezábal ve clave que el personal de la farmacia esté preparado: "Hay muchos puntos críticos a tener en cuenta en una farmacia: conservación de los fármacos, caducidades, dispensación, cumplimentación y registros de los libros oficiales, el laboratorio de formulación magistral, gestión de residuos…".
En la distribución, Blanco aboga por "auditores propios, competentes e imparciales. Yo entiendo que hay almacenes pequeños, pero solo se trata de que cada uno evalúe su situación, con registros de la autoinspección realizada y observaciones. Y hay que informar a la dirección".
Las auditorías externas pueden ser útiles, pero sin renunciar a las autoinspecciones: "No me van a servir para justificarme ante una autoridad sanitaria. Nadie detecta mejor las áreas de mejora que el personal".
Seguir un calendario
Para Blanco, las autoinspecciones deben abarcarlo todo y según un calendario. Por ejemplo, al trimestre. De hecho, las directrices de 5 de noviembre de 2013 sobre prácticas correctas de distribución de medicamentos para uso humano señalan, en su capítulo ocho, que debe seguirse un calendario definido.
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